Fundada en 2021 por los argentinos Thomas Vadora, Fernando Llaver y Carlos Caldart, la startup Splight acaba de anunciar que levantó u$s12 millones para abordar el desafío de la transición hacia la energía limpia a escala, gracias a un modelo de infraestructura como servicio, basado en inteligencia artificial.

Splight: qué hace la startup

Liderada por NOA, de la ronda de inversión también participaron los fondos especializados en climatech EDP y Elewit, junto con sus pares Draper Cygnus, Draper B1, Ascent Energy, Fen, Reaction Global, Barn y la Universidad de California en Berkeley.

Se prevé que la nueva inyección de capital -sumada a los u$s2 millones obtenidos a comienzos de este año- respalde la evolución de la presencia global de la empresa.

De hecho, sus 52 empleados se ubican en su sede central de San Mateo, California, y en sus oficinas comerciales de Austin, Texas, y Santiago de Chile. Además, la firma también opera en España, Italia, Alemania y el Reino Unido.

"Nuestra expansión se basa en ampliar el equipo de desarrollo, que requiere personas con amplia base científica y tecnológica. También estamos expandiendo nuestro equipo de ventas, customer success y producto en EEUU. Nuestras próximas sedes comerciales, en San Pablo, Brasil, y Madrid, España, en tanto, tendrán equipos para atender todo el crecimiento de esos mercados", confía  a iProUP Vadora, magíster en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba y CTO de la empresa.

El equipo fundador de la compañía combina, así, el conocimiento en desarrollo de software y tecnología del también especialista en Inteligencia Artificial por la Universidad de Toronto, con los años de liderazgo en empresas del sector de su CEO, Fernando Llaver, ex director ejecutivo de Distrocuyo, y la experiencia científica de su CPP, Carlos Caldart, magíster en Física por el Instituto Balseiro, doctor en Ciencia y Tecnología por la Universidad Nacional de Quilmes, y exinvestigador en inteligencia artificial en la Universidad de Washington.

Splight desarrolló tecnología basada en inteligencia artificial para abordar la congestión en redes eléctricas, uno de los principales obstáculos hacia la transición energética, debido a sus elevados costos. Según datos de la empresa, superan los u$s20.000 millones sólo en los EEUU.

Se deben a que la capacidad de transmisión de las redes eléctricas no utilizada alcanza hasta 50% de su capacidad instalada y el 40% de la generación de energía renovable se pierde al no poder inyectarse a la red. Por si fuera poco, hay 930 gigavatios de proyectos de energía renovable sólo en los Estados Unidos en espera, porque no disponen de la posibilidad de conectarse con la red.

Splight: cómo funciona su tecnología

¿Cómo lo hace? Se basa en nuevos activos de generación renovables, denominados Inverter-based resources. Se trata de fuentes de electricidad que se conectan al mismo tiempo a la red eléctrica mediante un convertidor electrónico de potencia. El enfoque utiliza datos y algoritmos en tiempo real para que los recursos renovables funcionen como activos capaces de otorgar flexibilidad a las redes de potencia.

Con su tecnología, Splight promete abordar contingencias en tiempo real e incrementar hasta el doble la capacidad de transmisión, lo que permitiría elevar la penetración de energía renovable, recursos de energía distribuida y baterías al ritmo necesario y con la infraestructura de transmisión ya existente.

"Prácticamente, todos nuestros casos comerciales logran ese efecto. Como ejemplo, se puede mencionar un proyecto en la zona de Calama, en el norte de Chile, donde están ACCIONA, ENGIE y Enel. Allí duplicamos la capacidad de inyección renovable de más de 500 megavatios de generación instalada, evitando que esa energía se pierda", explica el cofundador de la iniciativa, que también cuenta con clientes como AES, Amazon e Innergex.

Ignacio Plaza, cofundador de Draper Cygnus, fondo participante de la ronda, indica a iProUP que "las plantas solares y eólicas, junto con los prosumidores de energía distribuida, introdujeron una complejidad que exige una gestión dinámica de la red eléctrica".

Splight permite optimizar la distribución de energía renovable utilizando la infraestructura instalada

"La solución de largo plazo implica una reconfiguración de la red, nuevas líneas de transmisión y tecnología de baterías para almacenamiento. Pero Splight ofrece una solución inmediata, utilizando algoritmos de aprendizaje automático para aumentar los límites estáticos de energía de las líneas de transmisión", refuerza.

Según Plaza, esto "puede eliminar cuellos de botella utilizando software y la infraestructura existente, al mismo tiempo que reduce la complejidad en la gestión de las redes eléctricas y pronostica con precisión y en tiempo real todas las variables necesarias para una operación dinámica".

"Creemos que tiene el potencial no sólo de revolucionar la gestión de las redes eléctricas, sino también de liderar el camino hacia un futuro energético más eficiente y sostenible", completa.

Splight: ¿llegará a la Argentina?

Vadora explica que evalúan su presencia y operación en la Argentina. "Dependerá de que el país, y sobre todo el sector energético, vuelva a mirar al futuro con la intención de adoptar nuevas tecnologías como base del desarrollo", reflexiona.

"La Argentina cuenta con recursos renovables probados de altísima calidad y gran potencial de desarrollo en materia solar, eólica y de otras fuentes de generación. El factor que limita la posibilidad de explotarlos es la capacidad de transmisión. Opera como un cuello de botella, ya que construir una línea de transmisión toma más de 15 años y requiere mucho capital", ilustra.

Si bien nuestro país enfrenta un escenario de agobiante necesidad de inversiones en infraestructura energética, que se conjuga con escasa capacidad de acceso al capital necesario para financiar esos desembolsos, el emprendedor considera que la estructura del mercado eléctrico es ideal para la implementación de la tecnología desarrollada por su empresa.

La capa operativa en tiempo real y el aumento de la confiabilidad de la red que promete Splight, basada en la flexibilidad, en ese sentido, incluso permitiría vislumbrar un futuro de adopción masiva de vehículos eléctricos y recursos de energía distribuida, además de aprovechar al máximo el uso de baterías, sin la necesidad de construir nuevos activos físicos.

No obstante, el cofundador de la iniciativa advierte que el sector energético de nuestro país permanece atrasado en cuanto a adopción tecnológica. "Podríamos ampliar la capacidad de transmisión en meses, sin los requerimientos de capital que implica construir nuevas líneas. Pero somos una compañía global, con inversores globales, y tenemos que atender los mercados que estén dispuestos a adoptar tecnología avanzada más rápidamente", completa.

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