Buenos Aires se volvió la capital nacional de los monopatines eléctricos. En menos de 6 meses, distintas empresas comenzaron a expandirse en CABA, con tres firmas en pleno funcionamiento en las calles.
Grin fue la primera en aterrizar; luego llegaron Movo y Lime. Ahora también Glovo experimenta con su plataforma en algunas calles de Palermo, como una primera prueba piloto a nivel global.
El mercado está en pleno crecimiento. Al mismo tiempo, el gobierno de Rodríguez Larreta trabaja cerca de estas empresas de micromovilidad para regular su operación y expandir las zonas de cobertura.
"Buenos Aires es una ciudad ideal para los monopatines, con una densidad pareja y muchos comercios", explica en diálogo con iProUP el gerente de relaciones públicas de la Grin, Cristóbal Aninat. Con cuatro meses de operación local en su espalda, el vocero de la firma mexicana asegura que ya "hay una adopción cultural" del sistema, que funcionan como un complemento a la red de transporte público.
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Hoy hay 600 patines en la calle (es el máximo que le permite el gobierno a cada empresa) y ya se realizaron más de 150.000 viajes. Sin embargo, tiene planeado ir aumentando el número de equipos y zonas de cobertura en forma paulatina con el paso de los meses: "en dos semanas se amplía el límite hasta 800".
Además, asegura que ya hay "una demanda social" que los usa los monopatines con frecuencia: "En CABA ya se generó una adopción generalizada. Es un mercado complejo pero el gobierno hizo un buen trabajo"
Aninat asevera que hay conversación fluida con la Secretaría de Transporte, donde se comparten datos de cómo funciona la micromovilidad, con el objetivo de realizar nuevas ciclovías que conecten los puntos neurálgicos.
También destacó la información que generan las tecnologías de los monopatines en tiempo real: "Nosotros también compartimos estos datos con todas las ciudades. Es un trabajo interactivo para instalar un nuevo modelo de transporte".
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Lo que viene
Respecto a sus planes a futuro, la empresa está analizando la posibilidad de lanzar su propia billetera virtual en la región, una herramienta que ya está funcionando en México. Este sistema permite cargar saldo (con tarjeta o efectivo), enviar dinero entre usuarios (por su número de celular, Facebook o usuario de Grin), pagar servicios (como el agua y la luz) y abono en negocios, funciones similar a las de otras wallets del mercado.
"Esto está madurando en otros países. Nos interesa tener el mejor servicio posible y comprender las regulaciones de cada lugar", suma el vocero.
Cabe destacar que en Chile y Uruguay se está integrando la plataforma de Grin al sistema público de transporte: "Si en estos lugares tenés un estacionamiento de micromovilidad, incentivás su uso, lo que ayuda a la mejorar la capilaridad de transporte público. De esta forma, somos un brindamos un servicio integral".
Mientras tanto, la firma espera lograr la maduración necesaria en Argentina para consolidar, primero, su negocio de monopatines, con diálogo ya entablados con otras ciudades. Inclusive, acaba de desembarcar en San Isidro, por lo que dio su primer paso fuera de la capital.
Sin embargo, el vocero deja la puerta abierta para explorar el mundo fintech con las soluciones que ya están probando en otros mercados.