Comenzará a regir la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva que -entre otras cuestiones- grava con 30% no sólo las compras con plásticos realizadas fuera del país, sino también la adquisición de los u$s200 mensuales habilitados para atesoramiento.
El cambio cayó como un baldazo de agua fría en las empresas que contratan servicios del exterior, por el impacto en sus costos. La gran mayoría paga mensualmente prestaciones que son vitales para su operatoria (hosting, licencias de software, redes, programas de diseño, entre tantos otros ítem), en general con tarjeta."Estamos al tanto de lo que sucede en Argentina y vemos que nuestros clientes de ese país tendrán un incremento en el hosting", afirma a iProUP una fuente de Amazon Web Services con sede en Colombia. Y añade: "En estos días hemos venido debatiendo este tema, lo tenemos sobre la mesa, pero aún no hay ninguna decisión tomada".
Google, Microsoft, Amazon, Facebook son algunos de los principales proveedores de computación en la nube (cloud), de software y de otras prestaciones clave para el funcionamiento cotidiano.
El Gobierno salió a afirmar que las importaciones y los gastos de investigadores no serán afectados por el 30% incremental, pero la letra chica de la ley nada dice sobre este tipo de prestaciones que, en mayor o menor medida, casi todas las compañías utilizan. En otras palabras, su estructura de gastos también se verá acrecentada.
Por cierto, se trata de costos que ya sufrieron un fuerte incremento en pesos -superior al 50% desde la última escalada del dólar- por lo que se habrán encarecido casi un 100% luego de promulgada la ley.
Las empresas, en particular las chicas y medianas, no esconden su malestar ante un nuevo impuesto que encarece su operatoria en momentos recesivos.
"No es por las películas en Netflix ni por ir a Miami. Me van a aumentar 30% un servicio que necesito para que la compañía funcione", afirma a iProUP el ejecutivo de una firma cuya operación es altamente sensible al aumento de insumos digitales provistos del exterior.
Aumento
Las empresas recurren a diferentes tipos de contrataciones que -previo pago de una cuota mensual (en dólares)- les permiten bajar gastos en ítems como capacidad de cómputo, almacenamiento o software. Proveedores de tecnología, licencias, hosting, servicios de consultoría, publicidad y marketing forman parte de la lista. Así, no sólo evitan adquirir equipamientos caros sino que también destinan menos recursos a áreas como sistemas e infraestructura para focalizarse en el core de su actividad. La mayoría de estos servicios, provistos por firmas internacionales, se abonan mensualmente con tarjeta de crédito vinculada a una plataforma. Algunos de los productos más utilizados son:
- Servicios en la nube, como Amazon Web Services, Microsoft Azure o Google Cloud
- Software de gestión (ERP) y de relaciones con los clientes (CRM): SAP, Microsoft Dynamics 365, entre tantos otros
- Comunicaciones integradas: Avaya y Cisco
- Programas: suite de oficina (como Microsoft Office), sistemas operativos (Windows) y antivirus
- Marketing: posicionamiento en buscadores como Google y publicidad en redes sociales
"Hoy, cualquier empresa es tecnológica, si bien el impacto de la medida del Gobierno varía muchísimo por tipo de negocio. Por ejemplo, una fintech o una firma de turismo online invierte mucho en marketing y esos son todos costos dolarizados", advierte un alto ejecutivo del mercado tecnológico local.
Aunque la incidencia del recargo dependerá de la actividad, la estructura de costos de una empresa que opera en el sector de la industria del conocimiento (servicios profesionales, fintech, ciencia y electrónica, software, entre otras)– es la siguiente, según las firmas sondeadas por iProUP:
- Un 54% de las erogaciones en salarios (en las firmas de software asciende al 65% en promedio)
- El 35% en gastos de operación y mantenimiento (servicios digitales en dólares, publicidad, insumos, representación, entre otros)
- Un 11% en distintos conceptos (gastos indirectos)
"Vamos a tener que pagar servicios digitales con 30% de recargo", señala en diálogo con iProUP Pablo Iacub, CEO de Calipso, firma de software local que ofrece sistemas de gestión para compañías argentinas e internacionales.
Esta compañía debe desembolsar montos significativos en prestaciones del exterior, ya que su ecosistema de productos se basa en la nube. "Estamos muy adelantados en Software como Servicio (SaaS), por lo que gastamos mucho en Amazon Web: u$s 20.000 dólares al mes. El 30% de sobreprecio nos genera un daño muy grave", asegura.
La firma en cuestión también contrata otros servicios de menor incidencia, "Todos suelen pagarse con tarjeta, es lo más cómodo y el método que se usa en el mundo", asegura el ejecutivo.
Todos los tamaños
La medida del Gobierno no sólo golpea a grandes empresas, sino también a Pymes y startups. Fuentes del mercado aseguran que la medida oficial afecta a los emprendimientos en early stage (etapa inicial).
"Las únicas que se salvan son las que ya recibieron inversiones, pues tienen cuentas afuera en las que le depositan los fondos. En algunos casos poseen tarjetas de crédito emitidas en el extranjero, por lo que la nueva ley no las afectará", asegura un ejecutivo que pisa fuerte en la comunidad de startups local.
"El costo de los clics de Facebook se convierte en dólares. El impacto en nuestro presupuesto del 30% adicional a los pagos con tarjeta es muy grande, ya que necesitamos hacer publicidad para poder difundir nuestros servicios y captar más clientes", completa
Si bien asegura que este impuesto de 30% no va a "matar" de modo directo a los emprendimientos, "les irá quitando margen, porque a los servicios digitales los computan como un costo fijo".
DonWeb es uno de los principales proveedores de origen local de productos de Internet a empresas, como almacenamiento, hosting de sitios web, correos electrónicos, e-mail marketing, dominios de Internet, entre otros.
"Nosotros no vendemos AWS, pero ofrecemos opciones propias como alternativa", explica a iProUP Diego Vitali, Chief Experience Office de la compañía, quien advierte: "Los productos en los que sí se notará el impacto serán los nombres de dominio internacionales (al estilo www.suempresa.com) y los certificados de seguridad". Estos últimos son clave para lograr mayor visibilidad en buscadores y para que el navegador no aleje visitantes con alertas de "sitio sospechoso". Sobre los productos de Google, asegura: "Servicios como almacenamiento de Drive, cuentas de Gmail corporativas (G-Suite) y Youtube Premium están en dólares. Se pagarán con el incremento de 30%".
A futuro
Según uno de los expertos consultados, el problema no es sólo el nuevo dólar a $82, sino también la presión que ejercerá sobre los sueldos, especialmente de los programadores.
"Los empleados del rubro tecnológico y del área de sistemas están acostumbrados a salarios altos en dólares. Muchos pasan buena parte fuera del país. A eso hay que agregarle que la empresa compite con las plataformas freelance por captar profesionales calificados", remarca.
En este sentido, Iacub agrega: "La presión salarial siempre existe. La industria tiene una alta rotación: si tenés 100 empleados, unos 30 se te van cada año por mejores sueldos".
"Las firmas con muchos desarrolladores en su plantilla van tener que competir más que nunca contra las plataformas que ofrecen a los buenos candidatos pagos en dólares", dice.
Según datos del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos de la Argentina (OPSSI) y de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), un profesional junior percibe cerca de $50.000 en mano, mientras que un senior no baja de los $80.000 netos mensuales ( 50% de incremento en un año)
En este marco, las empresas buscan estrategias para aminorar el impacto del recargo al billete verde en los servicios que contratan en el exterior. La clave pasa por dar con un proveedor local que facture en moneda local.
"Lo estamos analizando. Nosotros también trabajamos con la nube de Movistar, que se paga en pesos, nos obliga a redireccionar gastos. Esperemos que Amazon implemente una forma de pago local", afirma Iacub.
En este sentido, en las redes sociales se promocionaron durante las últimas horas algunos servicios que hacen de intermediarios de Amazon Web Services, por lo que se puede abonar en pesos, evitando el recargo, como DinoCloud, eDrans y hasta Telefónica.
"Los cargos menores, como Dropbox, que cuestan u$s9,99 mensual, no tienen sentido cancelarlos con transferencia internacional, ya que la operación puede estar afectada a una comisión de hasta u$s100. Para gastos que superen los u$s1.000, ahí sí conviene hacer un giro y evitar el 30%", recomienda a iProUP el contador Sebastián M. Domínguez.
Por su parte, Vitali, de DonWeb, asegura que si bien su empresa factura en pesos, posee productos con costos 100% en dólares: "Trataremos de absorber lo que podamos".
A la espera de un exención similar a la de los científicos, las empresas de la industria del conocimiento reacomodan tácticas para encarar un nuevo escenario de crisis. Y esperan que la AFIP regule la Ley para lograr ser competitivos a pesar del nuevo escenario cambiario.