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El wifi es uno de los elementos indispensables para las personas en un hogar en la actualidad debido a que sin ella no se pueden realizar distintas tareas, por lo que es necesario tener un buen servicio y configuración al momento de conectarlo.
A veces puede ocurrir que los usuarios cometan errores al momento de instalar la conexión en sus hogares.
Una de las cosas que puede ocurrir es que las personas no cambien las credenciales predeterminadas del router, tales como el nombre de usuario, la contraseña y el SSID. Se establecen de fábrica y son famosos públicamente. Si un atacante va al router, puede usar estas credenciales para atacar la red.
Ubicarlo en rincones o cerca de objetos metálicos reduce la señal y la cobertura. Al instalarlo en un lugar erróneo puede reducir la cobertura y provocar zonas muertas donde la señal no llega.
Mantener el wifi desactualizado puede generar vulnerabilidades de seguridad y fallas de rendimiento. Los fabricantes suelen lanzar actualizaciones para corregir vulnerabilidades y optimizar la conexión.
Otros dispositivos inalámbricos, como teléfonos inalámbricos o microondas, pueden interferir con la señal Wi-Fi. Intenta alejar el enrutador de estos dispositivos o cambiar el canal Wi-Fi para reducir la interferencia.
Los usuarios deben cuidar el wifi en sus hogares, dado que tienen información personal y sensible a la que pueden ingresar personas desconocidas. Los hackers pueden usarlo para robar información personal o incluir virus en la misma. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cuestiones:
Apagar el wifi cuando no estés en casa: tenerlo sin funcionamiento dado que disminuye la posibilidad de que los hackers ingresen a su red doméstica.
Cifrado WPA2 o WPA3: asegurar de que tu red utilice el cifrado WPA2 o, preferiblemente, WPA3. Estos protocolos son más seguros que WEP o WPA.
Control de acceso: considerar utilizar el filtrado de direcciones MAC para permitir solo que dispositivos específicos se conecten a su red.