Para estar seguros de uno mismo hay algo que hay que tener en cuenta: poseer una fuerte y arraigada amplitud mental.
No es sólo una cualidad necesaria para el desarrollo personal, sino que también influye directamente en tus emprendimientos y el desarrollo de tu empresa, ya que te permite evolucionar.
Es el pasaporte para el aprendizaje continuo, una de las formas en que la innovación hace evolucionar a las compañías de todo tipo.
Para Jobs ser abierto de mente implica, entre otros aspectos:
- Que puedes entender a los demás desde sus posiciones personales, aunque no sean iguales a las tuyas.
- Que aprendes a convivir en un mundo lleno de diferencias.
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- Que expandes tu consciencia más allá de lo que jamás imaginaste, y no necesitas ningún estímulo externo para provocarlo.
- Que respetas y asumes que el ser distinto a ti es simplemente eso: elecciones diferentes a las tuyas.
- Que no existe una única mirada sobre las cosas, el mundo, el trabajo, los problemas y sus soluciones: hay múltiples alternativas para explorar.
Si tu empresa tiene amplitud mental, refleja que:
- Liderarás con consciencia de equipo.
- Desarrollarás habilidades más allá de las clásicas.
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- Permitirás la convivencia y cooperación con distintas generaciones donde todos aprenderán de cada uno.
- Proyectarás esta visión de amplitud hacia dentro y hacia fuera en cada decisión que se tome.
Ahora bien: la amplitud mental no se puede forzar. Las personas no cambian bajo presión. Sólo lo hacen si quieren. Y ese condicional es determinante de la adhesión o no, a los procesos de transformación. Se puede estimular, más no obligar.
Rasgos culturales del pasado versus nuevos paradigmas de innovación
La sociedad actual estimula en muchos casos cierta homogeneización cultural, un proceso mediante el cual cierto tipo de cultura intenta dominar o invadir a otra. Si esto se produce, en el tiempo se diluirán rasgos culturales propios de aquella original, y se fusionará con algo más global, homogéneo. En sí, cuando los individuos tienen la opción de elegir qué quieren hacer (el principio del libre albedrío), esto no tiene nada de malo. El problema es cuando se lo impone otro, aun sabiendo que la persona no lo quiere de esa forma.
¿Qué tiene que ver esto con tener amplitud mental? Se relaciona directamente, ya que la persona con mente amplia se sostiene en sus valores, creencias y determinaciones, y, a la vez, puede entender a aquel que ve las cosas en forma diferente y hasta quizás totalmente opuesta.
Al incorporar una visión ampliada del mundo, las situaciones, los problemas, los alcances y encuadres de las cuestiones más diversas, el individuo con amplitud mental se despliega en forma más asertiva. Deja de estar en pie de guerra queriendo que todos opinen como él o adhieran a sus postulados, y simplemente fluye con lo que siente, conviviendo empáticamente con los demás. Cuando el momento lo requiere, marca posición y es determinado en sus posturas. Es firme en sus convicciones, indicó MDZ.