Los estragos no solo sanitarios sino también económicos que deja la pandemia se sienten en todos los sectores.
En ese sentido, el gastronómico es uno de los más afectados: cientos de restaurantes ya cerraron y desde FEHGRA (Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina) aseguran que la situación actual de la actividad "es la más grave que haya sufrido en la historia" con unos 280 mil empleos que podrían perderse este año.
Las startups, un sector que por su naturaleza propia busca encontrar soluciones a los problemas, están siendo claves para ayudar a los más afectados por la pandemia.
Ese ese, por ejemplo, el caso de Waitry, una firma argentina dedicada a digitalizar la atención dentro y fuera de los restaurantes.
"Lo que hacemos es permitirle a la gente hacer desde el celular todo lo que antes hacía manualmente, como ver la carta, hacer el pedido, compartir la cuenta con sus amigos, pagar, tanto desde la mesa como con take away", explica Alejandro Etchegoyen, fundador y director de la plataforma.
En el caso de su uso dentro del restaurante, Waitry ofrece la posibilidad de acceder - a través de un código QR o un pin - a la carta en formato digital, con fotografías, vídeos, descripciones, traducción a cualquier idioma y promociones.
El pedido se envía tanto a la plataforma de Waitry como al sistema de gestión que ya utiliza el restaurante para integrar ambos sistemas. El cliente también puede llamar al mozo, pagar la cuenta e incluso abonar desde el celular.
El servicio también puede usarse para la modalidad take away y take away plus, en la cual el cliente compra y consume en una plaza o lugar cerca del restaurante que permita asegurarse la distancia social correspondiente.
El origen
Waitry trabaja actualmente en unos 1.500 establecimientos principalmente en Argentina y en España. La idea surgió hace cinco años mientras Etchegoyen y su socio esperaban a pagar en un restaurante.
"Nosotros ya veníamos de hacer otra empresa de desarrollo de software juntos, pero ahí decidimos ponernos manos a la obra para hacer una aplicación que le permitiera a la gente hacer estas cosas desde el celular y evitar este tipo de esperas, de filas y hasta errores que se dan cuando uno pide manualmente", explica el emprendedor.
Hoy, en este contexto, sus fundadores todavía piensan en esos tiempos: "Quizás empezamos la plataforma demasiado pronto; hace 5 años cuando empezábamos a vender la herramienta y la comentábamos era prácticamente algo inédito y hasta chistoso que la gente pidiera desde el celular si lo podía hacer manualmente", señala Etchegoyen.
Respecto del panorama actual, el cofundador de la plataforma agrega: "La demanda realmente creció muchísimo pero nos agarró listos, aunque creció por supuesto con un gusto muy agridulce por el contexto pero nos agarró listos, con un producto maduro y listo para ser escalable".
Con la reapertura de los restaurantes, varios establecimientos comenzaron a ofrecer la posibilidad de acceder a las cartas de manera digital. Pero, ¿qué diferencia a Waitry de las demás?
"A diferencia de otras plataformas que están surgiendo ahora como respuesta rápida, lo que tiene de bueno Waitry es que es una plataforma ya madura y que permite hacer todo el proceso junto e integrándose con otras plataformas. Automatizamos todo el proceso y lo enviamos directamente a los sistemas de gestión, de entrega y de medios de pago", explica Etchegoyen y destaca: "Es enchufar y salir andando en cualquier negocio que lo necesite".
Además, resalta un aspecto clave aplicado específicamente a estos tiempos: "Como respuesta a la pandemia nosotros lo que hicimos fue crear un plan gratuito para que cualquier restaurante o comercio que necesite utilizar la plataforma pueda tener una batería de soluciones selecta dentro de Waitry para poder adaptarse a la nueva normalidad sin costo alguno".
"Una vez que se haya adaptado y siga creciendo puede pasar a planes pagos con soluciones más avanzadas, pero nuestra idea fue responder realmente, apoyar al mercado con una solución gratuita que les permita salir del paso y adaptarse", asegura.
Adaptarse para crecer
Adaptarse es para Etchegoyen una palabra clave en estos tiempos: "Yo estoy convencido de que esto trazó una línea en los gastronómicos y el que de la línea para arriba se adapte va a poder sobrevivir a esta crisis que está causando el virus, pero el que no lo haga le va a costar muchísimo más. Fue por eso que dijimos: 'realmente tenemos una oportunidad de ayudar al sector, démoslo gratis y luego el que quiera y pueda que contrate los servicios más premium".
El modelo de negocio de Waitry gira en torno a un sistema Freemium. "Se basa en un plan gratuito con las características que necesitan poder salir adelante hoy en día y luego tienen tres planes pagos que en Argentina van desde los $1.000 hasta los $2.800 por mes, sin límites de pedidos, usuarios o cajas, es por sucursal y pueden tener miles de pedidos que no van a tener costos extra y para los usuarios finales siempre es gratis", explica el CEO.
Etchegoyen recuerda esos primeros años como tiempos muy intensos: "Fue toda una aventura y lo tomamos como un laboratorio. Primero trabajamos con una serie de restaurantes de distintos tipos a puerta cerrada: uno de fast food, uno tradicional y uno de fine dining".
Al respecto, añade: "Nuestro primer gran cliente fue la cerveza Patagonia cuando recién abrió los refugios. Tenían además un modelo muy raro de operación porque no tenían cocina propia sino que trabajaban con las cocinas los restaurantes de alrededor así que fue toda una una locura, pero fue mejor de lo que esperábamos: a la gente le encantó el hecho de poder pedir desde el celular y que mágicamente la comida apareciera en la mesa".
Con los restaurantes les costó un poco más, pero finalmente el modelo terminó siendo un éxito entre los establecimientos que lo probaron.
"Le costó un poco más al gastronómico cuando esto de que los ayudaba a vender más y mejor era sólo una hipótesis, pero finalmente vieron que era realidad", recuerda el emprendedor y asegura: "A los restaurantes en los que trabajamos realmente les aumenta hasta un 20% la frecuencia del pedido, porque la gente tiene un control remoto en la mano y el valor de la cuenta también aumenta hasta un 70%".
Etchegoyen lo explica de esta manera: "¿Cuántas veces quizás saliste y no te tomaste un café o una segunda cerveza o no pediste postre porque quizás tardaban mucho en atenderte? Al tener el control la gente tiende realmente a consumir todo lo que tiene ganas, el pago es más rápido y eso ayuda mucho".
Lo vivido durante la pandemia es para Etchegoyen extrapolable a todos los aspectos de la vida del emprendedor: "En toda crisis hay una oportunidad. Es encontrar el nicho y ver cómo se puede aportar a la sociedad. Hay que tirarse a la pileta y arriesgar, apostar", asegura y remata: "Anímense, emprender es una de las cosas más lindas que hay".