En vísperas de una nueva jornada de discusión sobre la jornada laboral, Chile se prepara para cambiar los horarios de trabajo, con amplio apoyo entre los parlamentarios y una buena experiencia internacional. Cabe destacar que en América Latina las jornadas varían entre las 46 y 48 horas semanales.
"Creemos que es necesario modificar la realidad de los trabajadores y seguir los pasos de otros países de la OCDE. Estos países tienen un rendimiento productivo alto y una jornada de trabajo reducida. Esto es evidencia de que no hay una correlación efectiva o vínculo causal entre jornada de trabajo y nivel de productividad", aseguró la diputada comunista chilena Camila Vallejo.
La diputada justificó su propuesta de reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, proyecto que esperaba ser votado anoche en la comisión de Trabajo de la Cámara.
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Como detalla Diario Financiero de Chile, en al menos 21 países ya cuenta con estas jornadas reducidas. Tal es el caso de Austria, Canadá, República Checa, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Corea del Sur, Letonia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Estados Unidos.
Pero en la región la situación es diferente: la mayoría de los países tienen jornadas más extensas que alcanzan hasta las 48 horas semanales. Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay Perú y Uruguay.
Según un estudio de la Biblioteca del Congreso de Chile elaborado en 2017 y titulado "Productividad en Chile: una revisión de su evolución en el marco de la Ley Nº 19.759 que redujo jornada laboral de 48 a 45 horas", no se puede concluir que la reducción de la jornada haya tenido un impacto significativo en la productividad.
Sin embargo, el escrito indica que "no puede negarse la posibilidad de que la productividad pueda verse beneficiada por las reducciones de las jornadas debido a los beneficios psicológicos y de bienestar asociados a mayor tiempo de ocio que influye en la vida personal, pero pone de manifiesto que la medición de un impacto debe analizarse de una perspectiva multidimensional".