Cada vez existen más dispositivos inteligentes que tienen como fin facilitar la vida a las personas y para hacerlo estos equipos necesitan conocer lo máximo posible sobre su usuario, para poder ofrecer el mejor servicio posible.
Como informan desde la empresa española de ciberseguridad All4sec, existe una serie de datos que estos dispositivos almacenan, a veces, incluso mucha más información de la que estrictamente necesitan para llevar a cabo sus funciones. Esta información es luego estructurada y vendida muchas veces sin nuestro conocimiento y sin nuestra autorización.
Entre los diferentes datos que se recopilan, destacan los datos de registro, aquellos que se proporcionan al activar el dispositivo, como los datos del usuario al identificarse, los registros de actividad o el estado del dispositivo en cada momento.
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También los datos capturados por sensores que incorporan los dispositivos pueden ser almacenados. Los sensores pueden detectar el movimiento, grabar audios u ofrecer funciones de videovigilancia.
Los dispositivos inteligentes pueden recopilar datos de las actividades que se llevan a cabo con el dispositivo, como la identificación del medio, si es un móvil, ordenador o tableta. También pueden distinguir la función que se ha usado y la actividad para la que iba dirigida (cambiar de canal, activar el horno, etc.).
Incluso se ha llegado a detectar que ciertos dispositivos almacenan datos no declarados y que están fuera de su comportamiento esperado, como puede ser la captura de imágenes cuando se pulsa el timbre de una casa o la activación de asistentes de voz cuando se pronuncian ciertas palabras.
Todos estos datos son personales de los clientes y, por ello, tienen "derecho a la privacidad y a saber exactamente qué se hace con ellos", como recuerdan desde All4sec.