Con cinco empresas de delivery de comida o logística ya instaladas en Rosario, la regulación en el municipio no tiene paz ya que insisten en que el Ejecutivo debe encuadrar la actividad y someterlas a la legislación vigente.

Entre estas aplicaciones de servicios móviles, Rappi fue un poco más allá y colocó un bicicletero con seis espacios para que los jóvenes que trasladan mercadería puedan en Corrientes y Pellegrini contar con su parada.

 

"Para poner un bicicletero hay que pedir permiso al Concejo, o el municipio debe analizar el pedido. Rappi no está habilitado y usa para su provecho el espacio público. Una cosa más de esta empresa no habilitada que ni siquiera se tomó el trabajo de ir a la Intendencia a contactarse con funcionarios para analizar las condiciones que se le exigen para su autorización", dijo edil justicialista, Eduardo Toniolli, quien inmediatamente solicitó al Ejecutivo el retiro de la esquina de Corrientes y Pellegrini, al considerar que "se trata de una invasión no autorizada del espacio público por parte una empresa no habilitada".

Por la tarde, luego de haber montado su bicicletero desde el lunes pasado, Rappi o alguien vinculado, retiró el aparato. "Tomó lo que es de todos nosotros sin pedir permiso y en nombre de una empresa no habilitada", finalizó Toniolli.

En los primeros días del mes, el Sindicato de Cadetes de Rosario detectó la llegada de otras dos nuevas aplicaciones que se suman a las tres existentes en la ciudad, según informó La Capital de Rosario.

"Además de Rappi, Glovo y Pedidos Ya, hace unos días desembarcaron Moobi y Rapiboy; lo que hace un total de cinco empresas que reclutan jóvenes por internet, sin tributar un peso a la ciudad y en un estado de precarización laboral", había señalado el titular del gremio, Gustavo Yedro.

Desde el gremio opinaron que el florecimiento de la actividad es previsible: desocupación, caída de salarios, necesidad de un ingreso e inflación empujaron a muchos a subirse a una bici o una moto para hacer delivery.

"No pagan ningún tributo, a contrapelo de cualquier empresa que contrata trabajadores y cumplen con la legislación. No dejan ni un mango para la Municipalidad y deterioran nuestra actividad, en momentos donde el trabajo cayó un 40 por ciento. Ellos cobran la mitad de lo que podemos percibir", había insistido Yedro.

Cuando se retomen las actividades en el Palacio Vasallo está prevista la convocatoria a los chicos que se sumaron a las aplicaciones y pedalean con casco y mochila por las calles rosarinas.

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