China cuenta con una red de vigilancia de más de doscientos millones de cámaras, que se espera que lleguen a ser 2.760 millones en 2022, y en los últimos años ha incrementado significativamente los controles sobre su ciberespacio, medidas que se asemejan a un futuro distópico que está siendo exportado a Latinoamérica.
Un informe de la Organización No Gubernamental Freedom House recabado por Yahoo indicó que la capacidad del gobierno chino para monitorear las vidas y comunicaciones de los ciudadanos ha "aumentado dramáticamente" en los últimos años, dificultando las conversaciones en línea y fuera de línea.
"Las aplicaciones de redes sociales como WeChat, utilizadas por cientos de millones de personas en China, monitorean de cerca las discusiones de los usuarios para cumplir con las restricciones de contenido del gobierno. Las cámaras de vigilancia, cada vez en mayor número y con software de reconocimiento facial, cubren muchas áreas urbanas y el transporte público, y se están expandiendo a las regiones rurales", indicó el reporte.
Control total
Asimismo, indicó que existe un programa piloto para crear un Sistema de Crédito Social en el que se califica la confiabilidad de los ciudadanos basada no solo en la responsabilidad financiera y registros de deudas, sino también en los comportamientos de compra, hábitos de videojuegos, amigos virtuales y cumplimiento de las reglas en los espacios públicos.
Algunas personas con un bajo puntaje en este sistema ya se les ha prohibido comprar boletos en trenes de alta velocidad, viajar al extranjero, comprar vivienda y han afrontado otras consecuencias por estar en la lista de morosos o mal portados controlada por el gobierno.
El control sobre todos los aspectos de la vida de las personas no se queda en eso, la policía extendió a casi todo el país el uso de dispositivos que permiten extraer y escanear rápidamente los datos de los teléfonos inteligentes. Y en los veredictos judiciales condenatorios se han citado comunicaciones privadas en las aplicaciones de mensajería y los videos de vigilancia pública.
Esos avances para controlar a la población no solo se están implementando en China, algunas han sido exportadas a otras regiones e incluso en Latinoamérica se están siguiendo algunos de los pasos del modelo que Pekín exporta, a pesar de las amplias críticas en materia de derechos humanos y que deja una puerta abierta para que China controle toda la información que circula por sus redes y cámaras.
El informe muestra un mapa titulado "China rehace el mundo a su imagen tecno-distópica" en el que aparecen los países con los que China hace negocios en temas de infraestructura para telecomunicaciones, vigilancia con inteligencia artificial y reconocimiento facial, y sesiones de entrenamiento en China con directores de medios y funcionarios gubernamentales sobre nuevos medios y manejo de la información.
Gran parte de los países resaltados están en Asia y África, pero destacan cinco países en Latinoamérica: Brasil, Cuba, Ecuador, México y Venezuela.
TIC chinas para Cuba, Ecuador, México y Venezuela
Las empresas chinas han instalado equipos de internet y redes móviles en al menos 38 países y a modo de ejemplo cita: "Huawei está construyendo la red Wi-Fi pública más grande de América Latina en México".
"A medida que China construye cada vez más parte de la infraestructura crítica de telecomunicaciones del mundo, los datos globales pueden ser más accesibles para las agencias de inteligencia chinas a través de métodos legales y extralegales", indicó la investigación.
Además, recordó que en enero de 2018, el personal de seguridad de la Unión Africana (UA) informó que sus sistemas informáticos habían estado enviando datos confidenciales a Shanghai todos los días durante cinco años. China había gastado 200 millones construyendo las nuevas oficinas de la UA en Addis Ababa, incluyendo toda la red de computadores.