La semana pasada, Enel llevó a cabo lo que se considera la primera carga pública de un vehículo eléctrico en la Ciudad de Buenos Aires. Fue cuando una Kangoo ZE del gobierno porteño recargó sus baterías en la sede central del grupo italiano dueño de la distribuidora Edesur utilizando tecnología de Enel X, la división de negocios responsable de la comercialización de productos y servicios como los cargadores eléctricos.
Es decir, de la filial creada para desembarcar en el incipiente negocio de la “nafta eléctríca” que en Argentina todavía está lejos de asemejarse al nivel de expansión que ya tiene en Europa o Estados Unidos, pero al que apuestan tanto las empresas energéticas locales como las petroleras más importantes y las terminales automotriceso, así como el propio gobierno nacional.
En el caso de la Kangoo, en poco menos de una hora, la camioneta que es habitualmente usada por la Secretaría de Transporte de la Ciudad, quedó lista para completar el resto de la jornada laboral con los agentes de tránsito. Al no existir normativa oficial sobre este negocio y no estar el precio del “litro de nafta eléctrica” regulado por el Estado, la carga hecha por Enel al modelo fabricado por Renault fue sin costo.
Más bien, se trató de una especie de “servicio al cliente” el que se realizó en ese espacio de carga para vehículos eléctricos inaugurado por Enel en diciembre del año pasado en su sede local, ubicada en la esquina de las calles San José y Alsina, a pocas cuadras del Obelisco, donde también tiene sus oficinas Edesur.
Pero el plan es aún mayor y también contempla la posibilidad de cerrar un acuerdo con alguna de las petroleras locales para instalar otro tipo de surtidores eléctricos en estaciones de servicio de todo el país.
Fuentes del mercado petrolero aseguran que Enel tiene listo un convenio con Axion para habilitar equipos denominados “coloninas” en la red de locales de la marca con la cual el grupo Pan American Energy (PAE) participa en el segmento de venta de combustibles en la Argentina. Este holding es controlado por la familia local Bulgheroni y sus socios asiaticos de CNCOOC.
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Si bien no hubo mayores detalles, iProfesional pudo saber que el acuerdo está avanzado y podría ser anunciado antes de fin de año, como parte del interés de Enel para que en el país se desarrolle un importante mercado de autos eléctricos.
Los expertos aseguran que el negocio no se centra de manera exclusiva en la comercialización de la “nafta eléctrica” sino más en la venta de vehículos impulsados a electricidad y de los Wall Box y las coloninas.
Sostienen que cuanto más puntos de conexión existan, habrá mas gente interesada en comprar autos a base de esta tecnología.
Si bien en la actualidad solamente existen alrededor de 60 a 70 vehículos en el país que funcionan a electricidad, como la camioneta oficial Kangoo, las automotrices locales también apuestan a que irá tomando forma con el correr de los años.
Lo hacen pensando en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan reemplazar cada vez más a los combustibles tradicionales por los generados en base a energía eléctrica.
Hasta ahora, Enel viene participando de este negocio con la venta de cargaddores eléctricos que se pueden instalar en los hogares. Se llaman Wall Box y los dueños de la mayor distribuidora de energía del país lo venden a través de Enel X.
El objetivo es ofrecer los equipos que cuestan cerca de 2.000 euros no solamente a los más de 2,5 millones de clientes que Edesur abastece en su zona de concesión, sino a todo aquel usuario de un auto eléctrico que pretenda realizar la carga en el garaje de su hogar, usando la electricidad de la red y pagando en la factura mensual el costo que deba hacer frente de acuerdo al valor del kilowatt. De hecho, la empresa ya lleva vendidas 14 unidades.
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En este contexto, la alianza de Enel con Axion tendrá que compartir el mercado con otras petroleras y empresas de electricidad que también se vienen preparando para la existencia de un mercado de autos eléctricos con un volumen necesario como para la instalación de cargadores en las estaciones de servicio.
El primer paso lo dio YPF en agosto del año pasado, cuando instaló dos surtidores eléctricos en la estación de servicio YPF ACA Palermo, en la intersección de las calles Godoy Cruz y Demaría.
Se trata de unidades incluidas en un plan ambicioso de la petrolera estatal para instalar 200 equipos en su red de estaciones de servicio durante los próximos años.
El plan contempla instalar otros equipos en las estaciones de servicio YPF en la Autopista La Plata y así sucesivamente alcanzar la primera fase del plan que proyecta la habilitación de más de 200 puestos de recarga en 110 estaciones de servicio de su red en todo el país.
Para llevar a cabo este proceso, YPF cerró una alianza con el grupo internacional ABB y QEV Argentina. Al igual que Enel y Axion, su estrategia es la de estar preparada para atender la demanda futura de los vehículos eléctricos del mercado nacional. Quiere asegurarse una cobertura óptima y autonomía para los propietarios de autos eléctricos con su red de estaciones presente en todo el territorio nacional.
En su momento, ejecutivos de YPF consideraron que el uso de energía eléctrica como medio de locomoción es una tendencia mundial que también se va a consolidar en Argentina y que, teniendo en cuenta esa previsión, apuntan a liderar esa evolución en el mercado local.
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En el caso de los dispositivos usados por YPF, fueron desarrollados por ABB. Son de carga rápida DC (15 - 30 minutos por término medio
para el 80% de la batería) y cuentan con los tres protocolos estándar y dominantes del mercado (CCS, CHadeMo y AC). También poseen un soporte digital multimedia que permite agilizar la carga mediante la geolocalización del punto de recarga más cercano, la reserva de turno y el pago mediante tarjeta de crédito. El plan le demandará a YPF inversiones por u$s13 millones.
Pero mientras distribuidoras, petroleras y terminales apuestan a expandir y consolidar el mercado de autos eléctricos, el Gobierno sigue sin reglamentar el uso de surtidores para la carga de este tipo de combustible.
Incluso el año pasado hubo una fuerte disputa entre YPF y Edesur luego de que las autoridades de la distribuidora pidieron que se le prohíba a la petrolera vender energía eléctrica en su estación de servicio de Palermo, alegando que tiene un contrato de exclusividad para distribuir electricidad en su zona de concesión.
En ese momento intervino el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) que habilitó a YPF y Edesur para abastecer a los autos eléctricos. Según dispuso el organismo en diciembre pasado, la petrolera puede cargar en sus surtidores, mientras que la distribuidora de luz puede hacerlo a través de instalaciones propias o de terceros, siempre que se trate de suministro eléctrico.
Sin embargo, el Gobierno hasta ahora mantiene silencio en cuanto a las normas que deberá sancionar para ponerle precio a la nafta eléctrica. Hasta ahora y ante la ausencia de este tipo de reglamentos, tanto Edesur como YPF “disfrazan” el valor de la carga cobrando otro tipo de tareas como puede ser un cambio de aceite y filtro o simplemente argumentando que se trata de un servicio gratuito al cliente.
Pero, como este año ya comenzaron a llegar las primeras 6.000 unidades de autos eléctricos, con aranceles especiales de importación, las empresas están presionando para que los tiempos se aceleren y finalmente la nafta eléctrica tambié tenga precio.