La pandemia mundial de coronavirus cambió el mundo para siempre. En Argentina, la cuarentena obligatoria que se extendió durante gran parte del 2020, modificó la forma de vivir y consumir de los argentinos. En ese marco, muchos emprendimientos tuvieron que bajar las persianas y otros reinventarse para seguir a flote.
En este contexto, Tomás Calvagna, fundador de la popular cuenta de Instagram El Club del Bajón, encontró la forma de reinventarse, ayudar a locales gastronómicos e inclusive expandir los alcances de su marca con productos de pastelería e inclusive una agencia de marketing.
Con alianzas con más de 300 restaurantes conocidos en dos años, detectó una demanda clara por parte de su comunidad: la necesidad de descuentos y nuevas propuestas. Ahí se reinventó por primera vez.
El joven que había creado una guía gastronómica con una comunidad de más de 800 mil seguidores en Instagram, pasó a desarrollar platos propios junto a los diferentes comercios, bajo el nombre de "Línea Bajonera". Estos menús tienen como objetivo ser innovadores, atractivos y, sobre todo, "Instagrameables".
La "Línea bajonera" busca ser innovadores, atractiva y, sobre todo, "Instagrameable"
"El éxito de la ‘Línea Bajonera’ llevó a los restaurantes a notar la importancia de saber comunicarse y vender de la forma correcta. Esta necesidad que surgió espontáneamente, hizo que El Club del Bajón se convirtiera en una agencia de marketing y publicidad enfocada en el sector gastronómico que, en menos de una semana, ya tenía a sus primeros cinco clientes y en la actualidad es la agencia especializada en gastronomía más grande del país", comenta a iProUP Calvagna.
A su vez, cuando se decretó la cuarentena, Calvagna relanzó su marca volcó todos sus esfuerzos en El Club del Bajón Dulce, y creó productos de pastelería con cocineros propios. Así fue que para la Semana Santa del año pasado, vendió más de 1.500 huevos de pascuas y, a partir de ahí, comenzó a desarrollar todo tipo de tortas y postres al estilo "food porn", en donde nunca faltan ni el dulce de leche ni Nutella en grandes cantidades.
Primeros clientes y explosión
Con un target bien definido, Calvagna salió a buscar clientes, y el primero en aparecer fue Fritz, una marca que vendía papas fritas. "A ellos les encantaba como era la comunicación en Club del Bajón y nos contrataron para manejar sus redes sociales. Luego de la mano de Madigan realizamos el primer evento en donde convocamos más de 500 personas y al día siguiente nos escribieron 5 comercios de la zona para que les manejemos sus redes sociales", explica el fundador.
Hoy, la firma trabaja con diversos restaurantes como Fausto, El desembarco, Mi barrio, Dr. Papa, La catedral, Dbox, Monti, entre muchos más.
El Club del Bajón Dulce es la nueva línea de productos de la empresa.
Al tiempo, se sumó Pablo Ertola al negocio como Director de estrategia y la agencia llegó a trabajar con más de 30 locales (Mi barrio, La catedral de las hamburguesas, El desembarco, entre otros) y también grandes marcas, como McCain, Pepsico, Unilever, Pedidos YA, y McDonald´s.
"Para Mayo del 2020, cuando los comercios gastronómicos lograron acomodarse nuevamente, se dieron cuenta de dos cosas", cuenta Tomás Calvagna y explica que "por un lado, notaron que no sabían cómo vender comida online y, por el otro, las plataformas de delivery tenían comisiones muy altas para los comercios y les era complicado seguir con vida".
De esta forma, recuperaron a muchas de las marcas con las que trabajaban y sumaron otras nuevas, que los contactaron para que les desarrollaran su canal de ventas digital. En varios casos, han ayudado a comercios a potenciar su delivery propio y llevar la facturación de $200.000 pesos mensuales a $1.400.000.
Sin una inversión inicial (lo priemero que hizo Calvagna fue abrir una cuenta de Instagram gratuita), la empresa facturó $30 millones y el objetivo para este 2021 es duplicar esa cifra.
Crecimiento exponencial
"La pandemia ha marcado un antes y después en todas las industrias, particularmente en la gastronomía y en el mundo foodie observamos que por un lado, los comercios necesitan tener una presencia sólida en las RRSS y por otro lado, los usuarios buscan permanentemente nuevos lugar y propuestas para salir a comer", comenta el fundador del Club del Bajón.
Y poco el foco en una tendencia que no escapa a muchos locales gastronómicos de la actualidad: "El crecimiento de las dark kitchen es algo que está a la vista, y estamos desarrollando una unidad de negocios con este modelo".
Los productos dulces también buscan ser atractivos y cargados golosinas.
En un 2021 aún incierto, pero con la campaña de vacunación en marcha y la perspectiva de volver a la "normalidad" de a poco, la empresa cuenta con un equipo de 30 personas, que van desde community managers, fotógrafos, generadores de contenido, diseñadores, editores, y ejecutivos de cuentas, entre otras posiciones.
Los socios, que tienen la cuenta foodie más grande de Latinoamérica, proyectan para este año el desarrollo unidades de negocios paralelas (como Darks Kitchens, Franquicias, etc) y lanzar su propia app móvil, donde podrán ofrecer a la comunidad, de manera consolidada, todas las promociones y descuentos que tienen en los comercios con los que trabajan.
"La versatilidad que manejamos como emprendedores fue clave para conseguir sobrevivir a la pandemia", concluye el fundador y concluye: "Por eso seguiremos reinventándonos: lanzaremos nuestro canal de recetas oficiales, en donde mostraremos el preparado de comidas fáciles y rápidas para que la comunidad pueda disfrutar en su casa, y con nuestra app esperamos expandirnos en la región".