Entre las primeras cosas que comentó, se encuentra que tal diferenciación parte de que la competencia no ha dado los pasos necesarios para pasar su producción a la movilidad eléctrica, relegándose cada vez más, y no respondiendo a los intereses de los consumidores.
"Nos sorprende, cuando presentamos el Model S dijeron que era un coche imposible de construir, pero una vez que empezamos a entregarlo a los clientes y recibió aprobación por parte de los reguladores, que se superaron todas las pruebas de seguridad, pensé que la industria buscaría formas de competir con un modelo eléctrico que no rivalice", aseguró Musk. El vehículo fue anunciado en junio de 2008 y puesto a la venta en 2012. "Creía que dos o tres años más tarde nos igualarían o nos adelantarían con sus propios coches", pero nunca sucedió.
"La industria empezó a notar nuestra presencia en 2014 o 2015, lo que a Tesla le ha dado una ventaja significativa. Seis años para ser exactos". Aún así, a mediados de 2019 no parece que los grandes fabricantes, incluyendo General Motors, Volkswagen, BMW o Mercedes-Benz están realmente listos para competir con un vehículo que realmente los rivalice.
Tesla, además, tiene un arma secreta que probablemente mantenga esa ventaja grande sobre la competencia: la flota cada vez más grande de vehículos de la compañía circulando por todo el mundo, que están recogiendo datos de forma constante.
Esos datos son enviados de regreso a Tesla para ser alimentados a la inteligencia artificial que está desarrollando de la compañía y ser usado como entrenamiento que hará que los vehículos tengan conducción autónoma. Hoy en día todo ese conocimiento está siendo usado para hacer funcionar el Autopilot, el cual mejora de forma progresiva con actualizaciones de software, otra función que la competencia no termina de implementar correctamente.
"Necesitamos escalar nuestra producción, ser capaces de fabricar millones de coches por año, mejorar los precios de nuestros productos, ofrecer versiones que cuesten menos, sean más accesibles para más consumidores y conducción autónoma total", aseguró Musk.
De hecho, son los dos grandes retos de Tesla durante los últimos años, y sobre todo desde el lanzamiento del Model 3: por un lado lograr venderlo a un precio lo suficientemente atractivo para popularizarlo aún más, resolver todos los problemas de logística que tienen, habituales "dolores de crecimiento" de una compañía que 20 años atrás simplemente no existía, pero que ha puesto de cabeza a toda la industria automotriz.
Por otro lado seguir innovando para obtener un nivel de conducción autónoma que permita circular por ciudades, aumentar seguridad y necesitar cada vez menos la intervención humana para dirigir el vehículo.
La conducción autónoma revolucionará la industria del automóvil
Musk también explicó como será justamente la conducción autónoma, lo que realmente revolucione la industria del automóvil. "Será lo que realmente lo transforme. Desde las grandes innovaciones en la producción de coches por Henry Ford, electrificación y conducción autónoma son las dos grandes disrupciones. El futuro tiene que ser 100% eléctrico y 100% autónomo".
"Te guste o no, es lo que sucederá", concluye.
Por otro lado, Franz von Holzhausen, responsable de diseño de Tesla, dijo: "así como el Model S fue una prueba que un coche eléctrico puede estar bien diseñado y ser divertido de conducir, Tesla hará lo mismo con la autonomía: no dará miedo, sino que será una experiencia agradable y divertida", indicó Hipertextual.