La empresa Metricson ha advertido de una serie de cuestiones a tener en cuenta a la hora de realizar una inversión como, por ejemplo, la cantidad de dinero y el número de empresas en las que se está dispuesto a invertir para minimizar el riesgo y maximizar el retorno.
El socio director de la firma, Luis Gosalbez, señaló la importancia de establecer un baremo y respetarlo, para lo que hay que tener claro desde el principio si se va a diversificar o se va a apostar por un tipo concreto de negocios o sector.
“Hay inversores que siempre ponen entre dos y cinco mil euros y hacen decenas de inversiones al año. Otros prefieren invertir a partir de 15.000 o 30.000 y sólo hacen un par”, ha puntualizado.
Asimismo, desde la firma de servicios jurídicos aconsejan reparar en la valoración máxima de la empresa donde se pretende invertir, puesto que un buen conocimiento del sector facilita averiguar si la empresa propone una valoración razonable o no y, en base a ello, decidir qué cantidad de aportación hacer.
En caso contrario, Gosalbez ha sugerido que la “mejor” alternativa es delegar en un tercero de confianza para que lleve a cabo el el análisis y la “due diligence”, y coinvertir con él.
De hecho, un business angel “habitualmente coinvierte con terceros”, como seguidor de un lead investor o como parte de un sindicato de inversión, en lugar de encabezar las rondas.
Este tipo de inversor además tampoco suele acudir a rondas posteriores por su capacidad económica “más limitada”, que la que pueda tener un fondo o un inversor profesional y, por tanto, invierten al principio y después se diluyen o venden su participación cuando la empresa tiene una valoración más alta.
Precisar la estrategia de inversión
Ante estas particularidades que caracterizan a los business angels, la firma especializada en negocios tecnológicos e innovadores ha elaborado una lista de cinco consejos para que los business angel tengan en cuenta antes de invertir en una startup.
La definición de una estrategia de entrada y de salida (tipo de empresa, importe máximo, costes y beneficios), así como llevar un seguimiento de las inversiones, minimizará los riesgos y evitará generar expectativas indebidas.
Del mismo modo, Metricson ha puesto de relieve la importancia de establecer una reserva de fondos para acudir a rondas posteriores, ya que si el inversor se diluye demasiado pronto en las empresas más interesantes de su cartera, perderá la ventaja asociada a haber entrado en fases iniciales y, por tanto, de mayor riesgo.
También es adecuado proteger los derechos del business angel frente a la entrada de futuros inversores, para lo que no hay que aceptar cláusulas que limiten o perjudiquen sus derechos en su beneficio, como la liquidación preferente.
Sé consciente de que el riesgo es real
Las primeras fases de una startup son “extremadamente arriesgadas”, por lo que sólo se debería invertir dinero que se esté dispuesto a perder y diversificar todo lo posible, ha apuntado.
Los principales retos de un inversor privado se relacionan con la permanencia del equipo fundador y muchos equipos cambian “drásticamente” durante los primeros años de vida, lo que provoca problemas de continuidad, situaciones de desgobierno y socios que dejan la empresa y se llevan paquetes significativos de acciones.
En este sentido, los business angels deben ayudar a los equipos a crear un pacto de socios que blinde su continuidad y evite conflictos que puedan acabar con la empresa.
Por último, Metricson ha subrayado la elección de los “compañeros de viaje”, sobre todo cuando uno no tiene experiencia en realizar inversiones es preferible unirse a una red de business angels, una plataforma de crowdfunding (financiamiento colectivo) o un pledge fund (fondo comprometido).
Estas figuras se encargan de gestionar el flujo de oferta, seleccionar proyectos interesantes, negociar las condiciones de la inversión y representar a los business angels frente al resto de socios e inversores.