Hijo de Harvard y miembro fundacional de la generación de emprendedores nacionales "1.0" (que lucharon contra las fauces de la burbuja puntocom y lograron sobrevivir aunque no sin algún que otro raspón), Alejandro Oxenford, más conocido como Alec, es el fundador de OLX, uno de los cinco unicornios que ostenta la Argentina. 

A 20 años de haber iniciado su carrera entrepreneur, hoy permanece alejado de su compañía y dedicado a Letgo, orientado a la compraventa de artículos usados con el que quiere destronar a Craigslist en el mercado estadounidense y que, al igual que su plataforma de clasificados online, ya superó los u$s1.000 millones de valuación.

Gran parte de su vida transcurrió en el exterior. Si bien nació y se crió en Palermo, los viajes por el mundo eran moneda corriente en su familia. Cursó la escuela primaria en Brasil, donde tuvo que mudarse tras el secuestro de su abuelo materno. 

Volvió al país para estudiar en el colegio San Andrés. Más tarde, cursó la carrera de Administración de Empresas en la UCA y festejó el título. De sus 5 años en Boston Consulting Group (BCG), tres fueron en España y uno en San Pablo. A eso hay que sumarle los dos años en Massachusetts por su MBA.

El éxito en los negocios lo encontró afuera. Asegura que l

a experiencia en Harvard le abrió la cabeza: "Me hizo dar cuenta que podía crear cosas. Vi compañías que se volvieron grandes y muy rápido. No contaban con capital detrás, pero sí con muchas ganas de ir por más", afirma. 

Si bien tenía un compromiso con BCG para quedarse otros dos años (ya que había financiado parte de su experiencia en la Ivy League), durante meses trabajó a destajo planeando su lanzamiento al emprendedurismo. 

Finalmente, en 1999 levantó la persiana de DeRemate.com junto con 10 socios: el 90% del capital era propio y el restante, de la francesa Aucland. La firma de subastas se lanzó al mercado con 3.000 productos disponibles en su plataforma y en mayo de 2000 ya acumulaba 3,6 millones de visitas y ventas superiores a u$s25 millones.

En aquel entonces, los negocios por Internet eran muy incipientes y las firmas del "palo" tenían todo por ganar. Sin embargo, la burbuja puntocom obligó a todos a ajustarse el cinturón. También la compañía de Oxenford tuvo que achicarse y de 300 empleados pasó a tener 150. 

Pero DeRemate.com insistió en el rumbo: en 2003 contabilizaba 2 millones de usuarios registrados y proyectaba cerrar el año con u$s300 millones en operaciones concretadas. Aun así, Oxenford no la pasaba bien. Es que su competidor era nada menos que Mercado Libre y la rivalidad era intensa.

Al punto que se vivía como un Superclásico que, en lugar de una cancha de fútbol, se disputaba en el campo online de los sitios de subastas. También, en el marco de un fuerte antagonismo académico: Harvard versus Stanford. 

"Me tomé muy en serio lo que pasaba, era todo de vida o muerte. No entendía el juego y me estresé, se me caía el pelo, me salió una úlcera", cuenta. La competencia Oxenford-Galperín se resolvió en 2005 tras años de tira y afloje y de copiarse estrategias. Finalmente, Mercado Libre compró DeRemate por "apenas" u$s40 millones. 

Entre los inversores de la compañía  figuraban Merril Lynch Global Emerging Markets, Newbridge Technology Ventures, eQuest Partners, DLJ Fund Investment Partners y La Nación SA, que había adquirido un 20% de las acciones.

Pasó un año hasta que lanzó OLX - Online Exchange. Para definir qué quería hacer de su vida, acuñó el concepto de ‘martian approach’ junto con su socio, el economista francés Fabrice Grinda. "Si un extraterrestre llegase a la Tierra y quisiera dar inicio a una empresa online, ¿dónde la instalaría?", se preguntaron. Ambos viajaron al sur para aislarse y reflexionar. Argentina y Francia estaban descartadas, al no verlos como buenos mercados para dar el puntapié inicial. Analizando el potencial del bloque BRIC (Brasil, Rusia, India, China), el tercero de ellos se presentaba como el más atractivo. Así iniciaron operaciones en el país asiático previa inversión de u$s500.000, pero manejando todo desde territorio argentino. "Si miramos para atrás, nuestro plan de hacer pie en India fue inconsciente, pero tenía más que ver con animarse", afirma. Pero lo cierto es que la compañía de clasificados se abrió paso en los mercados emergentes con un modelo de negocios que generaba ingresos sólo por venta de publicidad. No cobraba comisión a quienes utilizaban la plataforma. 

Según Oxenford, uno de los puntos fuertes de la empresa fue haber desarrollado la tecnología para teléfonos celulares antes que otros. OLX la implementó en 2008, tan solo un año después del lanzamiento del iPhone. "Tuvimos apps y versión mobile varios años antes que Craigslist e incluso eBay", dice.

Y añade: "Los primeros desarrollos los hicimos en Croacia, porque en Argentina no movía mucho ese negocio, no había retorno de inversión.

Pensamos en discontinuarlo varias veces (al proyecto móvil), pero no lo hicimos porque era un equipo chico y no nos salía caro. No fue tanto porque éramos unos genios sino porque simplemente no nos animamos".

Más allá de su faceta empresarial, también coqueteó con el mundo del arte y la política. Desde 2013 hasta este año se desempeñó como presidente de ArteBA. Se introdujo en ese mundo en 2001, cuando lo eligieron como titular de la Asociación de Amigos del Malba. Poco tiempo después, comenzó su colección de obras de artistas contemporáneos. Asegura que sólo compra este tipo de cuadros porque es la mejor forma del mecenazgo. Incluso, gestiona un programa de becas de viaje para artistas que ya lleva 10 ediciones.

En 2007 formó parte de la mesa chica de asesores de Juan Carlos Blumberg, quien preparaba su salto político. Al verlo llorar en TV pidiendo justicia por su hijo, Axel Blumberg, secuestrado y asesinado en 2004, Oxenford le escribió. La historia de Juan Carlos lo había tocado de cerca, no solo por el secuestro de su abuelo sino también porque un tío suyo había sufrido la misma suerte de Axel en los 70. "Me atrae su ingenuidad de no ser político", eran sus palabras. 

No obstante, la trayectoria de Blumberg en las urnas fue corta. Se presentó como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires –integró el frente Vamos junto a Jorge Sobisch como candidato presidencial -pero obtuvo solo un 1,26% de los votos en las elecciones que ganaría Daniel Scioli.

Su ser metódico y organizado, que diagrama hasta sus momentos de ocio, se complementa con su visión ‘juguetona’ de los negocios. Los años bajo presión en DeRemate.com, apunta, lo hicieron aprender y cambiar la moda en la que encaraba el día a día. 

"Al final, todo esto es un juego y hay que tomarlo así. Hay que reírse, tener buena onda y divertirse", dice. A la vez, siempre se mostró crítico del empresariado, al punto que señala que los directivos de compañías argentinas son "una lágrima". Y añade: "Miran más al pasado y no se preparan para competir en el futuro".

El despegue

El grupo sudafricano Naspers inició su luna de miel con OLX en 2010, cuando compró el 95% de la compañía por u$s200 millones. En tanto, el holding, a través de su subsidiaria brasileña Buscapé Financial Services, se hizo de DineroMail, plataforma de pagos online también cofundada por Oxenford en 2003. 

En 2018, el segmento "clasificados" -protagonizado por el Grupo OLX que opera en 41 países y tiene 330 millones de usuarios- le reportó a Nasper u$s628 millones, 35% más que el año anterior. Y en el primer semestre financiero de 2019, esta unidad superó los u$s405 millones en facturación (incremento del 40% respecto a 2018). 

Argentina ocupa un espacio menor entre sus prioridades de negocios. Pasaron varios años hasta que OLX desembarcara en el país e incluso hoy el mercado continúa representando una porción muy menor de la facturación: según Oxenford, alrededor del 2% de las ventas totales. 

Por caso, en India, donde ostenta 80% del share en la industria "person-to-person online trade", reportó ingresos por 1.790 millones de rupias en 2018 (más de u$s25 millones). 

En tanto, en febrero de este año, OLX Argentina, orientada principalmente al desarrollo de software, despidió a 50 de sus 320 empleados cuando decidió mudar a Colombia algunas tareas administrativas y financieras. Meses antes había adquirido la plataforma online de ofertas inmobiliarias -Properati- para ampliar su alcance en el mercado del real estate.

Letgo, su gran apuesta

Desde 2014, el empresario permanece alejado del management de OLX y dedicado full time a su nueva joya: Letgo. Este marketplace, de segunda mano, en realidad de argentino solo tiene a Oxenford, ya que su foco está puesto en Estados Unidos. "Es una empresa global", describe. 

En septiembre 2015 recibió apoyo de Naspers con una inyección de u$s100 millones. Luego levantó u$s175 millones y el holding sudafricano suscribió compromiso de financiación de u$s500 millones (enero 2018) tras valuar a la startup en u$s1.500 millones.

Rápidamente fue adoptada en el mercado de EE.UU. y se convirtió en la segunda app de mayor crecimiento (75 millones de descargas). Si bien llegó en prueba piloto al mercado argentino, no tuvo los resultados esperados: Letgo cerró sus operaciones en abril de 2019 y le bajó la persiana a sus filiales de República Checa, Eslovenia, Eslovaquia y Croacia. 

"Argentina fue una de las pruebas pero hemos concluido en que no tiene sentido continuar con el experimento por lo insignificante de la base de usuarios locales, menos del 0,04% global", aseguraron desde la firma. 

El verdadero objetivo de Oxenford está puesto en destronar a Craigslist, actual rey del segmento en Estados Unidos. Para eso, sumó la categoría "alojamientos" y, años antes, se fusionó con la española Wallapop para potenciar su expansión. "Lo que más me divertía era el desafío de competir allí", resume Oxenford. 

Con dos unicornios a cuestas y el antecedente de un pionero del ecommerce albiceleste, el ejecutivo sigue trabajando con una filosofía que, hasta ahora, le ha dado excelentes resultados: simplemente, utilizar la diversión como combustible.

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