Desde su creación hace un poco más de dos años, la empresa incorporó al mercado financiero a más de un millón de personas, muchas de las cuales no tenían los requisitos que exigen los bancos.

Fue fundada por Pierpaolo Barbieri, historiador de carera, pero con un lado social que lo impulsó a crear una empresa que facilitara el acceso a financiamiento para sectores que no estaban en condición de tomar esos servicios de finanzas personales.

Hoy dirige una compañía con 140 empleados y, en plena crisis económica, está reclutando a más de 20 personas por mes. Tiene como socios a George Soros, Steve Cohen, Goldman Sachs y el gigante chino Tencent. Quienes trabajan con él lo describen como un tipo abierto, detallista y obsesivo promotor de ideas. Y se lo puede ver en Twitter, donde lo consultan quienes usan los servicios de su empresa todos los días.

"Yo creo en la Argentina. Volví después de 13 años. Estoy convencido de que las próximas décadas van a ser muy buenas para el país. No me deprimen los titulares (de los diarios). Me motiva la posibilidad de hacer crecer al país, bajar el desempleo y contribuir a que haya inclusión financiera para todos", dice el joven CEO de la compañía.

En las propias palabra de Barbieri, Ualá, "es tu vida financiera en una tarjeta y una aplicación para el celular. No es un banco ni viene a reemplazarlo. Viene a simplificar la vida financiera de la gente. Permite manejar todo desde el teléfono, sin horarios, sin sucursales, sin letra chica y sin costos escondidos. Esa es la revolución que traemos".

La metodología es simple: se comienza bajando la aplicación, que Eso viene acompañada de una tarjeta internacional Mastercard que permite gastar en todo el mundo. "Somos los primeros que ofrecemos análisis de gastos en el país y también Clave Virtual Uniforme (CVU), que habilita transferencias de dinero entre cuentas bancarias y virtuales", asegura el ejecutivo.

Otro de los objetivos de la solución es asegurar la interoperabilidad: " es completamente así, con entrada y salida a cualquier cuenta bancaria del sistema financiero argentino. Los usuarios pueden pagar más de cuatro mil servicios de todo el país y la tarjeta Sube para el transporte, para recargar directamente desde la app. El 75 por ciento de los celulares de la Argentina es prepago y se pueden recargar desde nuestra app. Se le puede mandar plata completamente gratis a cualquier persona, tenga o no tenga Ualá", comenta Barbieri.

Que agrega además que la plataforma, de formato prepaga, es agnóstica respecto a cómo se la carga: "a nosotros no nos importa si es crédito o débito. Elegimos prepaga porque era lo más fácil para salir al mercado. La tarjeta opera conectada a la aplicación del celular. Nuestros usuarios cargan su sueldo completo y lo administran desde la app".

"Alrededor del 50 por ciento. Hay un 40 por ciento que usa Ualá como cuenta primaria. Eso significa que estamos trayendo gente a la economía en blanco, declarada. Esto es inclusión financiera. Incluso después tienen historial financiero por si quieren ir a un banco y abrir una cuenta. Cada vez la gente entiende más que el efectivo es caro e ineficiente", apunta Barbieri sobre la situación del mercado financiero, que también comenta que "más del 10 por ciento de los habitantes del país entre 18 y 25 años tienen Ualá o tres por ciento de todo el país. Nos enorgullece llegar a toda esa gente. Tenemos más de 60 mil chicos menores de edad, con límites que setean sus padres. Usan mucho para comprar on line, cargar el celular y analizar sus gastos".

"Tenemos inversores que piensan a futuro", explica el ejecutivo respecto a su propia financiación, "invirtieron en Ualá sabiendo que vamos a perder plata por cinco años o siete años, pero pensamos en el largo plazo. Es la primera inversión de Soros en el país desde Adecoagro; es la primera de Goldman Sachs desde 1999 y la primera en fintech de Tencent (dueños de Wechat)".

No le gusta habar del futuro, sino remarcar el presente: "lo que puedo decir es que todos los días hacemos más de cinco mil tarjetas. Y me enorgullece que casi el 80 por ciento de esos plásticos están fuera de la Capital Federal y 68 por ciento fuera del área metropolitana de Buenos Aires", indica La Voz.

Finaliza con que "me motiva la posibilidad de hacer crecer al país y contribuir a que haya inclusión financiera", y que "no venimos a reemplazar a los bancos, interoperamos con ellos".

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