La humanidad avanza aceleradamente hacia un mundo más robotizado. Llevado hasta los extremos en las películas y series de ciencia ficción, los escenarios distópicos al estilo Terminator o Yo Robot muestran cómo la sociedad ya vislumbra hace tiempo un futuro en el que los autómatas ocuparán un rol preponderante (con sus riesgos) en la vida diaria.
A simple vista, este escenario parece distante, pero lo cierto es que la robotización y la inteligencia artificial ya son una parte importante de casi todas las industrias, además de tener incidencia, directa o indirecta, en el mercado laboral.
El siguiente cuadro es bastante elocuente a la hora de mostrar los 20 perfiles laborales que corren mayor riesgo de perder valor de mercado a corto, mediano o largo plazo. Incluso de desaparecer, ya que las tareas quedarán en manos de las nuevas tecnologías:
Según la investigación realizada por ManpowerGroup, cuatro de cada diez compañías automatizarán sus tareas en los próximos dos años. Así, podrán recrear un círculo virtuoso:
ganarán en competitividad, mejorarán su posición de mercado y esto les permitirá, en algunos casos, incrementar su dotación de personal.
En esta dirección, un informe de Randstad asegura que las nuevas tecnologías acrecentó en las organizaciones la necesidad de reasignar recursos humanos a tareas novedosas o innovadoras.
"Estamos viendo cómo la inteligencia artificial, la digitalización y robotización están generando profundos cambios en todas las empresas. Sin importar su tamaño, los sectores de recursos humanos se están preguntando el impacto en la organización y en las líneas de producción", asegura a iProUP Maximiliano Schellhas, Director General de Staffing de Randstad, al tiempo que remarca que "en varias tareas, los humanos serán reemplazados por robots".
En este sentido, el avance de la tecnología impactará en algunas áreas más que otras. Por ejemplo, la industria logística y de transporte deberán ser replanteadas (incluso, desde la lógica sindical) ante el avance de los vehículos autónomos.
Asimismo, las tareas analógicas, repetitivas y mecánicas serán sustituidas por métodos innovadores y eficientes de captura de datos. La atención al cliente en el segmento retail se reducirá por el avance de tiendas online. Y los contact centers recortarán espacio a medida que canales de comunicación digitales y la robotización se tornen más efectivos.
"Esto no quiere decir que se dará un reemplazo del 100% de los puestos en todos los casos pero, por ejemplo, el chat virtual ya verifica instancias básicas del servicio. Si escala, hay una persona atrás para atender la problemática. A futuro, hay que ver a qué nivel de inteligencia llegamos, pero las personas sólo quedarán para resolver casos complejos", explica Daniel Iriarte, Director Asociado de Glue Executive Search.
No todo está perdido
La economía digital genera posiciones que antes no existían, como las ligadas al desarrollo y análisis de datos, además de áreas vinculadas a los servicios, como la de experiencia del usuario y marketing digital. "También otras no calificadas, como los envíos a domicilio, que multiplicaron exponencialmente la demanda de personas", suma Iriarte.
Las posiciones directivas con know how son –y seguirán siendo– claves. Tanto las empresas que nacen con gen innovador como aquellas tradicionales que se están transformando, tienen al aprovechamiento de los datos como eje central. Por ende, los roles centrados en ese análisis ganarán protagonismo.
Para Roberto Manguel, Managing Director de Experis Argentina (Manpower), resulta esencial entender que este proceso de cambio es una constante en la historia de la humanidad.
"La introducción de la maquinaria agrícola redujo el total de personas necesarias para trabajar en los campos. Pero, a su vez, creó gran cantidad de industrias y empleos. Hay una búsqueda constante por aumentar la productividad", asegura.
En el centro de este cambio se ubican la inteligencia artificial, la tecnología aplicada a la captura de datos (y posterior análisis), sistemas de identificación biométricos, herramientas aplicadas a la evaluación y el procesamiento de toda esa información. Así, las habilidades nuevas aparecen tan rápido como se apagan las viejas.
"El advenimiento de las tecnologías digitales genera una democratización en el acceso a la información y en la forma en que nos conectamos", afirma a iProUP Carla Cantisani, Directora de Servicios para el Grupo Adecco Argentina.
"Esto, sumado a la automatización de procesos y a los distintos aspectos que componen la robótica y la inteligencia artificial, generará un cambio significativo en cómo se concebirá el trabajo", completa.
Para que las empresas tengan éxito en la era digital y puedan afrontar esta transformación, desde Manpower sugieren que deben convertirse en "constructoras de talento". Es decir, deben focalizarse en mejorar las habilidades de sus recursos humanos.
Para tener una estrategia efectiva, los cuatro pilares necesarios para desarrollarla son:
- Construir: invertir en capacitación y desarrollo para que crezca la comunidad de talento
- Adquirir: buscar en el mercado externo esos perfiles que no pueden ser construidos dentro de la organización
- Expandir: crear comunidades de talento fuera de la organización para complementar las habilidades existentes
- Potenciar: ayudar a las personas a seguir adelante y a migrar a nuevos roles, ya sea dentro o fuera de la organización
Del empleo único al trabajo por proyectos
Si bien el contexto del país genera cierta incertidumbre, tanto en las personas como en las organizaciones, Argentina se está posicionando a nivel mundial como gran exportador de servicios IT.
Con la aprobación Ley de Economía del Conocimiento en mayo de este año, que fomenta la creación de empleos de calidad y brinda un fuerte apoyo a las actividades productivas, la llamada industria "4.0" tiene más chances de desarrollarse. Sin embargo, expertos coinciden en que se hace necesaria una urgente revisión de los marcos laborales.
"Las nuevas tecnologías y ambientes laborales digitales exigen que los empleadores puedan trabajar con contrataciones por proyectos específicos. Es decir, que una persona pueda trabajar para varios proyectos en distintas empresas a la vez. Esto plantea un desafío desde la reglamentación de contratación para afrontar nuevas formas de emplear personal", suma Cantisani.
En este sentido, agrega, el Estado deberá ser el encargado de actualizar y transformar los sistemas educativos para dar respuesta a la creciente demanda de perfiles idóneos para el trabajo del futuro. Deben incluir un enfoque estratégico que desarrolle habilidades cognitivas y competencias sociales. "El Estado debería replantearse la optimización de todos los procesos internos teniendo como aliadas a las nuevas tecnologías", asevera. Iriarte añade: "La legislación actual tiene que ver con el mercado laboral del siglo XX, más industrial, de trabajo para toda la vida". Y hoy todo eso cambió, es más dinámico y flexible.
"Todas estas son cosas que no contempla la legislación laboral hoy y se debería incorporar esta nueva mirada porque es una realidad que ya existe", completa.
"Hay que preparar a las nuevas generaciones con la participación a nivel gobierno, empresas y de modo individual. Hay que trabajar en los reeskills, la resiliencia y las habilidades blandas. Para eso tenemos que acostumbrarnos a un nuevo sistema ágil y digital, por eso hay que repensar el sistema educativo", señala Schellhas, de Randstad.
Según datos aportados por Workana, son las Pymes y microempresas las que mayor cantidad de profesionales independientes incorporan a sus equipos, llevándose el 90% de la contratación. Sin embargo, en este último tiempo se notó un creciente interés en la búsqueda de talentos por parte de las grandes firmas a fin de realizar tareas puntuales.
Las categorías más contratadas son:
- Diseño y Multimedia: 37%
- IT y Programación: 28%
- Traducción y Creación de Contenidos: 16%
Todas ellas son áreas relacionadas con presencia de marca online, innovación en procesos e incorporación de las nuevas tecnologías y plataformas virtuales para acercarse a sus clientes.
"La incorporación de personal en cada organización de las nuevas tendencias laborales permitirá una mejor preparación ante los retos que representa una generación con intereses y necesidades específicas. Además, la oportunidad de revolucionar los entornos de trabajo, incorporando tecnología e ideas innovadoras", asegura a iProUP Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana.
Claro que muchas personas le temen al cambio. "Es entendible", suma Iriarte, porque "lo nuevo genera miedo e incertidumbre" aunque el proceso no se detenga.
"Primero viene la aceptación. Luego la adaptación. Posteriormente, las ganas de capacitarse y hacer todo lo necesario para aggiornarse. El mundo va aceleradamente hacia la tecnología, estamos en plena fase digital", concluye.