Las hojas de cálculo, herramientas utilizadas por los contadores para ordenar su trabajo, son consideradas como elementos muy complejos para quienes no tienen conocimientos al respecto.
Howard Liu observó esta característica y elaboró un software para facilitar la implementación de este elemento contable, haciendo accesible su uso quienes normalmente no están acostumbradas a programar y así pueden crear un sistema complejo en la nube sobre las actividades que realizan.
De esta manera nació la startup AirTable, la cual está valuada en más de u$s 1.000 millones, cuenta con grandes firmas entre sus inversionistas, como Netflix o Tesla, y en palabras de su creador, se trata de "una oportunidad increíblemente grande, con una escala similar a la de Amazon, Facebook o Google".
"El concepto de las hojas de cálculo antecede incluso a la computación. Las hojas de cálculo fueron la primera aplicación que se impuso brutalmente sobre su competencia", explicó Liu, y luego agregó que "resultó difícil explicar el concepto a los inversionistas", el cual no sonaba como una idea completamente nueva para anticipar que se transformaría en un Unicornio.
"Ves todas estas presentaciones de ventas que muestra una tabla de crecimiento, el tamaño del mercado y todas esas cosas. Las nuestras no tenían nada que ver con eso. Honestamente, creo que muchos de ellos perdían el interés. Recuerdo claramente unos pocos casos, incluso con los inversores que decían que sí, en los que ellos señalaban 'no entendemos realmente de lo que ustedes están hablando'", explicó.
Liu, quien aprendió programación de pequeño y con apenas 16 años ya era estudiante de diseño computadorizado en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, creó una compañía responsable de un software para ayudar a las empresas a manejar las relaciones con los clientes, la cual vendió en 2011 al gigante informático Salesforce.
Esta exitosa operación le permitió obtener el respaldo necesario cuando estaba armando los cimientos de AirTable.
En la actualidad la startup tiene su sede en San Francisco y apenas cuenta con unos 80.000 clientes comerciales, aunque la cifra va en ascenso y encontró mucha popularidad entre las ONG.
Una gran cantidad de usuarios famosos ha ayudado a correr la voz, aunque la empresa ha encontrado mucha popularidad también entre firmas mucho más pequeñas, particularmente entre ONG.
Cuando el huracán Harvey golpeó Texas y Louisiana en 2017, AirTable fue usada para registrar a las mascotas rescatadas y ayudar a reunirlas con sus dueños.
La aplicación tiene un plan gratuito, con funciones y capacidad limitada, y planes de pago mensuales para pequeñas empresas.
El éxito convierte a AirTable, de forma bastante cómoda, en un "unicornio", el nombre con el que se conoce a las empresas cuya valuación supero los US$1000 millones.
Se trata de un símbolo de estatus que muchos luchan por alcanzar en San Francisco, pero a Liu no le gusta el término. "Visceralmente se siente. cursi. Creo que es una etiqueta que tiene un peso innecesario o artificial", señaló.
El empresario consideró que demasiadas startups, particularmente en San Francisco, usan la etiqueta de unicornio para aparentar ser más grandes y más imponentes de lo que realmente se justifica. "En el corto plazo, podés mantener las apariencias. Pero si te enfocás tanto en lo que otros piensan de vos, no te concentrás en las cosas correctas. En el largo plazo, lo que realmente importa son las bases de tu negocio", agregó.
Alex Wilhelm, editor jefe de Crunchbase, una página web de seguimiento de inversiones, menciona varios motivos que hacen atractiva a AirTable.
"AirTable toca unas cuantas tendencias sobre las cuales los inversores de riesgo están interesados en este momento", afirmó.
"Se relaciona con la idea de que los consumidores se están mostrando ahora más dispuestos a pagar una pequeña suma para disponer de un software que les ayuda a organizar su trabajo o sus vidas. Además, es algo que los propios inversores pueden entender y usar por si mismos. Nunca hay que subestimar el poder que tiene eso", concluyó.