Pizza e Inteligencia Artificial no son palabras que suelan ir en una misma frase. Sin embargo, un extraño invento de Dominos Pizza se ha encargado de juntar estos dos conceptos con un particular escáner cuya función consiste en "poner nota a las pizzas" que se están horneando y "mostrar los datos en tiempo real".
Este es uno de los grandes inventos de los que la multinacional ha sacado pecho en la presentación que ha compartido con sus inversores y que establece una forma de control de calidad y evaluación del personal sin igual en la industria de la pizza.
El invento, conocido como DOM pizza Checker, promete identificar las "malas pizzas" y a las tiendas con "malos resultados para el cliente".
Se trata de un artilugio con forma de proyector que -equipado con cámaras y dotado con una Inteligencia Artificial- se encarga de escanear las pizzas que se están produciendo en ese momento y coteja la información visual que obtiene con la lista de comandas incluidas en su sistema informático.
A partir de esta información recogida, una inteligencia artificial estudia la pizza "en función del queso, los bordes y como están repartidos los ingredientes" antes de ponerles nota.
Además, según la compañía, cuando el sistema detecta que una pizza no se está haciendo correctamente emite una "notificación sonora" que alerta a los empleados de que tienen que volver a prepararla.
Este nuevo sistema de vigilancia permite "seguir uno por uno a las tiendas que se estén quedando atrás respecto a los competidores" y en un futuro barajan "mostrar los resultados en tiempo real en una pantalla" situada la zona en la que se hacen las pizzas para "motivar a los trabajadores".
Desde la empresa niegan que se trate de una herramienta para controlar a los trabajadores y señalan que se trataría de una herramienta para entrenar al personal que trabaja en las cocinas.
Vale subrayar que las multinacionales de comida rápida realizan notables inversiones en tecnología para lograr maximizar la productividad de sus negocios.
Unas tecnologías entre las que, por ejemplo, destaca el uso de programas antirobo. Un software cuya aplicación se ha traducido en un aumento de los beneficios para el empresario, no porque los trabajadores dejen de robar, sino porque al sentirse monitorizados tienen una mayor presión para vender comida y bebida.
La empresa más notoria del sector de la comida rápida, McDonalds, ha invertido millones en la compra de startups especializadas en ámbitos como la inteligencia artificial por voz para tomar nota de los pedidos, la personalización en los menús para llevar o en su aplicación.
Dentro del mismo nicho que Dominos, Pizza Hut compró en 2018 QuickOrder, una plataforma especializada para pedir comida a domicilio. Un hito que constituyó una de las grandes operaciones financieras de la compañía.
En la misma línea, otras empresas dentro de la industria de comida rápida están estudiando implantar escáners que leen y almacenan la matrícula de los vehículos que acuden a su establecimiento de forma automática como parte de su estrategia de márketing y sus programas de fidelización.