Es indudable que la Inteligencia Artificial continúa avanzando, y cada vez más fuentes la utilizan para mejorar sus procesos, optimizar servicios, o crear nuevos.
Entre estas variadas aplicaciones, la de medicina es una de las más interesantes, despertando el interés en el ámbito de salud.
En un reciente artículo publicado en la revista Nature Medicine, un grupo de expertos de la Universidad Northwestern demostró que recurriendo a la Inteligencia Artificial y otras técnicas relacionadas con el aprendizaje profundo –entrenar a las computadoras para que reconozcan patrones vinculados con una condición específica– podía detectar el cáncer de pulmón con mejor precisión que los médicos especialistas. Y con menos falsos positivos y falsos negativos.
Estos avances también ganan espacio en los grandes congresos médicos. "En la última reunión anual de la RSNA, que convoca a miles de los radiólogos más destacados de todo el mundo, el discurso de apertura giró sobre el uso de Inteligencia Artificial en el diagnóstico y la práctica médica. Eso marca la tendencia de la especialidad para los próximos años", explicó Juan Mazzuco, ex presidente de la Sociedad Argentina de Radiología. Y agregó: "Las especialidades clínicas como radiología, dermatología, laboratorio, diagnóstico por imágenes y patología serán las primeras en ser impactadas por esta tecnología y cambiarán su práctica. En otras, como la cirugía, seguramente tardará un poco más".
En el último Congreso Argentino de Cardiología por primera vez desde la Fundación Cardiológica (FCA) se organizó una mesa dedicada a big data e inteligencia artificial. "Son cosas aún incipientes y recién empezamos a asomarnos a estas temáticas. Pero pareciera que el uso intensivo de algoritmos nos ayudará a hacer mejores seguimientos", sostuvo Jorge Tartaglione, presidente de la FCA.
Tartaglione imagina que será común que los pacientes recurran a un dispositivo portátil para realizar electrocardiogramas periódicos y envíen los resultados a la computadora del médico para ser analizados en forma automática. "Si se detecta algo fuera de lo normal, se le avisará al cardiólogo para que lo analice". Claro que, asegura el experto, "la Inteligencia Artificial podrá proponer conclusiones pero seguirá siendo el médico el que las valide".
La Inteligencia Artificial también está llegando a los estudios patológicos. "A veces cumplimos tareas repetitivas y la Inteligencia Artificial podría ayudarnos a ser más eficientes", comentó Lucas Moretti, patólogo del equipo del Instituto Roffo.
El experto contó que podría usarse para lograr una mejor gradación de algunos tumores, analizar sus contornos y el tamaño del núcleo de la célula enferma. "Podríamos lograr más coherencia, precisión y objetividad en los resultados que obtenemos al interpretar y clasificar lesiones". Sin embargo, no cree que, por ahora, sirva para un diagnóstico totalmente autónomo: "Porque los médicos integramos la macro y la microscopia con los datos clínicos".
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Otro campo donde Moretti imagina que la Inteligencia Artificial podría ayudar es en la clasificación de las colposcopias que las mujeres se realizan anualmente: "Podría preseleccionar qué muestras requieren estudios más detallados".
¿Qué impulsa la llegada de la Inteligencia Artificial? El crecimiento en las prácticas médicas. Según Renato Buselli, presidente para América Latina de la compañía Siemens Healthineers "año tras año se solicitan más y más imágenes para diagnóstico. Anualmente el volumen de imágenes crece un 12%, pero la cantidad de radiólogos que saben interpretarlas apenas crece al 3%. Así, pensamos que solo es posible acortar esa brecha recurriendo a la Inteligencia Artificial para acelerar la cantidad de estudios que puede resolver cada profesional". El directivo aclaró que "lo que se busca es automatizar el trabajo repetitivo y dejarle más tiempo al médico el análisis de lo complejo. Eso ayudará también a que disminuya el error humano".
El objetivo de las herramientas de inteligencia artificial no es sustituir a los médicos, sino que trabajen junto con ellos para mejorar los diagnósticos.
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Otro caso en el que la tecnología podría ayudar a los profesionales médicos es el diagnóstico por imágenes a distancia. "No hay datos concretos de todo el país, pero sí evidencias de que en muchísimas localidades del interior hay pocos radiólogos y no suelen dar abasto con la demanda de trabajo. O, directamente, no hay expertos", dijo Daniel Nasuti, director de Siemens Healthineers. "Pero los nuevos equipos inteligentes le permiten al radiólogo hacer informes a distancia, asistido por un técnico local que esté con el paciente". Es algo que ya se hace en Brasil y permite disminuir los costos médicos y mejorar la calidad de vida de las personas al evitarles viajar para un estudio. Además, facilita el acceso a medicina de calidad lejos de las grandes urbes.
Cómo afectará al trabajo y a la relación con el paciente
Aunque la mayor parte de los profesionales de la salud mira el futuro con optimismo, también tienen en cuenta algunos de los riesgos y problemas a resolver con la llegada de la tecnología. Para el doctor Juan Mazzuco, de la Sociedad Argentina de Radiología, "tecnologías como la Inteligencia Artificial aún muestran una serie de debilidades que no sabemos bien cómo se resolverán. Por ejemplo, el sobrediagnóstico de patologías que podrían ser identificadas por Inteligencia Artificial, pero que no necesitan tratamientos. Y otro tema es que podría empujarnos hacia la despersonalización de la medicina. Eso dañaría la relación medico-paciente, que debe ser preservada porque contribuye a la efectividad del tratamiento".
Alberto Marangoni, jefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Sanatorio Allende, agregó: "También existe el temor de que un desarrollo tecnológico rápido posibilite a los dueños de los equipos prescindir del costo ‘factor humano’. Y, como consecuencia, la pérdida de la fuente laboral profesional. Es decir, que muchos radiólogos especializados podríamos perder puestos de trabajo", indicó Perfil.