La red Ethereum se enfrenta a un hard fork programado para dar comienzo en el mes de julio en Londres. Se trata de una modificación radical en el protocolo en el que se necesita que todos los usuarios o nodos se actualicen a la última versión.
Estos fork, pueden ser impulsados tanto por los desarrolladores como por los propios usuarios de la comunidad cripto, que buscan un cambio de la funcionalidad que ya existe. En algunos casos, puede surgir como una forma de financiamiento colectiva para nuevos proyectos.
Sin embargo, esta nueva actualización no está siendo del todo aceptada por los mineros de Ethereum, una parte fundamental del desarrollo de la red, y responsables de establecer y crear las nuevas reglas.
Problemas a resolver
La modificación se denomina EIP 1559 y cambiará la manera de funcionar las transacciones de la cadena de bloques para solucionar problemas de la experiencia de usuario en Ethereum.
Hasta ahora, un usuario envía una cuota de gas a un minero para que una transacción se incluya en un bloquen pero ahora esta tasa se enviará de manera directa a la propia red, con solo una propina optativa para los mineros.
Estos cambios, traen sus seguidores, (creadores de Ethereum y usuarios) y sus detractores, los mineros. En enero de este año, la minería de ETH superó su récord de más de u$s830.000 millones, que no alcanzaba desde fines del 2018.
Adrián Garelik, director de Paisanos, cuenta que el hard Fork propone bajar las comisiones de la red, aumentar el tamaño de los bloques para que las transacciones sean más rápidas. "Lo más disruptivo que propone, es que en cada bloque se quemen Ether, es decir, que cada vez haya menos Ether en el mercado, lo que incrementa su precio". "La idea es que cada vez habría menos Ether disponible", resume.
Galerik añade que al estar quemando Ether, los mineros cobrarían menos. "Van a cobrar menos Ether, pero por ahí el Ether vale más, y van a terminar cobrando un 20% o 30% más". "A corto plazo, sienten que están tocándole el bolsillo, pero a largo plazo es bueno para toda la comunidad. Eventualmente, van a cobrar lo mismo pero más. Creo que es una nueva propuesta de valor para el ecosistema de Ethereum", remarca.
Voces diferentes
Sin embargo, Nahuel Burbach, Community Lead de Pool Together para Latinoamérica, cree que el hard Fork va a ser un paso que podría o no ocurrir. "Proponen hacer un recambio sobre cómo se distribuyen las recompensas en el minado". "Lo que pasa es que si había muchos usuarios queriendo hacer una transacción el peso subía directamente. Y esto hacía que el costo sea menos accesible para la mayoría. Se fue volviendo un problema", agrega.
Burbach menciona que el EIP 1559 trata de ser más equitativa a la hora de recalcular la recompensa. "Se puede predecir mejor, cuál va a ser el valor del gas y se diseñó un mecanismo que permite que el Gas que sobra, se queme. Esto introduce una nueva primitiva económica, que permita que la cantidad circulante disminuya en el tiempo".
Sin embargo, el experto comenta que al día de hoy un minero puede elegir qué transacciones tomar, pero cuando se implementen las actualizaciones, el máximo va a estar predeterminado. "No va a ser tan libre. Al ser más predecible puede hacer que las transacciones bajen, y el tenedor de Ethereum pueda especular con una subida de la moneda. Es probable que haya una nueva variable económica en el valor de Ethereum", precisa.
Por eso, el debate está planteado. En un artículo publicado por Derebit Insights, los investigadores Hasu y Georgios Konstantopoulos detallan tres razones por las que los mineros no deberían rechazar la implementación: la posibilidad de que se produzca una bifurcación de la red que crearía una altcoin, la posibilidad de que los mineros bloqueen la nueva implementación, llevando la tarifa base a cero, y en tercer lugar, la dificultad para cuantificar valor.
Por su parte, Pedro Rey Puma, CM OKEx Exchange y fundador de UTN Blockchain Lab, explica que "el cambio propone una tarifa plana pero flexible según la cantidad de congestión, es decir más barato".
"En un futuro, también, se propone destruir esa comisión que paga el usuario, eso significa que cada vez que la red se use, habría menos circulante de ETH, lo cual es muy apoyado por muchos inversionistas porque a menor circulante y mayor demanda, la teoría dice que el precio debería subir", sostiene.
Entonces, si con esta actualización, el usuario final paga menos, esto reduciría los ingresos de los mineros. "Desde agosto del 2020 es la actividad con más rentabilidad de esta industria. Pero no de manera significativa porque aunque se implemente esta actualización, la minería seguirá siendo rentable y aunque ethereum ya no fuese rentable para minar, las placas y hardware que se usan para minar Ethereum se pueden reutilizar para minar otras criptomonedas", menciona.