Uno de los pilares del gobierno de Macri fue su fuerte apuesta por la transformación digital del Estado. Se trató de una política intensiva de renovación de las vetustas estructuras analógicas del ámbito público, una demanda que data de muchos años y que implicó un verdadero giro de 180 grados en el sector estatal.
La punta de lanza de este proyecto fue el ex Ministerio de Modernización, hoy convertido en secretaría, que desplegó en miles de dependencias una bajada de línea muy clara: el fin del papel debe ser un hecho y no un objetivo a largo plazo.
Es que la burocracia, para buena parte de la sociedad, es lo más parecido a vivir una pesadilla despierto. Trámites engorrosos, filas interminables y consultas sin respuestas son situaciones por las que más de una persona ha tenido que pasar, al menos en su vida adulta.
Atentos a que la digitalización es permeable a la gran mayoría de los trámites disponibles en el país, se avanzó en distintos frentes; firma digital para autos y motos, transferencias vía web e, incluso, documentos alojados en el celular, entre otras innovaciones.
De acuerdo con datos aportados a iProUP por la vicejefatura de Gabinete de la Nación, la Gestión de Documentación Electrónica (GDE):
- Ya incluye a 200 organismos públicos
- Llevó a que existan más de 17 millones de expedientes digitales
- Significó un ahorro de más de $1.500 millones en traslados físicos de documentos
Por otro lado, en lo referido a Trámites a Distancia (TAD):
- Ya se contabilizan más de 1.800 trámites simplificados
- La Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) contempla más de 300 trámites virtuales
- Se han creado más de 11.000 SAS (Sociedades por Acciones Simplificadas)
- Generan una reducción de costos de $48.000 millones
A esto se le debe sumar la firma digital implementada por varias dependencias. La plataforma también está disponible en más de 700 oficinas del Registro Automotor, que fue el principal impulsor para su expansión a lo largo y ancho del país.
Oscar Agost Carreño, subdirector Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor, confirma a iProUP que en la actualidad se procesan más de 400 firmas digitales por día.
"Se trata de personas que firman sus recibos de sueldo, un contrato de alquiler, etc. Con la red actual cubrimos casi todo el país, y el objetivo es llegar a un total de 1.040 oficinas para brindar mayor comodidad", agrega el funcionario.
En esa línea, subraya que se apunta a que las personas "no tengan que trasladarse cientos de kilómetros hasta Buenos Aires para hacer una firma digital, sino que puedan dirigirse al lugar más próximo a su hogar".
Atado a esta solución ya comenzaron a otorgarse Certificados de Reincidencia en sus dependencias. La tecnología utilizada para firmas digitales les permitió acordar con el Registro Nacional de Reincidencia, agilizando trámites, sobre todo en el interior.
En el caso de transferencias de autos y motos, la implementación de la firma "4.0" para este tipo de trámites está atada a su despliegue en todo el territorio. Según Agost Carreño, una vez que la solución tenga cobertura del 100% se avanzará en el "08" digital, sin que la operación deba ser certificada por escribano (única parte presencial del trámite).
La cédula verde digital, en alza
En el Registro Automotor, el avance más importante en la digitalización de documentos fue la implementación de la "cédula verde digital", proyecto que se inició en 2016 y tuvo su lanzamiento oficial en 2019.
A la fecha se "subieron" al sistema más de 45 millones de cédulas verdes, azules y provisorias. "Tenemos muchas más pero se necesitan ‘fierros’ para que no caiga el sistema por la alta demanda. Hacemos hincapié en esto porque aún tenemos muchos más datos para mostrar", apunta Agost Carreño.
Las nuevas credenciales funcionan de manera similar al registro de conducir digital: el usuario puede acceder desde su smartphone y presentarlas a las autoridades de todo el país, ya que gozan de la misma validez legal que sus homónimos de papel.
El gran desafío, según Agost Carreño, es la educación, no solo de los conductores sino también de las autoridades y fuerzas de seguridad, que completan el círculo a través del cual se mueven estos documentos.
"Creemos que forma parte de un cambio cultural. Nos pasó con el título digital: a muchas personas les costó al principio, pero hoy se envían los títulos por email y no hay ningún problema con ello", explica el subdirector.
En ese sentido, agrega que, según sus estimaciones "llevará dos o tres años que los argentinos se acostumbren a mostrar la cédula desde el celular". Y suma un ejemplo ad-hoc: "Es como subirse al avión con el web check-in: una vez que empezaste a usarlo, te olvidás de cómo era abordar con papel".
En tanto, cada vez son más los argentinos que adoptan la solución. Según Agost Carreño, la tecnología se tradujo en más de 40 reclamos o comunicaciones diarias de usuarios que descubrieron, a través del uso de la cédula digital, que sigue siendo responsables de un vehículo porque no terminaron de hacer las respectivas transferencias.
"El general, la gente está contenta con la implementación y solo resolvemos casos puntuales. El principal logro, en ese sentido, es que hayan podido ordenar sus papeles", añade el especialista.
Trámites simplificados
La cédula desde el celular es solo un eslabón más de un amplio portfolio de implementaciones llevadas a cabo por el Registro Automotor. Hoy, los informes, certificados de dominio y denuncias de venta se piden, pagan y reciben por la web.
"Este tipo de trámites ya no se hacen más de manera analógica", señala Agost Carreño, y añade: "No vemos personas que lo hagan ‘in situ’, sino que lo hacen todo por Internet".
De acuerdo a los datos aportados por el RNPA, ya registran más de 2 millones de trámites realizados de manera digital, lo que habla a las claras del crecimiento en la adopción de estas soluciones por parte de los ciudadanos.
En el Registro saben del trabajo de difusión y educación que conlleva este tipo de innovaciones. En 2016, con la puesta en marcha del Título Digital, los funcionarios fueron testigos de cómo muchos jueces no entendían su uso y las administraciones públicas tenían dudas respecto a su gestión.
"Al principio había muchos miedos, más abstractos que concretos. Persistía la sensación de no poder tocar algo físico o pensar que si se hacía por computadora mucha gente se iba a quedar sin trabajo. Se trataba de inquietudes más amplias de lo que realmente implicaba el Título Digital como concepto específico".
Para "fidelizar" la propuesta entre empleados estatales, el ente gubernamental implementó su propio "plus por productividad": a más trámites realizados por día u hora, más dinero. Esta estrategia permitió acelerar procesos y captar muchas más solicitudes de manera online.
Los resultados fueron inmediatos: según Agost Carreño, los argentinos empezaron a recibir el título en la misma tarde en la que lo gestionaban. Además, se pactaron descuentos para la transferencia digital (hasta del 40%), ya que al necesitar menos recursos para estos trámites, se podía volcar directamente ese ahorro a beneficios para los ciudadanos.
Al respecto, aclara que la reducción que dispuso el Ministerio de Justicia nacional abarca aranceles y no los impuestos provinciales que rigen en cada jurisdicción. Del dinero que se cobra en una transferencia, aproximadamente dos tercios corresponden a tributos provinciales.
El funcionario destaca que el mayor salto en adopción y uso de transferencia digital se dio con la implementación del descuento, que ayudó a masificar esta solución. "Cerca del 70% de las transferencias se hace por vía digital", aclara.
Puesto en números, hasta la fecha recibieron más de 4 millones de cargas de transferencia. "En tu casa tardas no más de 15 minutos en hacer un trámite, versus las horas que podía tomar años atrás", celebra Agost Carreño.
La web del registro ya recibe unas 50 millones de consultas y gestiones por año, lo que confirma que la migración a soluciones 100% virtuales es el camino concreto, avalado por los propios usuarios.
Con todo, el "offline" todavía sobrevive. Por eso, hubo que avanzar en herramientas que agilicen los trámites presenciales. Hasta el presente, según los datos recolectados por el Registro, se solicitaron 4 millones de turnos vía web. De cara al 10 diciembre, el funcionario confía en que la administración entrante continuará con el trabajo ya iniciado. "Difícilmente se vaya a volver a lo analógico, al ‘carbónico’. Lo que se avanzó en transparencia y ahorro de recursos se transformó ya en un derecho adquirido de la gente", resalta.
Asimismo, señala que, si bien lo implementado se pudo poner en marcha rápido, "seguramente quedan varias cosas por pulir y estabilizar. Por lo que habrá que darle recursos a sistemas".
"Confío en que el plan de gestión pueda basarse en lo que hicimos en los últimos 4 años, que fue una verdadera revolución tecnológica", agrega Agost Carreño. "Hoy tenemos registros mucho más ágiles y preparados. Hay una base muy buena para seguir mejorando y que los trámites sean rápidos, sencillos y baratos", concluye.