Si hace una década se decía que los negocios iban a pasar por Internet, hoy esa afirmación se extiende al teléfono móvil y a las apps, que se han transformado en el principal nexo con los clientes. Para poner cifras al asunto, valen un par de datos: el mercado mundial de aplicaciones genera ingresos superiores a u$s100.000 millones anuales, y da trabajo a más de un millón de personas a nivel global. Estas cifras son aportadas por la firma especializada App Annie, que además detalla que el año pasado se efectuaron 200.000 millones de descargas en todo el planeta.

En Argentina, su crecimiento también ha sido exponencial, sobre todo en el último año. Los usuarios ya se acostumbraron a la llamada "economía de las apps" y han perdido el miedo a realizar compras desde sus celulares: según la firma Kantar, 6 de cada 10 argentinos realizó recientemente alguna operación desde su móvil.

El ranking de operaciones es liderado por el pago de servicios (37%), seguido por la recarga del celular (29%) y de la tarjeta SUBE (22%), envío de dinero (19%) y transacciones con código QR (10% promedio y casi 30% en CABA).

Quienes poseen entre

35 y 45 años son los que más recurren a estos aplicativos, por contar con una mayor independencia financiera y ser muy propensos a la adopción de nuevas tecnologías.

Airbnb, Uber, Cabify, Zolvers, Mercado Libre, Iguana Fix, Freelancer, Workana, Rappi y Glovo conforman el top ten de las más utilizadas en el país. Asimismo, sorprende cómo las empresas vienen adaptando sus modelos de negocios tradicionales a la era "4.0". Y es precisamente hacia dónde apuntan cada vez más sus cañones presupuestarios.

Desarrollos dentro y fuera de la empresa

El negocio de las apps se expande por dos vías: la de los desarrolladores de aplicaciones, por un lado, y compañías que las usan para fortalecer su imagen y apuntalar ventas, por otro. En esa línea, cada vez más organizaciones están lanzando sus propias iniciativas conscientes de que así mejoran el vínculo con sus clientes y pueden sumar nuevos.Los factores que apuntalan este repunte son básicamente dos: las mejoras logradas en materia de conectividad y el auge del "m-commerce": según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la compraventa a través del teléfono móvil ya representa el 25% del comercio electrónico en la Argentina, siendo la modalidad que más crece. 

"Hoy, la aplicación es el negocio. Si es lenta, o la transacción no es segura, ese negocio deja de existir", afirma Roberto Ricossa, director general para América latina de F5 Networks. Y añade: "Las apps ofician de nexo entre consumidores y empresas y para estas últimas son el principal driver de innovación", añade. 

Las grandes compañías son las que tienen más problemas a la hora de aggiornarse a los tiempos que corren. Si bien cuentan con más recursos económicos y humanos, carecen de la flexibilidad necesaria para lograr una rápida adaptación.

En la Argentina, cada vez más compañías utilizan el concepto de las startups para ayudar a las firmas tradicionales a mantener su liderazgo en el mundo digital. Una de ellas es YopDev, creada por Guido Grinbaum, integrante de la "vieja guardia" del emprendedorismo local. Actualmente, cuenta con clientes de la talla de Coca Cola, Unilever y Garbarino.

Federico Giesenow, managing partner de la firma, quien trabajó como ejecutivo de Unilever en varias sedes internacionales, asegura que las grandes empresas "no saben cómo o no tienen las habilidades" para avanzar en ciertos proyectos digitales. Además, señala que muchas veces "carecen del foco".

La razón es sencilla: no poseen el funcionamiento de una startup (que está las 24 horas pensando en el proyecto), por lo que YopDev se encarga de desarrollar una idea junto a la compañía y le asigna un "equipo ágil" para su implementación. Desde la empresa señalan a iProUP que el vínculo no se limita a impulsarles las ideas a otros. Más bien, debe ser un esfuerzo conjunto.

"Creemos en los equipos. Trabajamos juntos, co-creamos. Coca-Cola es un partner de lujo, porque muestra un elevado nivel de compromiso", remarca Giesenow. En este caso, el proyecto planteado se llama Wabi y consiste en una aplicación móvil para la entrega a domicilio de bebidas.

"Resuelve el cómo llegar a la casa del consumidor final: que pueda pedir y se le pueda entregar pero en el marco de un sistema sustentable a largo plazo. Tercerizar los últimos 100 metros es muy caro", señala el ejecutivo.

La idea es simple y efectiva. Los usuarios realizan su pedido desde el celular y acto seguido les llega una notificación a los comercios adheridos (también al teléfono), ya sea un quiosco, un almacén o autoservicio. El primero que acepta el pedido lleva a la casa del cliente el pack de bebidas.

Además, el gigante de las gaseosas también ha encarado proyectos 100% in-hose, como es el caso de Coca Cola For Me, una evolución de su radio online interactiva. "El objetivo es brindar beneficios y experiencias exclusivas al segmento teen", cuenta Gonzalo Duperré, Digital & Technology Manager para Cono Sur.

La aplicación fue lanzada primero en Argentina, Chile y Perú; luego, exportada a Colombia, Costa Rica y Panamá. El desarrollo llevó 9 meses y estuvo a cargo de un equipo interno de la compañía. Puede ser descargada en móvil o web. Cuenta con más de 2 millones de usuarios que acceden un promedio de tres veces por día, según datos de la empresa.

En el caso de Club Personal, del grupo Telecom, utiliza una app para administrar su plataforma de beneficios. "Los clientes participan en juegos, en sorteos de viajes y equipos y obtienen premios (como crédito para el celular, packs de servicios de cable, bonificaciones)", explica Fernando Diaz Baylon, CEO de Aper, la firma desarrolladora.

Respecto del costo de este tipo de proyectos, Baylon aclara: "Los desarrollos son a medida. El costo puede ir desde $400.000 a los $10 millones según complejidad y cantidad de horas de trabajo. El salario de un desarrollador ronda los $60.000 a $120.000 según su seniority y estamos cotizando la hora entre u$s35 y u$s45".

Aper empezó como una Pyme que creaba sitios web, pero hoy día ya tiene clientes en todo el país y planea expandirse a Latinoamérica, primero, y luego a otros países.

Hoy, está trabajando con uno de los primeros portales bancarios de venta desarrollado en Argentina: ICBC Mall. También tiene proyectos con los bancos de Santa Fe, San Juan, Entre Ríos, Santa Cruz, y el banco Columbia.

En la industria, los expertos coinciden: construir una app que se pueda considerar "competitiva" en el mercado móvil requiere de, por lo menos, una inversión de u$s100.000. Incluso, para difundirla y que los usuarios la conozcan, la inversión debe ser por lo menos del doble o pensar en u$s300.000, como mínimo.

Los casos de proyectos que con u$s10.000, u$s20.000 o u$s30.000 hicieron una app y tuvieron un gran éxito fue hace años, pero hoy se trata de un fenómeno mucho menos frecuente.

Así, cuando el espíritu "startup" no se encuentra dentro de la propia empresa, buscar un aliado de lujo es la solución ideal para desarrollar una app y no morir en el intento.

Desarrollos que llegan "desde arriba"

Algunas firmas que operan en el país no encararon sus propios desarrollos sino que han recibido de sus casas matrices las plataformas a ser implementadas en Argentina.

Para las multinacionales, es una solución para ganar clientes en el mundo, de la mano de propuestas unificadas que, en muchos casos, son utilizadas sin restricciones en cualquier territorio en el que la firma opere.

Por caso, la cadena de cafeterías Starbucks lanzó a nivel global la app Starbucks Rewards. "Es una herramienta para el programa de lealtad de clientes que permite recargar, pagar y consultar saldo, localizar tiendas cercanas y obtener descuentos y beneficios según el consumo", destaca Federico Bonino, gerente de marketing para Argentina y Uruguay.

Concretamente, la app le brinda la posibilidad de:

- Pagar desde la aplicación en sus tiendas favoritas

- Registrarse como miembro de Starbucks Rewards

- Consultar sus "stars" (puntos) y beneficios disponibles

- Recargar y administrar todas sus Starbucks Cards

- Visualizar su saldo disponible y el detalle de sus movimientos

- Acceder a un buscador de tiendas, recibir novedades del programa y promociones especiales

Además, quienes adhieren pueden pagar con su Starbucks Card, una tarjeta tarjeta prepaga no vinculada a un banco, y acumular "stars" cada vez que consumen.

Según el ejecutivo, esta plataforma apunta a quienes buscan "tendencia e innovación", ya que desde su celular pueden monitorear y gestionar todos los aspectos de su cuenta, con la comodidad de adquirir productos prescindiendo del cash.

En el ámbito del retail tradicional, Supermercados Día es un caso testigo, ya que impulsó su negocio de la mano de su aplicación de Ofertas y Ahorro. "En un año y medio tuvimos más de 1.7 millones de descargas y casi 1 millón de personas la utilizan cada mes para planificar sus compras", apunta Analía Mikati, Gerenta de Marketing de DIA Argentina. 

"Hoy, 15% de los clientes en nuestras tiendas utilizan la App ClubDIA y apuntamos a superar el 30% para fin de año", afirma Mikati. 

"La app se usa mucho para visualizar ofertas, consulta de ahorro acumulado y ubicación de comercios. Los clientes valoran mucho su funcionalidad offline y el poco espacio que ocupa en la memoria del teléfono", agrega la ejecutiva.

A través de la analítica de los datos de sus usuarios, la firma ofrece descuentos y promociones relevantes para cada cliente en base en su historial de compras. El próximo paso será habilitar la compra directamente desde la app en el celular. 

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