Con un dólar que promete fluctuar entre los $36 y $46 según el Gobierno, las firmas dedicadas a los servicios informáticos (SSI) vuelven a ser competitivas para exportar, a pesar de que a partir de 2019 pagarán eventualmente 4 pesos de retenciones por cada dólar exportado.
Según el Observatorio de la Economía del Conocimiento del Ministerio de Producción de la Nación, la industria registró un volumen de negocios de u$s582 millones en el primer trimestre.
Así, se ubicó como el tercer sector con más ventas al exterior, sólo superado por el cerealero y el oleaginoso. Y espera cerrar 2018 con exportaciones por u$s1.600 millones, muy cerca del récord de u$s1.699 millones del año pasado.
También proyecta una nueva marca histórica en la cantidad de ventas totales: según los cálculos de la entidad, en 2018 registrarán ingresos por u$s4.287 millones, contra los u$s2.837 del año pasado.
Dentro de las SSI se encuentran los servicios empresariales, profesionales y técnicos de software e informática y audiovisuales.
"El nuevo contexto impacta positivamente. Después de casi una década de atraso cambiario, finalmente volvemos a ser competitivos", comenta a iProUP Andrés Vior, CEO de intive-FDV, una empresa internacional especializada en desarrollo de software a medida para diversos segmentos, que tiene oficinas en Buenos Aires.
De todos modos, su optimismo es moderado, ya que también advierte sobre efectos colaterales adversos, como la alta inflación y la posibilidad de retenciones que se aplicarán a la industria.
De Argentina al mundo
La consultoría de procesos enfocados en transformación y optimización, así como el desarrollo de software, son dos de los servicios que despiertan más interés en el exterior. La razón es que existen varios casos argentinos de referencia internacional en los que se han llevado adelante soluciones globales de mejora con impacto real en los resultados de los negocios.
"En ese sentido, seguimos marcando tendencia en innovación en la región, más allá de los avatares del país. De hecho, hay un gran camino recorrido en la industria tecnológica en sectores como el de finanzas, energía y retail. La Argentina es reconocida internacionalmente, tanto por los resultados como por la complejidad de los casos", detalla Ricardo Hernández, CEO de Edison para América Latina, empresa dedicada al Business Process Management, User Experience y Process Mining.
Dentro de la exportación de servicios, una de las ramas de actividad en la que los profesionales argentinos más se lucen en el mundo es en la del software.
Entre los países que más consumen soluciones locales, EE.UU. lidera la lista, con casi el 50% del share. Detrás se ubican Uruguay, Chile, México, Perú, Colombia y España. (ver gráfico)
"Estados Unidos, como mayor economía del mundo, está cada vez más lejos de poder satisfacer su demanda interna y esto lo convierte en un consumidor insaciable de recursos y servicios de la industria basada en el conocimiento", revela Casali.
Y subraya: "Esto nos pone en un escenario interesante si logramos seguir mejorando nuestra productividad y alcanzamos una ecuación precio-calidad que satisfaga los estándares que exige el país del norte".
Según datos de las firmas nucleadas en el Córdoba Technology Cluster, proporcionados a iProUP, más de la mitad de las exportaciones está ligada al desarrollo de software, mientras que en segundo lugar se ubica la venta de Productos, Soluciones y Servicios asociados, con una incidencia del 25%.
El tercer lugar es para la Provisión de recursos para desarrollos, que incide aproximadamente en un 7%. El resto se reparte en otros rubros, entre los cuales se destacan soporte TI, capacitaciones y ventas de productos de terceros.
El fantasma del impuesto
En relación con el posible gravamen a las ventas al exterior que regiría a partir de 2019, Vior afirma: "Definitivamente, será un gran problema para el crecimiento, porque es muy difícil planificar y renovar compromisos y contratos para el año que viene con tanta incertidumbre".
Los planes del Gobierno contemplan que el tipo de cambio fluctúe entre dos valores, pero si la cotización se ubica cerca del nivel inferior de la banda de flotación, puede impactar en la expansión internacional de la industria.
"Si estar cerca del piso redunda en una mayor confianza del mercado y una reducción de las expectativas inflacionarias, entonces sería mejor que se mantenga lo más bajo posible. Sin embargo, si la inflación sigue al ritmo actual, sería conveniente que el dólar flote para mantener la competitividad", opina Vior. Para su empresa, los clientes en el exterior representan el 80% de los ingresos y estima mantener ese porcentaje durante 2019.
En tanto, Diego Casali, presidente de Córdoba Technology Cluster, apunta: "Un tipo de cambio más parecido al del techo de la banda de flotación favorece de manera directa a las empresas exportadoras, pero no debemos olvidar que una gran parte nuestra industria está conformada por Pymes que facturan el 80% de su operación al mercado interno".
En este sentido, completa: "Nuestra mayor preocupación, y a dónde tenemos que centrar la discusión, es en las altísimas tasas, que impactan de lleno en la capacidad de financiamiento y en la cadena de pago; en la presión fiscal, que complica seriamente la rentabilidad; y en la inflación, que incrementa la presión salarial".
Con respecto al último punto, Casali afirma a iProUP que "la mano de obra es, por mucho, el factor más relevante en la incidencia de costos, con incidencias que llegan hasta el 70% u 80%".
De acuerdo con datos de la CESSI, el salario bruto mensual promedio de septiembre de 2017, cuando el dólar se ubicaba en $17,60, se colocó en :
- $19.500 (u$1.107) para los programadores junior o sin experiencia
- $28.750 (u$s1.633) para los semisenior
- $38.900 (u$s2.210) para los senior
En septiembre pasado, esas cifras pasaron a $25.700, $36.700 y $48.650, respectivamente. Con el tipo de cambio actual, las remuneraciones en dólares pasaron a situarse dentro de los u$s700, u$s1.000 y u$s1.300. Es decir, registraron un descenso de entre 50 y 90% medidos en moneda dura.
Ideas para potenciar el negocio SSI
Los entrevistados coinciden en afirmar que una de las claves es llegar a un marco regulatorio estable.
"El Gobierno debe garantizar la prórroga de la Ley de Promoción de la Industria del Software, como primera medida. Luego mejorarla y ampliarla, con instrumentos como la Ley de la Economía del Conocimiento", sostiene Vior.
En la misma sintonía, Casali completa: "Esperamos que las retenciones realmente no superen el techo del 12% establecido, y que sean una medida de crisis, transitoria y se cumpla con el plazo perentorio de diciembre de 2020".
El directivo además sostiene que "es importante que se fortalezcan políticas de apoyo en la formación de talentos, como el Plan 111mil, y otros que incentiven a más personas a estudiar y formarse en carreras y disciplinas relacionadas a las ciencias de la computación".
Con respecto al tipo de cambio y la macroeconomía, los ejecutivos entrevistados por iProUP entienden que, más allá de la importancia del valor nominal de la divisa, es crucial eliminar la volatilidad e implementar políticas que ayuden en la apertura de países y faciliten el comercio.
Para el CEO de Edison, "es fundamental facilitar tanto el comercio internacional como también eliminar cualquier carga impositiva que resulte distorsiva para el negocio, porque se trata de un sector con mucha competencia, donde los cambios y la continua capacitación de los recursos es clave".
Y cierra: "No es viable pensar en exportaciones sin trabajar al mismo tiempo en promocionar los servicios en el exterior. El desarrollo de los mercados conlleva una inversión en dólares y la falta de crédito accesible frena o demora la expansión comercial en la región".