Los emprendimientos son, en muchísimas ocasiones, iguales que los hijos (tanto es así que te dejamos algunas algunas ideas para que puedas entrar al mundo emprendedor con poco capital y desde casa).
Durante su gestación, al igual que la del bebé, el emprendedor lo único que tiene en mente es el nombre la de la futura empresa.
El nombre del emprendimiento es de vital importancia ya que este lo acompañará durante toda su vida. Debe reflejar en parte lo que se quiere transmitir con el emprendimiento, pero a la vez tiene que ser simple y fácil para que los potenciales clientes lo recuerden.
Algunos ejemplos como Apple, Ford y Coca-Cola, entre otros, han atravesado todas las fronteras y es imposible no saber qué representan esas marcas. A nivel local, Globant, Mercado Libre y Arcor, son algunos de los ejemplos de organizaciones cuyos nombres no necesitan introducción alguna.
Al igual que definir una misión y visión, revisar los costos (inclusive ver cómo reducirlos), elegir un buen nombre para un emprendimiento es crucial. Por eso te dejamos estos 8 tips para que cada emprendedor pueda elegir la mejor forma de apodar su creación.
1. Un nombre que suene bien
Aunque parezca algo básico, se debe tener en cuenta ya que el nombre tiene que sonar bien al oído. Existen marcas que usan aliteraciones, repeticiones de sonidos parecidos o idénticos en una misma palabra o frase, en este sentido Coca-Cola, es la más conocida.
Una vez elegido nombre es esencial que se lo repita en voz alta para escuchar si suena bien. No obstante, también se lo debe escribir, porque tiene que verse bien escrito.
2. Dirigido al público
Por más que el nombre nos parezca muy bueno, puede que no signifique nada para el público objetivo al que se apunta. En el caso de un nombre "muy joven", por ejemplo, seguramente no tenga buena recepción en una marca que apunta a un target adulto. El nombre elegido tiene que hablar con los cliente.
3. Necesita un significado
Un bueno nombre para una marca es aquel que el usuario lo escucha e inmediatamente sabe de qué empresa se trata.
En lo posible, se debería elegir un nombre que suene familiar y que evoque recuerdos agradables. Si esto se cumple, automáticamente los clientes recordarán el nombre y lo asociarán a algo emocional.
4. Que pueda ser un acrónimo
Como el caso de YPF, los acrónimos son las iniciales de una serie de palabras que forman una nueva palabra. Al usarlo, es mucho más fácil transmitir una idea más completa, pero de una forma más resumida.
5. No sear tan local
En el caso de elegir un nombre muy local, este puede atar a la empresa a un crecimiento solo nacional, e inclusive regional. En el caso de usar el nombre del país o ciudad como parte del nombre integral, puede causar un serio problema a la hora de querer expandir el negocio a otras frontesas.
6. Cortito y al pie
En este punto, si el nombre es corto no significa que sea más efectivo que uno largo, aunque si es más fácil de recordar.
Se puede tomar como ejemplo el punto número cuatro y usar un acrónimo para simplificar las cosas, aunque existen nombre cortos que también funcionan por si solos.
7. Que sea fácil recordarlo
Si se tienen en cuenta todos los pasos anteriores, este parece una obviedad pero es algo que se debe aplicar si o si. El nombre elegido tiene que tener el efecto directo en las personas para que usen su memoria y asocien la marca con su valor.
8. ¿Está registrado?
El último paso es sin duda uno de los más importantes. Una vez encontrado el nombre ideal, se debe chequear si no está registrado por otra empresa.
Aunque parezca tonto, antes de fundar una empresa se deben revisar los registros locales y nacionales para poder saber si se puede usar o no el nombre elegido.
Se debe tener en cuenta que algunos nombres, sobre todo cuando las empresas actúan de forma eminentemente local o no son competidoras entre sí, pueden repetirse en más de una ciudad.