Mientras las compañías estudian cuál será el próximo gran salto en tecnología y capacidades en los celulares y dispositivos móviles, ya comienzan a apostar por nuevas gama de gadgets inteligentes, como los anteojos con realidad aumentada y virtual.
Algunos de los mayores actores de la industria tecnológica —incluyendo Facebook, Apple y Microsoft— están apostando muy fuerte por realidad aumentada (RA) y virtual (RV).
Aunque las cascos de realidad aumentada y realidad virtual están lejos de ser tan comunes como el smartphone, el presidente de Qualcomm, Cristiano Amon, cree que las sofisticadas gafas inteligentes —que parecen y se sienten de manera similar a las gafas que usas a diario— pueden llegar en sólo 2 años.
"No sustituirán a tu móvil, pero tendrás otro tipo de dispositivo", dice Amon, presidente del mayor fabricante de chips para móviles. "Sólo piensa en la evolución de las gafas".
Los gigantes de Silicon Valley han estado los últimos años intentando descifrar cuál sería la siguiente gran evolución de la tecnología o informática. Facebook compró la startup de gafas de realidad virtual Oculus VR en 2014 por u$s2.000 millones, y desde entonces ha lanzado una serie de cascos de realidad virtual con distintos precios.
Hace poco, Microsoft empezó a distribuir la segunda generación de sus gafas de realidad aumentada HoloLens de u$s3.500, mientras Apple trabaja en sus propios cascos de realidad virtual y aumentada que podrían lanzarse en 2022. Apple ya ofrece herramientas para que los desarrolladores creen aplicaciones de RA para el iPhone y el iPad, y su CEO Tim Cook ha hablado del potencial de la realidad aumentada en múltiples ocasiones. Amazon también anunció recientemente su primer par de gafas inteligentes, las Echo Frames, con las que podrás comunicarte con Alexa.
Pero a pesar de su publicidad y promesas, los cascos de realidad virtual y aumentada como el Oculus de Facebook aún no se han penetrado en la sociedad. Los pedidos de dispositivos de realidad virtual y aumentada volvieron a crecer en el primer trimestre de 2019 después de un año de declive, según International Data Corp (IDC).
Se espera que los pedidos de cascos realidad aumentada y realidad virtual continúen creciendo a lo largo de 2019, aunque IDC señala que la mayor parte de ese crecimiento se debe a la industria comercial y no a las ventas al consumidor.
Pero Amon cree que una nueva ola de gafas inteligentes podría estar en el horizonte con una apariencia y un tacto mucho más natural que el de los cascos de RV actuales. También cree que desempeñarán un papel importante en la forma en que nos comunicamos, en el acceso a Internet y en el uso de las redes sociales —tan imprescindibles como los smartphones de hoy en día.
"En el futuro van a haber dispositivos que van a cambiar la realidad social", según Amon. "Porque tienes la tecnología para hacerlo, lo que sería como la presencia virtual".
Por ejemplo, las gafas inteligentes podrían utilizarse para identificar a personas en una reunión, conectarse a la nube y encontrar a los asistentes en las redes sociales. La teleconferencia es otra área que probablemente se beneficiará de dispositivos como las gafas inteligentes, según Amon, quien ofreció otro ejemplo en el que un avatar podría ser proyectado en realidad aumentada frente al usuario para casos como una llamada telefónica.
El desarrollo de gafas inteligentes como las descritas por Amon sería posible gracias al lanzamiento de las redes 5G, que se espera que proporcionen conexiones de alto rendimiento y una baja latencia, necesaria e imprescindible para dispositivos como las gafas de realidad aumentada y realidad virtual.
Dado que las redes 5G harán posible que los dispositivos mantengan conexiones a Internet rápidas y fiables, la mayor parte del procesamiento se hará en la nube, lo que permitirá a las empresas crear dispositivos más delgados y ligeros que los que se pueden usar hoy en día.
El presidente de Qualcomm prevé que las primeras versiones de gafas inteligentes que soporten estas funciones y se asemejen más a las gafas que a las gafas de RV podrían empezar a llegar en 2021.
"Esto no es sólo una ambición, hay gente trabajando en ello", dijo Amon. "He visto algunos prototipos increíbles".
Evidentemente, las gafas inteligentes con cámaras y conexión en la nube pueden provocar reacciones contrarias entre los defensores de la privacidad, sobre todo cuando las empresas de tecnología están sometidas a un escrutinio cada vez mayor en cuanto a la forma en que recopilan y gestionan los datos de los usuarios. Google Glass, unas gafas experimentales de realidad aumentada de 2013, se sometieron rápidamente al temor de que su cámara pudiera ser utilizada para grabar disimuladamente vídeos y fotos que violaran la privacidad.
La llegada de estos dispositivos también se produciría a medida que la industria de los smartphones sufra las consecuencias de que los consumidores conserven sus dispositivos durante años. La industria acaba de empezar a recuperarse en 2019 después de soportar dos años de descenso de los pedidos. Pero Amon cree que esto también cambiará con la llegada de la 5G.
"Es una gran transformación tecnológica", dijo Amon. "Va a ocurrir a gran escala; va a ser más rápida la migración que la del 4G", indicó Business Insider.