Trabajar desde casa es el sueño de millones de personas. La ilusión de tener el completo dominio de su tiempo, sus responsabilidades y de desempeñarse en base a resultados, es algo que suele ser un gran anhelo para cumplir.
Sin embargo, cuando conversas con personas que se desempeñan bajo la modalidad de home-office, hay opiniones divididas: están quienes se han adaptado rápidamente, y los que no le encuentran la vuelta para cumplir con los objetivos pasando las veinticuatro horas dentro de su hogar.
El home-office es una tendencia creciente en el mundo. Se estima que más allá del 2020 el cincuenta por ciento del desempeño de cierto tipo de tareas podrán hacerse en forma remota, por lo que la fuerza laboral necesita adaptarse a esta modalidad que tiene sus particularidades.
Posiblemente si estás emprendiendo o llevando adelante proyectos por tu cuenta, ya sabes de qué se trata, y estás resolviendo lo mejor que puedes los contratiempos que se presentan al trabajar en el mismo lugar donde vives.
Para muchos, el gran problema es cómo dividir el espacio personal del profesional; de qué forma encontrar un lugar fijo distinto a la sala o la cocina para enfocarse en el trabajo; y, además, cómo evitar distraerse permanentemente por temas domésticos.
Esta guía de diez consejos puede ayudarte para crear una nueva forma de desempeño que, más tarde o más temprano, puede ser que necesites adoptarla:
1- Determinar un lugar específico de trabajo en el hogar.
La productividad aumentará sensiblemente si asignas un escritorio, que puede ser un rincón o un espacio compartido, dedicado exclusivamente a los temas de trabajo. Allí tendrás todos los materiales necesarios, archivadores, pizarras, y hasta elementos para tus momentos de distensión, con la menor cantidad de interrupciones posibles.
2- Trabajar desde casa es un trabajo formal
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Muchas personas confunden que estar haciendo labor home-office no es tan riguroso como ir a la oficina cada día. Sin embargo, exige un alto nivel de responsabilidad, compromiso y cumplimiento. Se trata de la disciplina, que aquí se aplica más que nunca.
La recomendación es que tengas un cronograma de días y horarios establecidos formalmente; que lo cumplas y que destines esas horas exclusivamente a las tareas y proyectos, por más que no debas concurrir en forma presencial.
3- Vístete como si fueses a trabajar
El cerebro necesita de rutinas y el inconsciente acciona mejor cuando le das ciertos procesos para que libere la energía necesaria para despertar tu creatividad, entrega e innovación. Al hacer home-office muchas personas se imaginan trabajando en pijama, pantuflas o de entrecasa. Si bien se permite estar cómodo, para reforzar tu auto disciplina establece rutinas, horarios y ciertas formalidades en cuanto a tu vestuario.
Aunque parezca menor, esto permitirá que te enfoques mejor en el logro de los resultados y que no haya diferencia entre ir a la oficina o trabajar desde tu casa.
4- Mantén al día los compromisos de trabajo
Al estar fuera del "radar" físico de tu superior, es posible que una parte tuya quiera saltarse algunas normas. Sin embargo, el home-office no te exime de cumplir con los acuerdos laborales, fechas de entrega, reuniones (virtuales o presenciales) y la entrega de reportes. Es más: al trabajar remoto, sobre todo cuando una empresa recién empieza a incorporar esta modalidad, por lo general se te exigirán más resultados que cuando estabas en la oficina.
5- No mezclar la vida profesional con los temas personales
Hacer trámites, compras on-line que interrumpirán tu trabajo para recibirlas, cuidar de los niños muchísimas horas, atender y mantener la casa en orden, es otro trabajo en paralelo.
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Si haces home-office necesitas disciplinarte para no mezclar ambos espacios, ya que, de lo contrario, tu vida se volverá un caos. A mayor organización y claridad, aumenta proporcionalmente tu productividad.
6- Esforzarte en tus habilidades de comunicación
En mi experiencia, las tres "C" del home-office son Compromiso, Cumplimiento y Comunicación. Suponiendo que extrañas el clima, la adrenalina de la oficina y a tus compañeros, la
solución es mantenerte presente con ellos más allá de la interacción puramente de trabajo. Interesarte sinceramente en saber cómo están y cómo van sus proyectos y sus familias -por ejemplo- son ejes que recomiendo tener muy presentes por más que trabajes a distancia.
Del mismo modo, otro requisito fundamental es ser excelente en tus comunicaciones interpersonales, la empatía y saber interpretar vínculos a distancia ya que muchas veces no podrán verse cara a cara. Por si no lo sabías, más del 55% de la comunicación es gestual, 38% el tono de voz; y sólo el 7% las palabras.
Esto quiere decir que, a distancia, necesitarás esforzarte aún más, ya que muchas veces no alcanzarás a generar impacto de gestos y tono de voz; por lo que la precisión al comunicarte en palabras, mensajes de texto, chats, mails, etc. necesita ser llevada a un nivel superior de calidad y precisión.
7- No pierdas tiempo
Cuando tienes un trabajo fuera de tu casa, por lo general tienes metas, objetivos, rendiciones de resultados y cuentas y horarios que cumplir. Exactamente lo mismo sucede cuando haces home-office. En este punto es de vital importancia que te enfoques completamente en las tareas dentro de horarios fijos que habrás establecido, y evitarás toda distracción con temas personales o domésticos.
Si te cuesta levantarte a la mañana y das muchas vueltas, imagínate lo que sucederá si trabajas desde tu casa, donde no tienes una cámara observándote todo el día. Sin embargo, sí hay un sistema de seguimiento y control: tus resultados.
Cuando eres un teletrabajador se te exige más, ya que se medirá tu eficacia en función de parámetros distintos, al no estar físicamente junto a tu superior y compañeros.
Entonces, aprovecha cada minuto de tu nuevo esquema de horarios a cumplir.
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8- Desconecta del trabajo en horas fijas
Un problema frecuente es que las personas que trabajan en su casa tienden a hacerlo desordenadamente. Vinculado con lo anterior, así como tienes un horario de desempeño laboral, la invitación es a que determines cuándo desconectarás. No es aconsejable despertarte a la madrugada y terminar un informe; o interrumpir un espacio familiar para volver al trabajo. Lo que necesitas lograr es que, dentro del tiempo laboral, cumplas con todas las tareas, y luego te desconectes, incluyendo el móvil de la empresa, si fuese tu caso.
9- Asegúrate que funciona toda la tecnología necesaria
Para que puedas trabajar en la modalidad remota, necesitarás contar con todos los elementos básicos indispensables para hacer las tareas. Desde un buen computador, sincronización con los servidores de tus clientes o empresa, impresora, conexión de Internet de alta velocidad, y los backup suficientes de toda la información para que no ocurran contratiempos; incluso prever los cortes de energía o de la conectividad, para que siempre puedas cumplir con tu trabajo. Esa es tu responsabilidad, y no podrás pasar a "modo excusa".
10- Analiza si el home-office es para ti y pide feedback a tu superior o clientes
El home-office no es ni para todas las tareas, ni para todas las personas. Hay funciones presenciales que no pueden hacerse a distancia; y hay gente que, por su personalidad, estilo y necesidad de socialización con otros, sí o sí requieren del trabajo presencial.
Este es un análisis profundo, personal e interior que sugiero que hagas antes de adoptar el trabajo remoto. Conozco casos de trabajadores cuyas vidas personales son un caos por distintos motivos; por supuesto que esto atenta completamente para dedicarte a trabajar fuera de tu casa.
Porque así lo hagas en un espacio de co-working o en un café, necesitas establecer un espacio de trabajo calmo y confortable, que te permita mantener e incluso superar tu rendimiento en la oficina. Si no tienes resuelto con quienes convives cómo lo harás, no aceptes el reto por el momento.
Debes prepararte lo suficiente para no fallar. Muchas empresas proponen un período de prueba -por ejemplo, tres meses donde sólo cobrarás tu salario sí y sólo sí cumples con todos y cada uno de los resultados que previamente habrán pactado-; de lo contrario, habrá consecuencias. Esto, que suena duro, es parte de tu responsabilidad, y de nadie más.
De allí que pedir feedback a tus superiores es la mejor forma de saber cómo marcha tu home-office; qué puedes mejorar; y también, desde tu lado, qué aportes puedes hacer a la organización para seguir siendo eficaces en experiencias de trabajo remoto.
* Daniel Colombo es facilitador y Máster Coach especializado en CEOs, alta gerencia, profesionales y equipos; comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 29 libros.