Jeff Bezos, el creador del supermercado digital con tentáculos globales que amenaza a los pequeños negocios del planeta, vuelve a ser, desde el 16 de enero de 2021, la persona más rica del mundo, con una fortuna estimada de 181.500 millones de dólares, tras desbancar a Elon Musk, el fundador de Tesla, en el baile de posiciones que mantienen ambos por el cetro.
Pese a su fama, el contenido de la caja negra de Bezos era un enigma hasta la publicación de Crea y divaga. Vida y reflexiones de Jeff Bezos (Planeta), las memorias del magnate escritas por Walter Isaacson, el antiguo gerente de Times Magazine, ahora especializado en biografías como las de Albert Einstein o Steve Jobs.
A este último es a quien, dice Isaacson, más se parece Bezos, no solo por su afición a la ciencia ficción y los viajes espaciales, sino por su convencimiento de tener que cumplir una misión: conquistar el mundo por tierra, mar y aire, aunque él prefiera llamarlo "servicio al cliente".
En una antigua entrevista, Bezos profundizó sobre este punto. "El valor de la empresa es la obsesión por el cliente frente a la obsesión por la competencia. La ventaja de centrarse en el cliente es que los clientes nunca están satisfechos. Siempre quieren más, de modo que te llevan al límite. Sin embargo, si estás obsesionado en la competencia y lideras el mercado, puede que cuando mires a tu alrededor y veas a tus competidores correr detrás de ti sientas la tentación de aflojar la marcha", señaló.
"En nuestro negocio minorista, estamos firmemente convencidos de que los clientes valoran los precios bajos, la amplia oferta y la entrega rápida y eficiente", indica en otro apartado de su biografía. "Se nos hace difícil imaginar que dentro de diez años los clientes quieran precios más elevados, menor oferta y entregas más lentas", apostilla. Un dato: Amazon ha ocupado el primer puesto del índice de satisfacción del cliente estadounidense durante ocho años consecutivos.
Jeff Bezos ha inspirado tanto a hombres y mujeres de negocio como emprendedores
Entre el cóctel de ingredientes que Bezos ha agitado en sus 57 años de vida para llevarse la copa del más rico, figura una curiosidad obsesiva y "un punto de distorsión de la realidad", una expresión que proviene de un episodio de Star Trek en el que aparecen unos alienígenas que son capaces de crear un mundo nuevo gracias al extraordinario poder de su mente.
Según Bezos, su interés por los viajes espaciales le ayuda a mantener un ojo en el "lejano horizonte", dice. A título anecdótico, Bezos ha comenzado a construir en su rancho de Texas un "reloj de largo plazo" de diez mil años, diseñado por el inventor Danny Hillis, que tiene una manecilla centenaria que avanza cada siglo y un cuco que sale cada milenio. Su consejo para los empleados de Amazon es "sed la tortuga y no la liebre", mientras que el lema de Blue Origin, su empresa espacial de cohetes reutilizables, es Gradatim ferociter, cuya traducción del latín es "paso a paso, con ferocidad".
Porque… ¿cómo es Jeff Bezos en la intimidad? Por lo que indica su biografía y sugieren algunas entrevistas, su obsesión por los negocios se traduce en ocasiones en un carácter exasperante y en una acusada tendencia a la cabezonería. Tampoco despierta pasiones a primera vista. Al poco de nacer Amazon, Bezos fue a visitar a Craig Stoltz, por entonces reportero de tecnología de consumo de The Washington Post (periódico que años más tarde acabaría adquiriendo Bezos) para exponerle su proyecto. Craig declinó escribir el artículo, pero unos días después anotó en su blog: "Era bajo, de sonrisa incómoda, con poco pelo y un afecto febril".
Por lo que respecta a su escandalosa y explosiva risa, la revista Wired la describe como un "Ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha" que con frecuencia interrumpe la conversación "al salir como un largo y prolongado rebuzno, que asusta a los no iniciados" y que subraya el ardor de Bezos. No obstante, algunos empleados de Amazon (los amazonians) tienen otra opinión de este ardor, en tanto deben trabajar a toda velocidad y con una importante carga de estrés por la obsesión del fundador de Amazon de alcanzar la eficiencia extrema en sus almacenes.
Resulta difícil precisar en qué momento la vida de Bezos comenzó a apuntar muy alto. Isaacson cuenta que en la escuela infantil Montessori a la que asistía, tenía ya la tendencia de concentrarse completamente en lo que estuviera haciendo. "La profesora le dijo a mi madre que me abstraía tanto haciendo los ejercicios que cuando quería captar mi atención para cambiar de actividad se veía obligada a arrastrarme con la silla", recuerda Bezos. "Si preguntáis a la gente que trabaja conmigo, probablemente os dirán que hoy me sigue pasando lo mismo", añade.
Como estudiante, Jeff Bezos fue una especie de pitagorín, aunque casi nunca el más listo de la clase, más bien el tercero o el cuarto. En la etapa universitaria, Bezos fue a Princeton con el propósito de estudiar física pero, al final, tuvo que aceptar sus limitaciones. Tras graduarse, se mudó a Nueva York para desarrollar sus habilidades informáticas en el sector financiero. En la gran manzana terminó trabajando para un fondo de inversión que utilizaba algoritmos para detectar disparidades de precios en el mercado financiero.
Amazon se ha convertido en el retail digital más grande del planeta, pero no es la única empresa con la que Bezos ha tenido éxito
En 1994 vio cómo crecía Internet y se le ocurrió la idea: una tienda online para vender cualquier libro publicado
Pero en 1994 se enteró de que la red informática mundial estaba creciendo a un ritmo anual de más del 2.300% y se le encendió una bombillita a la altura del hemisferio cerebral izquierdo: abrir una tienda online, una especie de catálogo Sears (los grandes almacenes que vendían por correo "desde un alfiler hasta un elefante" durante el siglo XX), que ofreciera cualquier libro publicado en el mundo.
La idea luminosa era aprovechar que existían más de tres millones de títulos en papel, aunque las mayores librerías del mundo no poseían más de 100.000 títulos en sus estanterías físicas, en un momento, los años noventa, en que había pocos competidores de gran tamaño, como Barnes & Noble o Borders Group.
Dicho y hecho: tras invertir 100.000 dólares de sus ahorros y los de su esposa, MacKenzie, que también se graduó en Princeton y con quien llevaba casado un año, Jeff Bezos puso en marcha Amazon el 16 de julio de 1995. También los padres de Bezos invirtieron en la nueva empresa.
Desde ese primer día, más allá de las críticas recibidas por su agresiva política comercial, Amazon ha impartido un maestrazgo sobre cómo dirigir un negocio con coherencia siguiendo el rumbo que marca una brújula interior que no solamente tiene en cuenta los puntos cardinales (es decir, la formación académica), sino también la intuición.
Bezos quería llamar a su empresa Cadabra, pero sonaba a cadáver y acabó bautizándola como el río más largo de la Tierra
A título anecdótico, Bezos quería llamar a su empresa Cadabra, en referencia a la palabra cabalística abracadabra. Al contárselo, su abogado respondió: "¿Cadáver?", disparando la explosiva risa de Bezos, que se dio cuenta en ese mismo instante de que necesitaba encontrar otro nombre más apropiado. "Finalmente decidió que el nombre de la que esperaba que fuera la mayor tienda del mundo sería el río más largo de la Tierra", cuenta Isaacson.
Asimismo, decidió trasladarse a Seattle porque el mayor almacén de libros del mundo se encontraba cerca de allí, en una ciudad llamada Roseburg (Oregón), lo que le abría la posibilidad de contratar personal para su empresa, debido a la cercanía de Microsoft. Tras descubrir cómo vender libros en la web, Bezos decidió vender todo lo demás, desde limpiaparabrisas hasta ropa.
Hay estrategias poco conocidas de Amazon. La esencia de su negocio, por ejemplo, se basa en el concepto the long tail, es decir, ofrecer artículos que no son los más vendidos del momento y, por consiguiente, no tienen cabida en las estanterías de la mayoría de las tiendas minoristas.
Una de sus tácticas empresariales es valorar la capacidad de liderazgo de los militares: ha fichado a miles de veteranos de guerra
Otra táctica curiosa es su alta consideración empresarial de las fuerzas armadas de EE.UU. y de su capacidad de liderazgo. Bezos dispone desde hace años de un equipo denominado Military Talent que ha fichado para Amazon a miles de militares (solamente en el año 2013, fichó a más de 1.900 veteranos de guerra).
Sin embargo, no puede decirse que actúe manu militari con sus empleados, a los que deja expresar sus opiniones (así como permite a los clientes de Amazon publicar reseñas negativas sobre sus productos), aunque no les ofrezca las ventajas de las happy companies (gimnasios, salas de meditación, etc.) para que no se despisten más de la cuenta.
Amazon Web Services es otras de las empresas con las que Jeff Bezos tuvo mucho éxito
"En Amazon pagamos salarios muy competitivos, pero no hemos instaurado esa cultura de club de campo en la que ganas masajes gratis y cualquier otro beneficio que se ofrezca en ese momento", reconoce. "Además, yo siempre he sido un poco escéptico ante ese tipo de beneficios porque me preocupa que la gente se quede en una empresa por motivos equivocados. Lo que quieres es que los empleados se queden en la empresa por la misión. No quieres tener mercenarios en tu empresa, quieres tener misioneros", apostilla Bezos.
De alguna manera, Bezos podría ser descrito como uno de esos tipos que inventan cosas en su garaje y que no dejan de pensar en nuevos negocios desde que se levantan hasta que cierran los párpados en la cama. Si Amazon ya en 1999, cuatro años después de fundarse, atendía a 17 millones de clientes de 150 países, en el año 2015 se convirtió en la empresa que logró alcanzar los 100.000 millones de dólares en ventas anuales en menor tiempo desde su creación.
Por lo que se refiere a los negocios que Bezos ha creado a la estela de Amazon, destacan Amazon Prime (un servicio ilimitado de envíos por una tarifa plana anual), Amazon Web Services (servicios de almacenamiento, bases de datos, internet de las cosas, aplicaciones, etc.), el altavoz inteligente Alexa (cuando Bezos jugaba de niño a Star Trek con sus amigos le gustaba asumir el papel del ordenador de la nave Enterprise: de ahí surgió la idea de Alexa), la empresa espacial Blue Origin (su objetivo es reducir el coste de viajar al espacio) o The Washington Post (una de sus pasiones, tras adquirirlo en 2013), entre otros muchos.
De niño le gustaba jugar a ser el ordenador de la nave Enterprise y de ahí surgió la idea de Alexa, el altavoz inteligente
He aquí lo peor que se le puede decir a Bezos: tus ideas no se pueden ejecutar, es imposible. Al igual que le sucede a Ellon Musk, el magnate de Tesla, y a muchos otros altos ejecutivos visionarios, lo peor que un directivo o un empleado puede hacer es informar a Bezos de que alguna de sus ideas es una quimera.
Sobre este particular, cuando sus empleados se quejan de que alguno de sus proyectos no se puede llevar a la práctica, Jobs emplea un truco irritante que aprendió de un gurú en la India. "Los mira fijamente sin parpadear y les dice: ´No temáis. Podéis hacerlo´. Suele funcionarle. Vuelve locos a todos, los desconcierta, pero consigue que hagan cosas que se creían incapaces de lograr", cuenta Isaacson en la biografía.
Hay algunas reglas que Bezos se ha impuesto en su vida privada que le han permitido alcanzar el éxito en la esfera pública. Por la mañana, por ejemplo, le gusta tomarse las cosas con calma, levantarse, desayunar con su familia y leer el periódico. "Para mí ese rato sin prisas por la mañana es muy importante. Por eso pongo la primera reunión a las diez", desvela.
"Me gusta convocar las reuniones que requieren una elevada concentración antes de la comida. Cualquier cosa que vaya a suponer una verdadera exigencia mental se examina en una reunión a las diez de la mañana, porque a las cinco de la tarde…, en fin, estoy que ya no puedo pensar más en el asunto en cuestión. Dejémoslo para el día siguiente a las diez. Pero, antes, ocho horas de sueño", relata.
Por este motivo reconoce acostarse temprano, aunque a veces le sea imposible dormir ocho horas, pese a intentarlo. "Pensad una cosa: cuando eres un alto directivo, ¿para qué te pagan? Pues para que tomes unas pocas decisiones de alta calidad. Tu trabajo no consiste en tomar miles de decisiones todos los días", opina. "Si tomo, por ejemplo, tres decisiones buenas al día, ya es suficiente, y deberían ser de la mayor calidad posible. Warren Buffet dice que se conforma con tomar tres decisiones buenas al año, y creo que tiene toda la razón", añade.
En cuanto a su vida sentimental, el fundador de Amazon viene de pagar la friolera de 38.000 millones de dólares a su ex mujer, Mackenzie Tuttle, tras serle infiel con su actual pareja, Lauren Sánchez. Tras pasar por el altar, estar casi 27 años juntos, tener cuatro hijos (uno de ellos adoptado), el empresario decidió divorciarse en julio de 2019 de la escritora (Mackenzie ha publicado dos libros: The testing of Luther albright y Traps, que, paradójicamente, no forman parte del sello editorial de Amazon…) , tras conocerse en 1994.
El fundador de Amazon ha pagado 38.000 millones de dólares a su ex esposa tras haberle sido infiel con su actual pareja
Según Business Insider, Bezos y Mackenzie tenían cinco casas en propiedad en Estados Unidos: en Medina, Washington; Beverly Hills, California; Van Horn, Texas; Washington DC; y Manhattan, Nueva York. Pero ha sido su última adquisición la que se ha llevado la palma: la descomunal mansión que adquirió Bezos a comienzos de 2020 por 165 millones de dólares, además de la finca adyacente, propiedad de Paul Allen, el cofundador de Microsoft, por otros 90 millones, lo que le llevó a pulverizar el récord de California que ostentaba Lachlan Murdoch, el hijo mayor de Rupert Murdoch, tras comprar la finca Chartwell en Bel Air por 150 millones de dólares.
En la biografía de Isaacson también falta por decir que Salvador Bezos, el abuelo paterno de Jeff, procede de Villafrechós, un pequeño pueblo de Valladolid, del que emigró a Cuba a comienzos del siglo XX. En 2011 el mutimillonario empresario visitó el pueblo por sorpresa. Pero desde entonces no se ha vuelto a saber nada de él, pese a las ganas que tendrían sus habitantes y las autoridades locales de volver a dar la bienvenida a Mr. Bezos, indicó La Vanguardia.