"El principal impacto del atraso tecnológico es la desvinculación con el consumidor. El no poder hablar con el consumidor. Hoy el cliente no entiende una demora, no entiende un error en un envío, no entiende cómo si puede sacar un vuelo desde su celular, no pueda gestionar todo online", afirmó Diego Rivero, director regional de consultoría en Edison.

Rivero, ex Director Nacional de la Oficina Nacional de Innovación de Gestión, analizó en la siguiente entrevista de iProfesional las consecuencias del atraso tecnológico en la Argentina.

-¿Cómo se encuentran las empresas argentinas, el Estado en sus diferentes niveles y los profesionales en relación a la adquisición y adopción de hardware, software e infraestructura de redes respecto al resto de América latina?

-Edison trabaja mayoritariamente con empresas globales con sede en la Argentina, y con empresas locales de gran envergadura. Nuestros clientes en los últimos años han realizado fuertes inversiones en software y soluciones de Process Mining, Monitoreo de Experiencia de Usuario, Gobierno de procesos, enablement y training, que son soluciones no transaccionales y que normalmente llegan luego de implementaciones de ERP worldclass.

Estas tecnologías de países del primer mundo están desplegadas hoy en empresas tales como Danone, Edenor y Toyota; por lo que el atraso tecnológico, literalmente, no existe. En el resto de América Latina el atraso también está sectorizado y no es lo mismo hablar de Haití que de Chile o de Colombia.

Sí existen falencias a nivel conectividad, si se puede identificar una brecha con otras regiones, pero se ha mejorado muchísimo en este tiempo, a partir del despliegue de fibra óptica iluminada a nivel país, que ahora permite enlazar sucursales y puntos que hace unos años hubieran sido impensados.

Respecto al atraso de hardware, es relativo en lo vinculado con infraestructura, porque casi no existen empresas que no tengan en curso un "roadmap to cloud", donde "los fierros" se transforman en un servicio a cargo de especialistas. Tal vez, otra sea la realidad de las empresas PYME o de rango medio.

También es cierto que la depreciación de la moneda del último trimestre obliga a replantear el despliegue de la estrategia tecnológica de corto plazo.

-En caso de que exista un atraso tecnológico, ¿cuáles son los segmentos (hardware, software y redes) de mayor atraso? ¿Y cuáles son sus causas?

El software es cada vez más cloud, con lo cual el atraso es difícil de estimar. Diría que lo que más puede estar comprometido son las redes y el hardware.

-¿Cuáles son los segmentos de mercado (corporaciones, Estado, Pymes, profesionales) más afectados por este atraso?

Considero que los más afectados son las Pymes y los Estados subnacionales, en particular los municipios. El Estado Nacional ha realizado fuertísimas inversiones en los últimos años en hardware, software, desarrollos y conectividad, lideradas por la Secretaría de Gobierno de Modernización. Los trámites online, la fibra óptica, las soluciones como expediente electrónico, entre otras, tienen un estado del arte actualizado.

A nivel organismos descentralizados, el atraso tecnológico es dispar. Tenemos una Dirección Nacional de Migraciones con reconocimiento facial y dactilar implementado en Ezeiza como se puede ver en Londres; y otros con muchísimo aun por desarrollar.

-¿Cuáles son los impactos de este atraso en las empresas, el Estado y los profesionales? Por ejemplo, menor productividad, pérdida de mercados en el exterior.

El principal impacto del atraso tecnológico es la desvinculación con el consumidor. El no poder hablar con el consumidor. Hoy el cliente no entiende una demora, no entiende un error en un envío, no entiende cómo si puede sacar un vuelo desde su celular, no pueda gestionar todo online.

Quienes no vieron esto o no invirtieron antes de las devaluaciones, hoy están en una peor situación: corriendo de atrás, pagando más, llegando tarde y sin innovación alguna. El proceso de adopción tecnológica siempre debe ser veloz y requiere una gran dosis de valentía y toma de riesgos. El presupuesto de IT hace años que dejó de ser de "soporte" y pasó a ser estratégico. Parece increíble que algunas compañías aun no lo hayan visto.

Un párrafo aparte le cabe a la productividad. Si hablamos de sustitución de trabajo humano por inteligencia artificial, RPA, robótica, machine learning, etc. Creo que estamos bastante lejos de otros países. Eso se puede ver desde dos ópticas distintas. No invertir en esto, condiciona a un país a una política de mercados cerrados y protegidos, con todo lo que ello implica.

Esto puede generar en automático una migración de los perfiles más requeridos hacia otras latitudes. Hoy la competencia por los desarrolladores millennials ya dejó de ser entre países y es entre ciudades. En eso Argentina está muy mal. Hay mucho por aprender. Ya no como traer talento de afuera sino como retener lo nuestro.

-¿Cómo se puede recuperar este atraso? ¿Qué medidas se deberían adoptar?

-El atraso no se recupera, pero sí se pueden saltar tecnologías. No necesito invertir en servidores si tengo AWS o AZURE. No necesito hacer Process Mapping si tengo Celonis Cloud para analizar todos mis procesos de negocio.

No necesito desplegar una capacitación a usuarios finales si tengo todos los materiales de capacitación con demos desarrolladas en SAP Enable Now y procesos guiados paso a paso. Quienes tomen conciencia que quedaron atrasados en tecnología, para sobrevivir tendrán que apostar por las tecnologías que recién están viendo la luz.

Fuente: iProfesional

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