Se está jugando otro partido. Las fintech, envalentonadas por la validación de su negocio que "llegó antes de tiempo" gracias al ímpetu digitalizador de la pandemia, hoy vislumbran un paso más allá para ser pisar bien fuerte en el sistema financiero tradicional.
En este "paso a paso" que siguen a rajatabla las nuevas financieras digitales, el roadmap contempla en muchos casos la posibilidad de obtener una licencia similar a las de una entidad "tradicional".
El movimiento dista de ser giro inesperado para la banca convencional, que ya avanzó con propias propuestas 4.0: desde "ir en patota" con la billetera MODO, pasando por las wallets propias (Nación y Provincia) hasta la creación de una "segunda marca" 100% digital, como IUDÚ (Supervielle), Naranja X (Galicia) o el reciente OpenBank (Santander).
MODO, la fintech de los bancos, empieza a ganar lugar en el mercado.
La pelota ahora está en el terreno de las fintech. Especialmente, los dos unicornios:
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Ualá: compró Wilobank y espera aprobación del BCRA. Lanzó el servicio en Colombia gracias a una "licencia más completa" que la de Argentina o México, según reconoció su CEO, Pierpaolo Barbieri
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Mercado Pago: tiene licencia de entidad financiera en Brasil y acaba de comprar Redelcom, firma que emite tarjetas y ofrece servicio POS en Chile
Pero no se trata de "comprar competidores" ni meramente convertirse en uno. El fin último va mucho más allá.
La clave
"Al final del día, la plata de las billeteras duerme en los bancos", fue una frase que miembros del sector fintech repetían para mostrar que hay complementariedad antes que rivalidad entre ambos rubros.
En Argentina, varios bancos prestan conexión con el sistema financiero y cuentas CVU. Uno de los que pegó primero –y más fuerte– fue el Citi: si bien vendió su negocio minorista en el país a Santander, hoy está presente "entre bambalinas" en Mercado Pago, Ualá, Moni y otras billeteras.
Ahora, ¿las fintech buscan ser bancos para evitar abonar por este servicio? Según expertos consultados por iProUP, no es el propósito principal y es escasamente probable que cambien su "infraestructura".
"El principal beneficio de contar con un brazo bancario es básicamente una clarificación regulatoria que les permite realizar ciertas actividades, como captar depósitos y efectuar préstamos con ellos", asegura a iProUP Ariel Setton, economista y experto en medios de Pago.
Este mecanismo, conocido como intermediación financiera, está prohibido en Argentina para las fintech. En cambio, Setton indica que estos "fondos deben quedar en cuentas a la vista o del BCRA, y el dinero que se preste debe surgir de capital propio" de la firma.
Ualá es de las fintech más populares de Argentina y la región.
En el mismo sentido, Santiago Mora, socio de GPG Advisory Partners y director de cursos sobre fintech y criptoactivos en UBA y Udesa, remarca a iProUP : "Les sirve tener vinculación societaria con un banco porque requieren muchos de sus servicios. En particular, los proveedores de servicios de pago (PSP) necesitan abrir cuentas en las cuales tener depositados los fondos de sus clientes", señala a iProUP.
Ignacio E. Carballo, director de Ecosistema Fintech de la UCA, coincide con sus colegas y afirma a iProUP que les "permitiría ofrecer nuevos productos y servicios para seguir sumando a su ecosistema, especialmente aquellos que sólo puede tener la banca en la Argentina, como plazos fijos, compraventa de divisas, percepción de haberes y tarjetas de crédito".
En efecto, el cobro de sueldos, jubilaciones y planes sociales está limitado a las cuentas con CBU, es decir, las que sólo ofrecen las empresas con licencia de banco o financiera, no así las fintech.
Además, este servicio explica gran parte de las casi 106 millones de cuentas bancarias que hay en el país, contra 24 millones de sus rivales "virtuales", que prácticamente se triplicaron en la pandemia.
"El cobro de sueldos y beneficios sociales resolvería el primer y principal problema que tienen todas las billeteras: que el usuario decida hacer cash-in. Por un lado, reduciría costos de entrada, pero principalmente activaría el uso de productos y servicios actualmente existentes en las billeteras", completa Setton.
Carballo coincide en que "les posibilitaría contar con nuevos ingresos y generar rentabilidad al fondeo, que puede considerarse una reducción implícita de costos". Además de todas estas ventajas en términos de servicios, también les abriría la puerta a beneficios "políticos" y servicios cross.
Más allá de los costos
Setton insiste con la "clarificación regulatoria", es decir, una pauta más simple y a largo plazo de lo que pueden hacer (y no) como fintech al tener dentro de su esquema a un banco.
Carballo coincide y afirma que se trata de "una ventaja no menor desde el punto de vista coyuntural", luego de que el BCRA obligara a las billeteras a "encajar" (bloquear) el 100% de los depósitos, lo que no les permite ganar rentabilidad en cuentas remuneradas.
Según el economista, "contar con un banco les permitiría capear cualquier normativa improvisada de la noche a la mañana y los alejaría de una situación precaria de previsión a futuro, ya que a la banca no les cambian tanto las reglas de juego como sí lo hacen con las fintech".
En igual sentido, Mora añade: "Les sirve estar vinculadas societariamente con un banco para tener, de algún modo, una silla en las cámaras bancarias e impedir movidas perjudiciales para el sector".
Mercado Pago es el mayor exponente de la industria fintech en Argentina.
También promoverían una estrategia beneficiosa: el Open Banking, que posibilita que los sistemas de los bancos se conecten a los de terceros –otras entidades o fintech– para dar servicios asociados sobre cuentas, tarjetas, préstamos, plazos fijos y otras productos financieros.
Este servicio se ofrece a través de una API (Interfaz de Programación de Aplicaciones), un estándar muy utilizado entre las bigtech para compartir datos de manera segura. Por ejemplo:
- La Ciudad de Buenos Aires recolecta estadísticas en tiempo real sobre el tránsito, como cortes e interrupciones, estado de la línea de subte, etcétera
- Esos datos se distribuyen a través de una API a terceros para que los incluyan en sus propias plataformas (previo aval oficial)
- Google Maps, Moovit o cualquier otra app los integran para ofrecer a sus usuarios mejores opciones de traslado
Así, los usuarios serían "dueños" de sus datos bancarios y podrían habilitar su uso en otra aplicación para, por ejemplo, centralizar saldos de sus cuentas y tarjetas o abonar desde cualquier billetera con su caja de ahorro sin tener que fondearla previamente.
"A través de Open Banking y finanzas embebidas ambas plataformas pueden vincularse y ofrecer desde una los servicios de la otra", remarca Mora.
Setton completa que, por el momento, este concepto "está lejos de ser implementado en Argentina. Las acciones intermedias que fueron dándose son resultado de acuerdos entre privados y no como una directiva general".
El experto hace alusión a MODO, la billetera de una treintena de bancos que –API mediante– comparte la información de los usuarios que la den de alta para que realicen pagos o transferencias entre cuentas propias y de terceros que también tengan la app. Ank, del Itaú, ofrece opciones similares.
Lo que viene
Tanto el Banco Central como Ualá mantienen silenzio stampa sobre el proceso de aprobación de la fusión del unicornio con Wilobank. En el sector estiman que el organismo liderado por Miguel Pesce podría anunciar el resultado en el primer semestre.
Por su parte, Mercado Pago probablemente desestime la posibilidad de un movimiento similar para evitar roces con La Bancaria luego de que su titular, Sergio Palazzo, la eligiera como ejemplo para lanzar un –hasta ahora– infructuoso encuadre del personal fintech en su gremio.
Setton asegura que "luego de unos par de años de expansión fuerte, probablemente se vea la consolidación de los principales jugadores en el terreno fintech". En su visión, "muchas de las estrategias digitales de los bancos van a pérdida. En caso que no logren generar un caudal importante de usuarios y transacciones, no tendrán alternativa y deberán cerrar". Algo similar ocurrirá con las fintech: sólo habrá un puñado que se quedará con una porción del mercado interesante.
En este sentido, Carballo anticipa que todas las entidades "apuntarán a fidelizar y servir al cliente digital. Será un mercado más competitivo y las fintech enfrentarán a los bancos que, tras una digitalización acelerada de dos años, descubrieron que la 'fórmula de la Coca-Cola' siempre estuvo ahí, con proveedores que les permitían proveer los mismos servicios".
En sentido contrario, será difícil para las fintech convertirse en "bancos", más allá de las firmas que tienen caja para hacerlo. De hacerlo, Carballo resalta "que el ecosistema de billeteras va hacia el modelo de superapp, con servicios contiguos. Por ejemplo, podrías percibir los haberes en Mercado Pago y, al margen de cualquier beneficio o descuento, tendrías cierta cantidad de envíos gratuitos por mes".
"Empezarán a aparecer propuestas inhouse. Si el día de mañana, se pudiera depositar el sueldo en la billetera de Rappi o PedidosYa, aparecerían nuevos servicios que están muy cerca de ofrecer y otros novedosos que no imaginamos ni llegarán hasta que no se dé la competencia", completa.
Sin embargo, para las fintech de pago no todo es color de rosa. Carballo afirma que "las inversiones y los pagos se estaban viendo como separado, salvo con los fondos de inversión de Mercado Pago y Ualá". Pero al avanzar sobre los pagos –y los bancos– perdieron de vista a otro importante competidor.
"Cada vez más empresas de inversión están yendo hacia los pagos y las tarjetas. Los que llevan la delantera son los exchange cripto, que históricamente ganaban con el arbitraje de la compraventa. Pero Lemon, BuenBit, Belo y Prex dan tarjetas con cashback. Será algo para tener en el radar este año", concluye.
¿Las fintech argentinas finalmente buscarán ser un banco? Los expertos ven con buenos ojos que esto suceda y que la competencia destrabe un nuevo nivel de servicios financieros en Argentina.