Las fintech viven un veranito en comparación con el cielo abrumador y gris que ve el resto de las industrias en la Argentina. La caída del consumo, la inflación y la escalada del dólar no le han generado daños considerables a un sector que, pese a todo, registra un crecimiento del 110% anual y ya acumula 6.000 puestos directos y 90.000 indirectos.
Pero no todo es color de rosa. Las financieras de base tecnológica divisan una "nube" tributaria que podría cambiarles el paisaje. Los altos impuestos representan un motivo de asfixia para los pequeños y medianos empresarios y una traba para los consumidores que buscan, cada vez más, precios bajos u oportunidades de compra que se adapten a su bolsillo.
En este sentido, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señalan que la voracidad recaudatoria está poniendo en jaque al sistema productivo: "El nuevo mecanismo anticipado de cobro de Ingresos Brutos a las transacciones con tarjetas es un duro golpe a las Pymes que ya no pueden resistir la presión".
En un país en el que la presión tributaria supera el 30 % del PBI, según entidades internacionales como la OCDE y la Cepal, toda normativa que aflore y sume carga fiscal a los comercios es vista como una amenaza.
En este sentido, genera alta preocupación un régimen (Sirtac) que viene a proponer el cobro anticipado a las tarjetas, justo en plena recesión y caída de consumo. Las compañías agrupadoras de pagos no ocultan su malestar ante esta iniciativa.
Por el momento, las fintechs se mantienen ajenas a muchas de las regulaciones que afectan a los bancos y las transacciones con métodos de pago tradicionales. Más aun, ven la oportunidad de aprovechar esta ventaja competitiva para ganar participación y sumar usuarios.
La facilidad de abonar con el smartphone es el principal atractivo para que más personas incorporen billeteras virtuales, que vienen ganando aceptación a partir de los beneficios que ofrecen en términos de comisiones y costos.
En qué consiste
El nuevo régimen Sirtac publicado en Boletín Oficial establece un régimen de retención de Ingresos Brutos sobre:- Las liquidaciones o rendiciones periódicas derivadas de las transacciones con tarjetas de crédito- Las recaudaciones mediante administradores de sistemas transaccionales
Con esa definición, Mercado Pago queda incluido (por ser un operador de pagos), si es que las provincias avalan la iniciativa oficial.
La CAME repudia esta resolución bajo el argumento de fomenta la informalidad al proponer una mayor presión tributaria, en un contexto en el que Ingresos Brutos ya es señalado por todos los sectores productivos como uno de los impuestos más distorsivos.
Mientras, las billeteras virtuales se encuentran –una vez más– en un área gris, tanto para el Banco Central como para los agentes de retención de las provincias que adhieran y las propias compañías de la industria.
Empresas como MercadoPago y Ualá están analizando cómo enfrentar la irrupción de un régimen (Sirtac) que encarece los pagos con tarjeta.
Para los comercios, este tipo de billeteras digitales ofrece ventajas que se traducen en una rentabilidad directa para ellos:
- Deben pagar una comisión de apenas 0,7 % del monto de la operación (frente al 1% y hasta 2,15% en el caso de tarjetas de débito y crédito)
- No se ven afectadas por retenciones impositivas
- La acreditación es en el acto
- Si el código QR está asociado a una tarjeta, el pago con débito no tiene costo (mientras que con crédito sí)
Juan Pablo Bruzzo, presidente de la Cámara Argentina de Fintech, sostiene que tanto la AFIP como las provincias y agentes de retención –en este caso– deben buscar la igualdad en cuestiones impositivas, incluyendo en las retenciones a las "agrupadoras de pago" como sinónimo de las billeteras virtuales.
En este sentido, contar con reglas del juego iguales para todos los medios de pago resulta una necesidad y es visto como algo positivo, tanto para Bruzzo como para otros jugadores del sector.
Sin embargo, el cofundador de Moni, la fintech de préstamos digitales, afirma: "En términos generales, cualquier impuesto que se agregue a las transacciones digitales desalienta el uso y la inclusión financiera. Por eso creo que no es una buena medida y va en contra de lo que pasa en todo el mundo".
Zona por zona
En caso de que los comercios deban percibir esta retención, la oportunidad para las billeteras virtuales depende de un aspecto: en qué jurisdicción se ponga en vigencia. Para entender cómo podría sentirse en cada región, es necesario diferenciar dónde se hallan las fintech en el país. Dentro del ecosistema argentino, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es clave.
Según el Informe del Ecosistema Fintech argentino elaborado por Accenture y la Cámara del sector, existen 133 startups financieras en el país. De ese total, 108 operan y tienen su sede central en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
"CABA representa un polo de atracción para este tipo de organizaciones debido a la cercanía con la mayoría de sus usuarios y otros socios estratégicos como los bancos, que mantienen sus casas matrices en la ciudad", cita el informe.
De esta manera, el 69% de las firmas del sector posee su sede principal en AMBA. La distribución geográfica de las fintech, al no estar basadas en sucursales físicas, tiene que ver con dónde está la población.
"Donde haya un celular debe haber un servicio financiero tecnológico", considera Bruzzo. Por eso, un 7% de las operaciones fintech se concreta en Capital y un 39% en Provincia, tal como indica el presidente de la Cámara.
En caso de que la Ciudad no adhiera a la resolución, tal como anticipó, queda definir la postura que tomarán en GBA, otra zona fundamental para la operación fintech.
La oportunidad para estas compañías está en aparecer como una alternativa atractiva para los comercios, que buscan nuevos métodos de pago fuera de los contemplados por la resolución sin pasar a la informalidad.
Lisandro López, socio del área de Tax & Legal de la consultora PwC, destaca que, además de la Capital Federal, jurisdicciones como Mendoza y La Pampa ya se negaron a retener Ingresos Brutos bajo este sistema.
"Los reguladores dijeron que este sistema genera informalidad, mientras que la Comisión Arbitral afirma que tiende a simplificar los regímenes de recaudación", explica el especialista sobre la puja entre los distintos sectores a partir de la publicación de la medida.
Según CAME, el riesgo del Sirtac es que genere incrementos encubiertos de presión tributaria. En la entidad, la preocupación también está relacionada las alícuotas, que pueden oscilar entre el 0,01% y el 5%; y puede darse el caso de que haya provincias que no adhieran y pretendan seguir aplicando unilateralmente sus regímenes.
Para la confederación, este mecanismo de cobro anticipado a las tarjetas de débito, crédito y PayPal va en sentido opuesto a los esfuerzos por estimular el uso de medios de pago electrónicos.
En ese contexto, con un consumo a la baja y una presión tributaria que asfixia a las pequeñas y medianas empresas, López opina que no es el momento propicio para impulsar esta normativa, por lo que el potencial impacto para las billeteras virtuales parecería permanecer en stand by por el momento.