La startup estadounidense Open AI despidió con efecto inmediato a su CEO, Sam Altman.
El inesperado y sorpresiivo anuncio cayó como un verdadero balde de agua fría a la compañía y a la industria de inteligencia artificial (IA).
En un comunicado, se informó que la Junta Directiva de la firma removió con efecto inmediato a Altman, que se había transformado en la cara visible de la industria de la IA en el último año.
En su blog, la compañía adelantó que Mira Mirati, hasta ahora directora de tecnología, asumirá como directora ejecutiva interina.
"La salida de Altman se produce tras un proceso de revisión deliberativa por parte del consejo, que llegó a la conclusión de que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones, obstaculizando su capacidad para ejercer sus responsabilidades", resaltó el comunicado de la startup.
Y añadió: "El directorio ya no confía en su capacidad para seguir dirigiendo OpenAI".
ChatGPT se quedó sin su creador, Sam Altman
Además de agradecer la labor que tuvo Altman -quien alguna vez pidió regular el alcance de la IA- desde la fundación de OpenAI, la empresa resaltó que "creemos que es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos (en nuestro camino)".
El anuncio del despido ocurrió apenas una semana después de la conferencia en que OpenAI dio a conocer el lanzamiento de su tienda y que superó los 100.000.000 de usuarios activos semanales.
La compañía se encuentra también en medio de conversaciones con inversores para vender acciones a una valorización de u$s86.000 millones.
Como parte de la transición, la startup confirmó también que Greg Brockman dejará el cargo de presidente del directorio y permanecerá en su puesto en la empresa, y reportará al CEO.
Días atrás, el propio Sam Altman, reveló que la compañía ya trabaja en crear una nueva "superinteligencia artificial" que promete tener capacidades casi idénticas a los humanos.
El ejecutivo llamó a esta versión como una inteligencia general artificial (AGI) y consistirá en un software que será capaz de realizar acciones complejas como ejecutar código hasta realizar transacciones financieras, enviar correos electrónicos, entre otras funciones.
"Haremos que estos agentes sean cada vez más poderosos y tengan un mayor alcance, mientras que las acciones serán cada vez más complejas a partir de aquí", indicó el cocreador de ChatGPT.
Altman quería sumar a Microsoft como inversor
En aquella ocasión, también trascendió que OpenAI estaba en conversaciones con un fuerte socio como Microsoft, que también participó en el desarrollo del primer ChatGPT.
Los rumores sostuvieron que la empresa pretendía un mayor apoyo financiero de la mano de Bill Gates.
Incluso, el propio Altman admitió que "esperaba" que el CEO de Microsoft, Satya Nadella, acceda a invertir en este nuevo proyecto.
Microsoft es el principal accionista de Open AI, y a inicios de año financió con aproximadamente u$s10.000 millones a la firma de Altman como parte de un acuerdo multianual.
También en aquella ocasión, el exCEO de Open AI, indicó que "el crecimiento de los ingresos en 2023 fue favorable", pero que todavía no pueden hablar de beneficios debido a los altos costos que supone el entrenamiento de estas herramientas.
"Haremos que estos agentes sean cada vez más poderosos (...) y las acciones serán cada vez más complejas a partir de aquí", sintetizó Altman, en una de sus últimas apariciones públicas como CEO de ChatGPT.