El comercio electrónico suele ser bastante seguro, pero en ocasiones hay pequeñas empresas que recurren a sistemas de pagos online que no son todo lo fiables que sería deseable. El fabricante de sistemas de seguridad Malwarebytes ha descubierto una estafa en la que se suplantan las páginas de pagos bancarios por una falsa, informó el sitio La Vanguardia.
La nueva estafa detectada es con tiendas online que usan el sistema Prestashop para crear webs en las que se venden productos. Debido a una vulnerabilidad en este software, los atacantes en el momento de producirse un pago dirigen al usuario a una falsa de web de pagos calcada a la de un banco australiano.
Una vez que se introducen los datos de la tarjeta con la que se paga en la web falsa se carga la web real del banco y se pide volver a introducir los datos de la tarjeta. Es entonces cuando el movimiento aparece registrado en la cuenta bancaria del usuario para que no sospeche. Sin embargo los datos de la tarjeta, al ser introducidos por primera vez, ya estaban en poder de los estafadores.
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Al margen de usar o no un software capaz de detectar malware o estafas cibernéticas, algo bastante recomendable, hay algunas precauciones a tomar al hacer compras online. Lo primero que hay que saber es que si una web pide dos veces el número de tarjeta, hay que detener la transacción. Luego hay que solicitar el reintegro de la cantidad cobrada, si es que se ha realizado un pago, y avisar al banco de que puede existir una estafa en el sitio y por las dudas bloquear la tarjeta utilizada.
También conviene solicitar el envío de confirmación por SMS o mediante otro método al teléfono para que el usuario confirme o no hacer la operación. Esto permite que si alguien pretende usar la tarjeta para hacer un cargo el usuario lo sabrá y por eso varios bancos ofrecen el servicio.
Una buena opción también es realizar pagos con tarjetas de crédito virtuales para que las cantidades robadas en caso de fraude se verían minimizadas. Otra buena opción es recurrir a un sistema de pagos digital tales como Google Pay y Apple Pay, si bien no siempre es posible usarlos en compras online, pero refuerzan la seguridad de las transacciones.
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Paypal es probablemente la mejor de las opciones, pues actúa como intermediario entre el banco en el que está la cuenta o tarjeta en la que se vincula el pago. Además de proporcionar una mayor seguridad, Paypal es conocido por permitir efectuar reclamaciones en caso de estafas o en el caso de que el producto recibido esté en mal estado o no sea el solicitado.
Otro consejo importante, es observar atentamente la barra de direcciones del navegador al realizar una compra. En muchos casos la dirección web es tan larga que no se observa el dominio inicial, que se corresponde con la web en la que se está comprando. Aunque muchas empresas usan dominios en sus pasarelas de pago un tanto confusos, pero en cualquier caso, no está demás observar esto.
Finalmente, ante cualquier sospecha muchas tiendas de internet ofrecen un número de teléfono al que llamar o una dirección de correo electrónico para consultar dudas. Si bien estas tiendas cuentan con sistemas de seguridad bastante eficaces siempre conviene ser precavidos para no caer en el miedo infundado.