No abundan los emprendedores que ven cómo un mercado explotará y hará millonarios a los que apuesten tempranamente.
Tal es el caso de Marc Andreessen, inversor, empresario y creador de los primeros navegadores web como los conocemos ahora. Pero también fue la cabeza de otros emprendimientos de peso, como el fondo de capital de riesgo Andreessen-Horowitz, el más importante de Silicon Valley en la actualidad.
Interés temprano en las computadoras
Andreessen nació en Iowa, EEUU, en julio de 1971, pero su infancia transcurrió en el pequeño pueblo de New Lisbon, Wisconsin. Allí vivió con sus padres Lowell, quien se dedicaba a la agricultura; y Patricia, que hacía venta por catálogo.
Desde joven, se interesó en todo lo relacionado con las computadoras y la lectura, gustos que mantiene en su actualidad. Y acertó en su primer pronóstico: el auge de la informática.
En la primaria, Andreessen aprendió de manera autodidáctica el lenguaje de programación BASIC. Con él, intentó diseñar un programa que lo ayude a completar su tarea de matemáticas y hasta creó un videojuego propio en la computadora de la familia.
Al terminar la escuela, ingresó a la Universidad de Illinois para cursar la carrera de Ciencias de la Computación. Enseguida consiguió un trabajo como pasante en el Centro Nacional de Aplicaciones de Supercomputación (NCSA).
Allí, en 1993, el joven genio estaba por acertar por segunda vez: sabía que la naciente Internet no iba a tener límites. Junto a un puñado de compañeros del NCSA creó Mosaic, un navegador que simplificaba el uso de la Web a personas sin conocimientos técnicos al permitir:
- Usar el mouse, ya que los navegadores de ese entonces se usaban con el teclado
- Ver imágenes, además de texto, introduciendo los conceptos de multimedia y diseño web
Fue todo un hito: había creado el segundo navegador con interfaz gráfica (el primero fue ViolaWWW) pero el más popular de esos tiempos. Como se distribuyó gratuitamente, en menos de un año ya tenía 2 millones de usuarios. Además, como recuerda el líder del proyecto Eric Bina, su diseño era "mucho más sofisticado gráficamente que otros navegadores de la época".
Para diciembre de ese año, Mosaic llegó a la portada de la sección de negocios del New York Times, donde se destacaba que era "un programa de aplicación tan diferente y tan obviamente útil que podría crear una nueva industria desde cero".
Salto de calidad
Tras graduarse de la Universidad, el emprendedor se dirigió a Silicon Valley para trabajar en un pequeño fabricante de productos de seguridad para su uso en el comercio electrónico. Pronto fue contactado por James Clark, fundador y presidente de Silicon Graphics, quien buscaba un socio para idear una nueva empresa online emocionante.
En abril de 1994 fundaron Mosaic Communications Corporation (luego rebautizada como Netscape Communications) y Andressen reclutó a los desarrolladores de Mosaic para crear el software "definitivo", al que inicialmente llamaron en un primer momento Mozilla.
En este proyecto, además, contaron con una importante inversión, ya que Clark era uno de los empresarios más ricos del Silicon Valley. En 1995, lanzaron el navegador Nestcape Navigator que en un año y medio acaparó más del 75% del mercado.
"La oportunidad que encontró Andresseen fue la de hacer accesible al público en general una tecnología restringida al ámbito académico, brindar más cantidad de herramientas de usabilidad y una interfaz amigable", señala a iProUP, Leonardo Valente, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA).
Según Valente, "de repente, la ventana al contenido era casi tan relevante como el contenido en sí, ya que la experiencia entre navegadores no era uniforme por entonces",
Con esta premisa, en sus comienzos, la versión beta fue gratis para el mercado educativo, aunque más adelante se lanzó una variante paga de u$s39. Pero nunca la preocupación pasó por hacer dinero rápido, sino por posicionar un producto en una industria que comenzaba una expansión inimaginable como la de Internet.
Netscape salió a bolsa en agosto de 1995 y Andressen, con sólo 24 años, levantó una fortuna de u$s56 millones. La firma tuvo ingresos récord en el primer trimestre de los años siguientes y el emprendedor apareció en la portada de la revista Time, convirtiéndose en uno de los primeros "millonarios de internet".
El primer desafío no demoró en llegar: Microsoft lanzó Internet Explorer en 1996, un navegador gratuito incluído en Windows, el sistema operativo más usado del mundo. Así surgió la "guerra de navegadores": ambas firmas añadían versiones constantemente para atraer la mayor cantidad de usuarios posible.
"La usabilidad y la innovación en características, aunque a veces estas podrían resultar excesivas o incompletas en su desarrollo, terminó resultando su talón de Aquiles. Hasta la llegada de Internet Explorer 3, claramente Netscape fue la elección de usuarios que querían una experiencia más refinada, elegante, y potente", señala Valente.
Para el experto, "el legado más importante es el reconocimiento de estándares abiertos como una materia constitutiva fundamental de la experiencia en Internet, lo que se potenció en su sucesor Firefox. Otro legado importantísimo es el desarrollo del lenguaje Javascript, base de una enorme cantidad de entornos de desarrollo fundamentales en la actualidad para la creación de interfaces de usuario y servidores".
Nuevos proyectos
En noviembre de 1998, el entonces gigante America Online (AOL) compró a Netscape Communications por u$s4.200 millones. En febrero del año siguiente, Andressen se convirtió en director de Tecnología del coloso, por lo que se mudó a Washington D.C.
Siete meses después, renunció para fundar LoudCloud junto a sus excompañeros en Netscape, como Ben Horowitz, Tim Howes y Sik Rhee, que cumplían doble rol: inversores y programadores.
El grupo proporcionaba servicios informáticos a empresas de comercio electrónico. Pero luego la vendió a EDS (Electronic Data System), que cambió su nombre a Opsware en 2003, con Andreessen como presidente. En 2007, HP pagó u$s1.600 millones para quedarse con la firma.
En 2005, Andreessen se asoció a Gina Bianchini para crear Ning ("Paz" en chino), plataforma de blogs y redes sociales con foco en intereses de los usuarios. Esta tercera startup del emprendedor intentó competir contra las flamantes MySpace y Facebook, y sigue existiendo en la actualidad.
Inversor ángel
Entre 2005 y 2009, Andreessen y Ben Horowitz inyectaron por separado un total de u$s80 millones en 45 empresas emergentes, como Twitter y Qik. Los dos empezaron a ser conocidos como inversores "súper ángeles". El 6 de julio de 2009, fundaron su propio fondo de capital Andreessen-Horowitz.
Comenzando con una capitalización inicial de u$s300 millones, en menos de dos años la firma manejaba u$s1.200 millones. Una de sus primeras grandes adquisiciones fue una parte mayoritaria de Skype en 2009 por u$s2.750 millones.
Según Horowitz, la inversión fue vista en su momento como arriesgada por expertos que creían que la compañía se vería afectada por litigios de propiedad intelectual y la competencia directa con Google y Apple. Pero terminó siendo un éxito cuando Microsoft la compró en 2011.
Ese mismo año, el dúo aportó u$s80 millones en Twitter y se convirtió en el primer venture capital con acciones en las cuatro tecnológicas de mayor valor de ese momento: Facebook, Groupon, Twitter y Zynga.
En 2013, Andresen vislumbró su tercera gran oportunidad: las criptomonedas. El fondo invirtió en el gigante Coinbase, la criptomoneda Ripple, la plataforma de NFT OpenSea y el exchange descentralizado Uniswap.
También inyectó capital y ayudó a cotizar en Bolsa a Airbnb, Instagram, Pinterest y Lyft, entre otras. Y sumó a su cartera a varias startups de la región, como las brasileñas Nubank y Loft; la colombiana Rappi y la uruguaya Meitre.
Hoy, el dúo maneja inversiones por más de u$s19.000 millones. En su portfolio ya pasaron más de 1.000 compañías y lideró cerca de 182 "exits", entre ventas y salidas a la Bolsa.
Según cuenta David Kirkpatrick, Andreessen fue también una de las personas importantes en el nacimiento de Facebook. En la etapa de crecimiento de la red social, cuando todavía no dejaba de ser de exclusiva para universitarios, Mark Zuckerberg halló en él a un gran aliado, hasta el punto de convertirse en inseparables.
En 2012, Andreessen fue nombrado en el Time 100, una lista anual de las "100 personas más influyentes del mundo de todos los tiempos". Ese mismo año fue considerado uno de los cinco pioneros de Internet galardonados con el Premio inaugural "Queen Elizabeth de Ingeniería".
Como si fuera poco, también le dedica constantes elogios al sector de las criptomonedas. De hecho, invirtió en Bitcoin y Ethereum cuando el rubro aún estaba en pañales. En su visión, esta industria será la próxima revolución tecnológica a la escala de Internet.
Incluso, en 2014 escribió el "Por qué importa Bitcoin" para el New York Times comentando sobre su potencial impacto económico y social en el futuro próximo.
Otra muestra del genio de Andressen, que ve los negocios antes de que exploten y se vuelvan una tendencia que revolucione toda la sociedad.