Hace algunos días, Coinbase anunció que convertía en un "miembro principal" de Visa. En una aparente primicia para la industria de las monedas digitales, la firma es ahora capaz de emitir tarjetas de débito sin tener que involucrar a terceros. Anteriormente, Coinbase había lanzado sus tarjetas físicas en colaboración con intermediarios autorizados, de manera similar a las docenas de otras empresas de divisas 4.0 que ofrecen tales opciones a sus clientes.
Si bien Coinbase no compartía su estrategia, técnicamente, el nuevo estatus le otorga la posibilidad de emitir tarjetas a otras empresas cripto. Estos plásticos son en muchos aspectos similares a los bancarios, utilizados por millones de personas en todo el mundo para las compras cotidianas. La principal diferencia es que permiten a los usuarios depositar y convertir monedas virtuales de forma instantáneo por dinero fiduciario.
Las cripto-tarjetas también aprovechan la infraestructura existente de Visa/Mastercard, ampliamente utilizada en todo el mundo, lo que permite a sus titulares pagar en divisas digitales por cualquier producto o servicio que pueda adquirirse mediante un pago con tarjeta de débito o crédito, ya sea en una tienda o en línea. Para lograrlo, las empresas emisoras de cripto-tarjetas convierten sin problemas los activos digitales para cada pago (tarjetas de débito) o permiten que el usuario los transfiera a una cuenta fiduciaria dedicada, que a su vez puede utilizarse para las compras cotidianas (tarjetas de prepago).
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Esto rompe una de las mayores barreras para la adopción generalizada de bitcoin y otros activos. La mayoría de los comerciantes siguen siendo reacios a aceptar las criptomonedas por diversas razones, entre ellas, el estigma general que aún pesa sobre los activos digitales, mientras que muchas divisas virtuales siguen enfrentando problemas de escalabilidad que obstaculizan drásticamente su capacidad de rendimiento.
Además, muchos exchanges sólo ofrecen posibilidades de trading entre divisas virtuales, y la conversión de tokens a fiat sigue siendo un proceso complicado y a menudo prolongado. Las tarjetas de débito de monedas digitales, por su parte, presentan un cómodo punto medio tanto para los comerciantes como para los titulares: A los primeros no se les exige que actualicen su infraestructura de pago, mientras que los segundos no tienen que convertir manualmente sus ahorros en criptoamonedas cada vez que compran una taza de café.
Aunque las cripto-tarjetas convierten los activos digitales en tiempo real, la infame volatilidad de las divisas virtuales no es una preocupación, según argumentó Juan Villaverde, el principal especialista en activos criptográficos de Weiss Ratings, en un correo electrónico dirigido a Cointelegraph:
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En cuanto a los verdaderos inconvenientes de las tarjetas de débito de divisas virtuales, Villaverde dice: "Por lo general, su uso conlleva mayores gastos", sin embargo, "es probable que sea sólo una consecuencia de lo difícil que es para un usuario conseguir una".
Antes del último anuncio de Coinbase, todas las cripto-tarjetas habían sido supervisadas por los llamados sponsors del BIN, empresas que actúan efectivamente como intermediarios, cobrando a las empresas de monedas digitales por proporcionarles acceso a las redes de Visa o Mastercard. A diferencia de la mayoría de las empresas cripto, éstas están autorizadas como socios principales de los gigantes de los pagos y, por lo tanto, están autorizadas a emitir tarjetas de débito en su nombre. Hasta ahora, podría decirse que ha sido la esfera más problemática del sector.
En febrero de 2020, Coinbase reveló que ella misma se había convertido en un miembro principal de Visa, lo que significa que el exchange es ahora su propio sponsor de BIN y no necesita una tercera empresa financiera para emitir sus tarjetas Visa. Según Forbes, el gigante de los pagos se asoció con Coinbase en diciembre, pero el desarrollo sólo se ha hecho público recientemente.
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Como observa Villaverde, el hecho de que Coinbase - una empresa totalmente centrada en los activos digitales- es ahora capaz de emitir tarjetas Visa directamente y podría "transformarla en una especie de intermediario". La industria de la emisión de tarjetas es un sector muy floreciente debido a la disminución de la popularidad del dinero en efectivo. Generó 107.000 millones de dólares en ingresos el año pasado sólo en los EE.UU., según un informe de IBISWorld.
La nueva tarjeta Coinbase, que será lanzada a finales de este año, estará disponible en 29 países, incluyendo Dinamarca, Estonia, Noruega, Portugal, Suecia, además de las jurisdicciones europeas mencionadas anteriormente cuyos residentes ya están usando las tarjetas de débito Coinbase que fueron emitidas el año pasado. En particular, la nueva tarjeta Visa no estará disponible para los usuarios de EE.UU. debido a cuestiones fiscales.
Por el momento, sólo una empresa fue licenciada como participante de pleno derecho de la red de Visa, lo que significa que todavía hay un largo camino por recorrer.