Tomás Faroux está convencido de que en Argentina abunda el talento tecnológico. A sabiendas de que muchos países cazan a los profesionales del país para exportarlos a otras tierras, Faroux decidió darle vida a Leapr, un estudio de diseño de experiencias inmersivas que busca no sólo generar productos de alta calidad, sino también devolverle el foco central a los talentos locales.
"Nos amparamos en todo el talento creativo que en Argentina abunda: desde arquitectos, modeladores 3D, guionistas, ilustradores, animadores, músicos, etc. La verdad es que está bastante en boga la gamificación de un montón de experiencias, está muy demostrado el engagement de una narrativa gamificada en la que las personas son protagonistas en vez de espectadores. Esa gamificación se puede aplicar a educación, capacitaciones, entretenimiento, medicina, etc", señala Faroux.
Leapr: cómo se creó la startup
El ejecutivo admite que mientras buscaban en qué proyecto invertir bucearon mucho en el mundo del metaverso, pero la ecuación se dio vuelta pronto: "Tratamos de desprendernos un poco de la moda y después de seis meses estudiando entendimos que lo que genuinamente está creciendo, agregando valor y transformando realidades es la utilización de experiencias inmersivas y de gamificación para todo este tipo de cosas", recuerda.
Según el experto, "esas experiencias van a valer la pena no sólo por la tecnología sino también por la calidad de contenido creativo, que es increíble. Cuando estás hablando de psicología inmersiva, ese espacio tiene que tener una calidad espectacular y te tiene que interpelar porque sino la sensación puede ser muy fea".
"Y la verdad es que nos dimos cuenta de que estábamos en la Argentina que es una fuente de talento creativo de todo tipo, de increíble calidad y muy competitivo. No sólo veíamos ese poder transformador que mejoraba la tecnología sino también la ventaja competitiva de poner el valor creativo argentino en el foco", completa.
Faroux explica su visión sobre la calidad de los profesionales locales con un ejemplo muy concreto: "Imaginate que hoy por ejemplo un modelador 3D, que es uno de los talentos más comunes para la industria, en el mundo cobra en promedio doce veces más que en la Argentina. Entonces, no sólo fue ver una oportunidad de negocio y una tecnología que mejoraba, sino que se trató también de agregar más valor a la región y poner el foco en el talento argentino. Queríamos ser los Mercado Libre o los Globant de este mundo, empresas que generaron un camino estructural enorme creando oportunidades laborales", destaca.
El cofundador del estudio asegura que uno de sus proyectos más desafiantes, el que más talento argentino involucró y también de los que mejores resultados obtuvo fue el realizado para Sandbox.
"Ellos son nuestros principales inversores. Se trata de una plataforma de metaverso descentralizado y cuando empezamos a trabajar con ellos les ofrecimos desarrollar un demo con una narrativa espectacular y llegamos a un juego enfocado en un viaje espiritual donde, ayudando a los demás y conectado con la naturaleza, te volvías una mejor persona. A Sandbox le encantó y hubo muchísimos talentos involucrados: ilustradores, modeladores, arquitectos, músicos, desarrolladores de juegos y guionistas de cine", recuerda.
Hay otro caso que enorgullece a Faroux y, aunque todavía no puede revelar el nombre, no puede contener la emoción de develar el contenido de lo que se viene.
"Vamos a hacer una estructura inmersiva que va a incluir también NFT para apalancar artistas de pueblos del Amazonas, apoyándonos en la tecnología para acortar distancias y conocer esas historias. Además, con lo que se genere de ese arte se va a invertir en las ONG de reforestación del Amazonas. Poder aportar a un proyecto que usa la tecnología para agregar valor a la región nos enorgullece", confiesa.
Leapr: el futuro de la tecnología inmersiva
Faroux está convencido de que el núcleo duro de su trabajo -la tecnología inmersiva sólo puede dar pasos positivos hacia el futuro. "Es increíble cómo están mejorando los dispositivos de realidad virtual y los algoritmos que se usan para los filtros de realidad aumentada", asegura.
Además, remarca que esto se utiliza "no sólo para redes sociales sino por ejemplo para páginas de muebles que te permiten proyectar cómo va a quedar la biblioteca en tu living para hacer una compra. Ese tipo de tecnología está facilitando muchos procesos, crece a un ritmo mucho menos esquizofrénico que el metaverso como concepto y desde ese lado estamos muy confiados".
Tomás Faroux, CEO de Leapr, asegura que el talento local en experiencias inmersivas es de calidad internacional
"Se trata de ver un poco más allá: agregar una capa digital a la vida física para mejorar el trabajo en educación, salud mental, entretenimiento y demás es algo que crece a paso firme y es a lo que apostamos y nos gusta. Veo crecimiento, veo que esto va a seguir transformando, pero a lo que más vamos a seguir apostando es a usar tecnología inmersiva para gamificar un montón de experiencias de la vida cotidiana", agrega.
La inteligencia artificial, por supuesto, no está fuera del foco de Faroux, sobre todo en estos días en los que mucho se habló sobre ella. Su mirada, aunque positiva, es también cautelosa pero con una clara visión a futuro.
"Se puede ver como desafío o un complemento potenciador. Por ahora, lo estamos viendo de la segunda manera porque es un eficientizador espectacular. Lógicamente, traerá cosas malas como lo puede traer un cuchillo o las redes sociales. De hecho creo que le pusimos poco foco al impacto negativo que pueden tener las redes. Si tomamos algún aprendizaje de eso, podemos estar un poco más atentos a cómo estructurar las reglas de juego para usar inteligencia artificial", asegura.
Además, aclara: "Nosotros no queríamos reemplazar la creatividad, lo que hacemos es que sea eficiente la hora hombre para testear, testear y testear, pero a partir de una idea que surgió de un ser humano".
"No sólo arrancamos esto como una oportunidad de negocios, sino como una empresa más que quiere apostar al talento argentino y lo quiere posicionar", concluye.