La crisis de las cajas de ahorros causó pánico entre los bancos estadounidenses durante años. Desde mediados de los años 80, un cóctel de préstamos agresivos, controles de riesgo deficientes y una recesión inmobiliaria llevó a la quiebra o consolidación de más de 1.000 pequeñas instituciones financieras.
Ahora, los bancos más pequeños en China enfrentan problemas similares, aunque hasta hace poco, pocos habían colapsado o se habían fusionado.
Sin embargo, la situación está cambiando rápidamente. En la semana que terminó el 24 de junio, 40 bancos chinos desaparecieron al ser absorbidos por entidades más grandes, superando incluso las tasas de desaparición durante la crisis financiera global.
Desafíos de los bancos rurales en China
Los reguladores chinos han estado implementando reformas y consolidaciones durante años, con varios bancos de nivel medio colapsando desde 2019. Gestores financieros estatales y de inversiones poderosos se han fusionado, pero los bancos rurales pequeños presentan el desafío más complejo.
Estas instituciones, que suman aproximadamente 3.800 en toda China, representan el 13% del sistema bancario con activos valuados en 55 billones de yuanes (7.5 billones de dólares), pero han sido históricamente mal gestionadas, acumulando préstamos morosos que constituyen el 40% de sus libros contables.
La situación se agrava por su exposición a préstamos inmobiliarios y a gobiernos locales, aumentando su vulnerabilidad frente a la crisis del sector inmobiliario en China.
La preocupación principal para Xi Jinping son riesgos sociales que estos problemas financieron desencadenan
La tarea de limpiar este desastre financiero es sumamente delicada, dado que muchos de estos bancos fueron establecidos para servir a pequeñas empresas, especialmente en áreas menos desarrolladas del país.
Los bancos con altos niveles de deuda tóxica enfrentan dificultades para proporcionar nuevos préstamos, lo que podría impactar negativamente en las empresas locales y el crecimiento económico.
Los problemas financieros de estos bancos también plantean riesgos sociales significativos, preocupación principal para Xi Jinping.
En 2022, varios bancos se vieron obligados a congelar las retiradas de fondos tras un fraude masivo, lo que generó disturbios en una capital provincial.
Sin embargo, cualquier intervención estatal para abordar la crisis es arriesgada, ya que los rumores de crisis o reestructuración podrían provocar retiradas masivas de depósitos y agitar aún más la estabilidad financiera y social en China.
Reestructuración bancaria
En respuesta a la crisis financiera de los bancos regionales chinos, los gobiernos locales han optado por emitir bonos especiales destinados a diversas necesidades, incluyendo el rescate bancario.
Los bancos rurales representan el 13% del sistema bancario con activos valuados en 55 billones de yuanes
Aunque el año pasado se destinaron solo 218.000 millones de yuanes, equivalente al 1% de los activos ponderados por riesgo de los bancos regionales, algunas provincias con mayores problemas han invertido cantidades significativamente mayores.
Por ejemplo, Liaoning, en el noreste de China, destinó el 17% de sus ingresos de bonos especiales a sus bancos entre diciembre de 2020 y mayo de este año.
Liaoning se ha convertido en el epicentro de la estrategia principal de China para abordar los problemas de los bancos pequeños y débiles: su desaparición.
De las 40 entidades que recientemente fueron absorbidas, 36 estaban en esta provincia y fueron integradas por un nuevo prestamista, el Banco Comercial Rural de Liaoning, creado específicamente para absorber bancos con dificultades.
Desde su fundación en septiembre, se han establecido otras cinco instituciones con el mismo propósito, y se esperan más movimientos en el futuro.
Según S&P Global, completar este proyecto de reestructuración podría llevar hasta una década.
Los bancos rurales se crearon para servir a pequeñas empresas en áreas menos desarrolladas del país
Los defensores argumentan que consolidar bancos facilitará una supervisión más efectiva por parte de los reguladores. Sin embargo, los críticos opinan que combinar bancos problemáticos solo resultará en entidades más grandes, pero igualmente problemáticas.
Leyes y consolidación bancaria
Los reguladores han optado por la consolidación debido a la falta de mecanismos para permitir la quiebra y salida del mercado de los bancos.
Durante la crisis financiera, en Estados Unidos se aprobó la Ley de Reforma, Recuperación y Ejecución de Instituciones Financieras, que facilitó la venta de activos de pequeños prestamistas y contribuyó a resolver la crisis de manera ordenada.
China ha estado considerando una legislación similar durante años, pero un proyecto de ley llamado Ley de Estabilidad Financiera propuesto en una sesión legislativa en Pekín en junio pasado se retrasó nuevamente.
Este patrón de demoras es común en la política china. Con el crecimiento económico desacelerándose, los tecnócratas enfrentan la necesidad de adoptar medidas más efectivas para abordar los problemas del sector bancario inferior.