El rugby es un deporte en el que todos pueden jugar: Los más altos, los más bajos, los más livianos y los más pesados encuentran en el deporte de la pelota ovalada, una posición y un rol específico.
Quizás sea por eso que Simplestate, startup argentina que le permite hasta a cualquier tipo de ahorrista (con una entrada mínima de $10.000) invertir en real estate, contrató como manager de canales, al exjugador del seleccionado argentino de Rugby (Los Pumas) Diego Albanese, quién con su 1,74 metros supo derribar y gambetear a los jugadores más temidos del mundo.
Nacido deportivamente en el San Isidro Club (SIC), jugó en varios seleccionados hasta llegar en 1995 a Los Pumas. Allí jugó 9 años, entre los que se incluyen 55 partidos internacionales y 3 mundiales (95’, 99’ y 03’).
"Si yo le hubiese hecho caso a los que me decían que era muy chiquito debería haber dejado de jugar al rugby. Lo mismo pasa con Simplestate: así como en el rugby puede jugar el de 2 m y 120 kg, también puede jugar un ‘enanito’ como yo", asegura.
En este sentido, revela que dentro de la base de usuarios tienen a "inversores grandes y el pequeño ahorrista o inversor, que quiere empezar y no siempre tiene las herramientas, pero tampoco ganas de dejar la plata abajo del colchón."
Cómo se trabaja en una startup
Hace dos años, Albanese se embarcó en el desafío de participar de una startup como Simplestate.
"Durante muchos años trabajé en empresas grandes y consolidadas, pero cuando llegué a Simple (así la nombra de forma cariñosa) había que hacer todo de cero", remarca.
"En cierta medida era un desafío personal, una forma de salir de mi zona de confort, tal como me pasó en mi carrera deportiva" expresa el rugbier, quien a los 26 años, con una vida resuelta, un título universitario y ya casado, decidió ir al exterior para desafiarse a sí mismo.
"Cuando llegué, algunos me conocían, pero te decían: '¿Vos quién sos? Ganate el lugar'. En una startup pasa un poco lo mismo: hay que ganarse el lugar y la confianza de la gente que no te conoce porque sos nuevo", asegura.
En este sentido, añade que "para trabajar en una empresa en pleno desarrollo hay que tener mucha actitud y ganas de soportar momentos de tormentas, esa es una de las cosas que me dio el rugby."
Diego Albanese con la camiseta de Los Pumas.
"Hay que dedicarle mucho tiempo. Tenés que estar preparado para revisar y corregir sobre la marcha, pero a la vez estar convencido del camino que elegiste", comenta el Licenciado en Marketing.
Y añade: "Gracias al rugby aprendí a trabajar bajo presión o en situaciones incómodas, pero también a no quedarme con lo ganado. Cuando el tren empieza a funcionar, tenés que estar contento y festejar, pero el sábado que viene hay otro partido."
La importancia del trabajo en equipo
Albanese tiene experiencia como entrenador y no puede dejar de ver a Simplestate como un equipo que fue creciendo.
"Hace dos años éramos solo siete u ocho personas, hoy somos 60. Generalmente, cuando algo funciona hay mucha gente detrás, en el trabajo o en el deporte", afirma con orgullo.
Tal vez, por esta forma de pensar, le cuesta colgarse la medalla de la conquista que realizó en el Mundial de 1999, cuando hizo el try que le dio la victoria a Los Pumas ante Irlanda, logrando por primera vez en la historia el pase a cuartos de final.
"Ese try fue, como en el fútbol, 'tomá y hacelo'. Es la consecuencia de una buena toma de decisiones que vino antes y trajo consigo un momento increíble. Lo mismo pasa en el trabajo."
"Para mí trabajar, en Simplestate es como formar parte de un equipo y a mí el deporte me enseñó que solo no hacés nada. En el rugby siempre decimos: ‘Cuando un wing hace un try, hay que aplaudir al pilar que trajo la pelota'. Acá es lo mismo: si el inversor está contento, muchas veces no depende de mí, sino de la tesorería, por ejemplo. Eso te hace formar parte de un todo", grafica Albanese.
Y concluye: "Todo eso hay que generarlo, tenés que saber liderar y escuchar, poder crear un ambiente en el que todos se sientan parte y cumplan un rol importante".