A pesar de que la recesión economía sigue castigando a la mayoría de las empresas de consumo masivo y de las millonarias pérdidas que registró en su último balance del 2018, Molinos Río de la Plata acaba de cerrar una inversión por $1.200 millones en su planta ubicada en la localidad de Esteban Echeverría.
El desembolso de la alimenticia de la familia Perez Companc se destinó a la instalación de una nueva línea de snacks y un centro de distribución, que se suman a las actividades que ya se llevan a cabo en ese establecimiento bonaerense.
De los fondos, cerca de $880 millones se destinaron a la construcción del depósito, al que se lo dotó la de la última tecnología robótica, mientras que el resto de los fondos fueron usados para instalar la producción de los alimentos de sus líneas de snacks bajo las marcas Gallo y Chocoarroz.
Se trata de la última gran inversión que cerrará la empresa durante este año, dejando para el 2020 otros proyectos en carpeta para seguir concentrando sus negocios en el mercado doméstico.
En la empresa explican que la estrategia de focalización de sus negocios en el país es independiente del contexto macro y tiene que ver con el objetivo de convertirse "en una de las protagonistas locales de la próxima década".
De hecho, en febrero pasado había cerrado a compra de la fabricante de tapas para empanadas La Salteña que era controlada por el grupo norteamericano General Mills.
Lo hizo a pesar de los malos resultados que vienen mostrando sus últimos balances, afectada por la devaluación, el freno del consumo y de las consecuencias negativas que este escenario viene provocando en las ventas de la propia empresa.
En el caso de la ampliación de Esteban Echeverría, en la empresa aseguran que se trata de "seguir acercando a los argentinos productos para alimentarse mejor a precios más accesibles".
En este marco, el depósito completamente robotizado cuenta con 14.000 posiciones de almacenamiento y picking automático a través de vehículos auto-guiados.
Su inauguración contó con la presencia del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quienes recorrieron las nuevas instalaciones junto a Luis Perez Companc, presidente de la compañía.
Durante su discurso, el Jefe de Estado compartió su "pasión" por el Chocoarroz, tal como alguna vez ya lo había hecho público el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Incluso, le aseguró a Perez Companc que le pedirá al funcionario que "comience con la tarea de exportar el Chocoarroz a Brasil".
Macri también le pidió al grupo empresario que además de invertir en alimentos, agro y energía, "lo haga en turismo", aunque quizá olvidando la existencia de la empresa Pecom Turismo, propiedad del holding.
Durante su recorrida, el Jefe de Estado fue informado sobre el proceso de inversión del grupo y de los trabajos que demandó la ampliación de la planta, un proyecto que duró 18 meses de obra, generó 350 puestos de trabajo durante su ejecución y una inversión de $1.200 millones.
Con estas nuevas instalaciones, desde Molinos explicaron que la planta aumentará su capacidad productiva y mejorará los costos, "acercando a los consumidores productos más accesibles".
Al respecto, Luis Perez Companc manifestó que la compañía tiene el propósito de alentar a los argentinos a comer mejor y que para lograrlo "nos enfocamos en producir alimentos cada vez más ricos, prácticos, saludables y accesibles, lo que nos motiva a estar siempre a la vanguardia, innovando, invirtiendo y,por sobre todo, conectados con los consumidores que todos los días eligen nuestras marcas".
El ejecutivo pronunció un discurso previo a las palabras de Vidal y Macri en el cual agregó que Molinos actúa "seguros del enorme potencial de la Argentina y con el convencimiento de que el mejor aporte que podemos hacer al país es continuar desarrollando nuestras empresas con una clara visión de largo plazo.
Con más de 2.900 colaboradores, Molinos cuenta con marcas como Matarazzo, Lucchetti, Granja del Sol, Gallo, Gallo Snacks, Bodega Nieto Senetiner, Cocinero, Exquisita, La Salteña, entre otras.
Es propiedad del Grupo Perez Companc, que inició sus actividades en 1946 y desarrolla sus negocios en el país a través de tres plataformas: alimentos, agro y energía.
Con u$s3.400 millones de ingresos anuales, 10.000 colaboradores e inversiones que en 2018 totalizaron más de u$s300 millones, el grupo busca promover el crecimiento sustentable de todas sus compañías e intentando asumir un rol protagónico en cada uno de los sectores en los que participa.
En el caso de la planta de Esteban Echeverría, se levanta sobre un predio de 19,5 hectáreas, cuenta con una superficie construida de 25.000 m2 dividida en dos grandes naves como son la productiva, que alberga los procesos de snacks saludables (Chocoarroz y Gallo Snacks), productos horneables y gelificables(Exquisita), premezclas (Lucchetti) y rebozador/pan rallado (Preferido y Lucchetti)
La segunda unidad es el centro de almacenamiento, con sus tres partes: almacén robotizado, Picking automático y staging. Da empleo a 298 personas y tiene una capacidad anual de 65.000 toneladas y una ocupación actual de 60%. En el caso de los snacks, el objetivo es producir alrededor de 400 obleas por minuto, o siete millones por mes.
En la planta se producen los snacks saludables y cuenta con tres líneas de producción como son bizcochos, alfajores y obleas). Opera a tres turnos, seis días a la semana y en dicho sector trabajan 32 personas por turno para lograr abastecer al mercado de unas 10 millones de unidades mensuales.
La maquinaria utilizada en el proceso es de origen holandés (Houdijk), las de bañado de chocolate y el túnel de frio son nacionales (GDG, empresa de Mar del Plata) y la última parte del proceso corresponde al envasado primario, estuchado y encajonado del producto de origen español (ULMA).
En cuanto al centro de depósito, tiene una superficie total de 9.000 m2, trabajan 11 personas por turno y se llevan a cabo 19 bocas de carga para ingreso y egreso de producto.
En el centro operan cuatro trans-elevadores (120 movimientos/hora) Demag de origen alemán y tiene una capacidad para almacenar 14.000 posiciones.
Al respecto, Pablo Barbería, gerente de Planta de Producción de Molinos, explicó que los pedidos de los distintos clientes ingresan al sistema de armado a través de SAP que en forma automática se comunica con el sistema de gestión (ABB, de origen suizo), una plataforma que es utilizada por el operador de control para activar la preparación de los viajes en función de la hora prevista de entrega.
"En forma automática el sistema divide la preparación entre pallets directos y de picking y envía las órdenes al almacén vertical para ir bajando los pallets según necesidad", agregó el ejecutivo durante una recorrida por las instalaciones.
Sostuvo además que las hormigas son las encargadas de llevar los pallets, mediante un sistema de navegación dual (por láser y por cámara), en forma automática hasta las celdas de Picking donde cada robot (Fanuc de origen Japones) está encargado tomar el producto, siempre camada completa, y de depositarlo en el pallet de preparación.