Desde hace diez años me desempeño en el desarrollo de software, habiendo transcurrido más de la mitad de mi carrera profesional en BairesDev, una empresa de soluciones tecnológicas.
En esta década de experiencia en el área tuve la oportunidad de presenciar y protagonizar la evolución de la industria del software en América latina y, particularmente en la Argentina donde ha ganado terreno.
La demanda cada vez más creciente de profesiones afines al sector, ha generado un fuerte interés de entidades gubernamentales y educativas, que ven en el crecimiento de esta actividad una gran oportunidad para el desarrollo económico de la región.
Este crecimiento sostenido en la demanda de profesionales tecnológicos ha llevado a la misma industria a redoblar sus esfuerzos por cubrirla: el trabajo remoto toma protagonismo y permite atravesar barreras, evitando que profesionales dispersos en un país extenso como el nuestro deban mudarse y trabajar a cientos de kilómetros de sus hogares y familias.
El surgimiento de nuevas modalidades de trabajo ha captado la atención de la sociedad en general, donde los trabajos tradicionales comienzan a digitalizarse y a necesitar de la incorporación de profesionales que puedan desarrollar y mantener soluciones de software.
Le dan la espalda a la crisis y cobran en dólares: los siete tipos de empleo más demandados del mercado laboral "4.0"
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y avances en materia educativa, existe cada año un déficit aproximado de 6000 puestos de trabajo que los 4000 egresados por año no llegan a cubrir.
Es así como una de las principales exportaciones de valor agregado del país demanda más del doble de los profesionales que genera. Por ello, resulta indispensable incentivar el interés por las carreras informáticas en jóvenes estudiantes que de conocerlas, sin dudas las elegirían.
América latina cuenta con cuatro grandes ventajas que facilitan y propician al desarrollo de la industria de software:
- Primero, el huso horario. Contamos con una virtud geográfica inigualable que nos permite trabajar en tiempo real con clientes y empresas de Estados Unidos y algunos países de Europa Mediterránea y Occidental. Esto nos ubica en una posición privilegiada frente a otros países con una fuerte industria de software.
- Segundo, pero relacionado con lo que acabo de mencionar, encuentro a la cercanía cultural con Estados Unidos como otro de los indiscutibles beneficios. América latina es sumamente diversa, cada país tiene una identidad propia que lo identifica, pero existe una afinidad cultural que hermana a todos los países que la componen. Esto favorece un fluído intercambio y trabajo en equipo con países que son cuna y albergue de los más importantes centros tecnológicos del mundo.
Festejan el dólar alto: cuánto ganan los argentinos que facturan sus servicios al exterior por plataformas freelance
- En tercer lugar, es necesario nombrar a la educación: la buena calidad educativa nos entrega cada año profesionales con una altísima capacitación en áreas tecnológicas.
- Y en último lugar, pero no menos importante, nuestro país es el mejor posicionado en cuanto al nivel de inglés alcanzado en la región.
Esta es una profesión muy generosa que brinda la posibilidad de trabajar en un área que está en constante cambio. Cada proyecto es un desafío que nos permite interactuar con empresas diversas.
Esto permite avanzar no sólo en conocimientos técnicos y tecnológicos propios de la profesión, sino en el aprendizaje de procesos que rigen aquellas industrias a las que proveemos de servicios informáticos. Este aprendizaje constante es una de las principales motivaciones que potencian el trabajo diario y lo alejan de la monotonía.
*María Clara Vallés es arquitecta de soluciones de BairesDev