Antes, el modelo tradicional para iniciar una empresa se basaba en tener una idea, elaborar un plan de negocios y aproximadamente 12 meses después lanzar el producto al mercado con la esperanza de que funcionara. Sin embargo, esta estrategia entorpece el proceso de creación y muchas veces termina en el desánimo del emprendedor y con miles de pesos (y de tiempo) gastado en proyectos inviables y fallidos, asegura César Salazar.
Hace aproximadamente cinco años se popularizó el concepto de ‘lean startup’, engendrado por Eric Ries. Éste hace referencia que el ciclo de desarrollo de un producto puede acotarse y los negocios pueden dirigirse más eficientemente midiendo los procesos y las retroalimentaciones.
Salazar, impulsor de Startup Weekend afirma que esta forma de pensar es la que está dictando el mundo de los negocios innovadores. Explica que el término ‘lean’ muchas veces es mal usado y relacionado con una metodología “chafa” y de poca calidad. Sin embargo, el inversionista promueve la idea de que ‘lean ain’t cheap’ (lean no es igual a barato) sino que, por el contrario, es una forma de construir startups en menos tiempo y con un mayor potencial de éxito.
El lean thinking es la ideología que dirige a la mayoría de los empresarios en Silicon Valley. Es un modelo basado en la experimentación y también en la aceptación del fracaso. De hecho, el fracaso es parte esencial para conseguir metas y el crecimiento, tanto personal como profesional.
César lo sabe por experiencia propia. Creó su propia empresa a los 17 años, la cual tuvo que cerrar por su falta de compresión hacia ciertos temas como el control del flujo de efectivo. Tras trabajar en varias empresas de software, visitó Silicon Valley donde aprendió más acerca de este concepto y sobre aprovechar las “cuestiones culturales para desarrollarse todos los días”.
El lean thinking propone que la desventaja del modelo tradicional (elaborar un plan de negocios grueso y estático) está en que éste se basa en las suposiciones del emprendedor. “El emprendimiento se trata de traer cosas que aún no existen en un mercado”, dice Salazar a Entrepreneur
El especialista asegura que este nuevo modelo se compone de cinco ejes principales:
Aprendizaje continuo
Lean se trata de aprender. Es ver las cosas a través del aprendizaje; preguntarte antes de hacer algo qué es lo que aprenderás de ello. Para Salazar, en el mundo de las startups es esencial el networking y rodearte de mentores y personas que puedan enseñarte algo.
El inversor recomienda al emprendedor tener bien identificados a los líderes más influyentes de su campo para conectarse con ellos y aprovechar su experiencia.
Experimentación
Muchos emprendedores creen erróneamente que todo ya está definido. Para crear una lean startup debes empezar asumiendo que no sabes nada y estar dispuesto a experimentar tus ideas para comprobar si funcionan o no.
Por ejemplo, Facebook constantemente está experimentado (siempre está en fase ‘beta’), lanzando aplicaciones y actualizaciones. Según la respuesta de los usuarios, la red social decide si conservarlo, eliminarlo o mejorarlo. Todo a muy bajo costo.
En este punto, Salazar destaca la importancia de saber diseñar experimentos para comprobar nuestras hipótesis.
Data driven
Sin duda, una de las grandes ventajas que ofrece el ámbito digital es la posibilidad de medir y cuantificar buena parte de nuestros esfuerzos. “No se trata sólo de la observación cualitativa, sino también de los resultados cuantitativos”, dice Salazar. Medir y evaluar tus esfuerzos te permitirá hacer cambios a tiempo y evitar poner todo tu esfuerzo en problemas que ni siquiera existen.
Iterativo
El proceso lean se trata de repetir una y otra vez; de regresar a los pasos caminados (y que pensamos que están superados) y encontrar en ellos nuevas oportunidades.
Otra vez el aprendizaje es la clave. Debes estar abierto al cambio y a la conciencia de que siempre es posible mejorar. Lean no sólo es 'delgado', es saludable y eficiente.
Rapidez
El mundo avanza rápidamente, al igual que la tecnología y las modificaciones en los hábitos de los consumidores. Por ello el pensamiento lean es el que mejor se adapta a esta estructura: hay que moverse rápido, lanzar rápido al mercado, aprovechar las oportunidades e identificar rápido los errores y los fracasos.