La pandemia de COVID-19 parece haber consolidado como una fuente de empleo y generación de recursos el emprendedorismo senior, que se inicia a los 50 años de edad.
Según explicó Sergio Roses, profesor de RR. HH. de la Universidad El Salvador, en un artículo de Emprendedores News, se suele hablar de la "silver economy" para hacer referencia a un fenómeno relacionado con el impacto económico de una mayor expectativa de vida de la población mundial, que genera un mercado de bienes y servicios destinados a satisfacer las necesidades de las personas mayores.
Este es un segmento que tiene, en general, poder adquisitivo elevado, y a la vez tiene menores cargas económicas, con más tiempo libre y disponibilidad para vivir nuevas (o pospuestas) experiencias.
Pero a la vez como contraparte generó un fenómeno en el mercado laboral que se profundizó durante la pandemia: el emprendedorismo como una fuente de empleo y generación de recursos de parte de personas mayores de 50 años.
Roses asegura que las personas mayores también juegan un rol importante en el ecosistema emprendedor, y muchos autores encuadran en esta categoría a los emprendedores de 55 años o más, a quiénes se denomina "emprendedores silver" o "emprendedores seniors".
Si bien pueden existir distintas motivaciones para iniciar un emprendimiento (a cualquier edad), en general se habla de dos factores: "push" y "pull". Los primeros (push) se relacionan con los emprendedores por necesidad, y por tanto están asociados a factores negativos desde el punto de vista motivacional. En cambio, los segundos (pull) inician un emprendimiento motivados por la detección de una oportunidad y, por tanto, se relacionan con factores positivos.
Sea por necesidad o por oportunidad, los emprendedores que pasan los 50 tienen múltiples beneficios para la sociedad, permitiendo afrontar los desafíos del cambio demográfico, excribió el consultor en Empendedores News. Desde el punto de vista económico, constituyen un factor generador de empleo, al retirarse más tarde demoran o complementan los beneficios (muchas veces exiguos) de lossistemas de seguridad social, y generan un importante movimiento económico.
Proponen crear estímulos para emprendedores senior al igual que se apoya el emprendedorismo joven
Desde un punto de vista social, los emprendedores senior permiten preservar y compartir un acervo de conocimiento y experiencias acumulado que tienen un alto valor para la sociedad en general. Además, desde el punto de vista de la persona, presenta los efectos positivos asociados al bienestar que genera la actividad a mayor edad.
Así, el emprendimiento senior, puede ser una herramienta efectiva para combatir el desempleo de las personas mayores y contribuir al desarrollo social y económico de la sociedad aplicando mecanismos de promoción tanto de nivel de políticas públicas como de prácticas corporativas. Esto requiere mirar las políticas de promoción y desarrollo del emprendimiento hacia este grupo de la misma manera que se hace hacia el emprendimiento joven, reclama Roses.
Un mayor foco en el emprendimiento de este segmento demográfico requiere contemplar sus características específicas. Las personas que superan los 50, no solo tienen más experiencia profesional, sino también tienen acceso a una mayor red de contactos profesionales, un alto nivel técnico y de gestión, generalmente una situación financiera más estable y enfrentan menos riesgos, pero tienen menos intención de comenzar un nuevo entendimiento comparado con los más jóvenes.
Esto hace que la aceleración del envejecimiento de la población pueda resultar en un decrecimiento general de la actividad emprendedora.
En América Latina, la coexistencia de sistemas laborales altamente regulados con altos niveles de informalidad, en un contexto de transformación del trabajo a nivel global, se experimente un incremento de la presión sobre el mercado de trabajo, particularmente en el segmento poblacional de las personas mayores, uno de sus grupos de mayor riesgo.
En este marco, el fomento del emprendimiento senior tiene un alto impacto económico y social, aspecto que hace imprescindible un mayor conocimiento acerca de su naturaleza y caracterización, a los fines de generar un marco legal y políticas públicas de largo alcance en el ámbito de la región.