Airbnb, la plataforma digital que ofrece alojamiento y alquileres a corto plazo para casas y departamentos en todo el mundo, será prohibido en Barcelona luego de protestas de los ciudadanos.
Desde hace tiempo los españoles protestan contra el turismo masivo en la ciudad ya que genera grandes aumentos de precio de viviendas para ciudadanos locales.
El alcalde de la ciudad indicó que el principal problema de la región es el aumento descontrolado de turistas, algo que se refleja en el incremento de los precios de los alquileres
Muchos especialistas manifiestan que los alquileres a corto plazo, como por ejemplo los de Airbnb, son los que generan restricciones en la oferta local de viviendas y hacen subir los valores de alquiler.
Según un estudio publicado en el 2020, Airbnb generó un incremento de 7% en los alquileres en Barcelona e hizo que los precios de la vivienda aumentaran 17%.
En 2021, Barcelona prohibió parcialmente los alquileres a corto plazo. A principios de este verano, anunció su objetivo de eliminar completamente los anuncios de alquileres por poco tiempo para 2028.
Muchas ciudades optaron por este tipo de medidas para aliviar la presión sobre el mercado de la vivienda y frenar la gentrificación. Algunas de ellas son Lisboa, Florencia y Amsterdam.
La compañía de alojamiento y alquileres se manifestó en contra de las nuevas medidas que quieren tomar las ciudades más pobladas por turistas.
"Durante los dos últimos años, la empresa ha pedido un enfoque para toda la UE sobre las normas de alquiler a corto plazo que ayude a que las regulaciones sean más coherentes en todo el bloque", declaró un portavoz de Airbnb a Business Insider.
Muchos expertos y especialistas indicaron que el turismo es uno de los principales ingresos en ciudades tan visitadas como Barcelona.
"Si se tiene en cuenta el impacto económico del turismo, es obvio que frenarlo equivale a perjudicar los intereses generales del país", argumentó Carlos Balado, profesor de OBS Business School.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mala gestión de la actividad turística puede generar impactos negativos en los países. Por eso, los organismos turísticos, además de medir los beneficios económicos, deben analizar la opinión y vivencia de los residentes de la región.