En Mendoza, los repartidores de aplicaciones enfrentan condiciones laborales precarias y falta de protección. Para organizarse y reclamar mejores derechos, un grupo de trabajadores creó la Asociación Mutual de Repartidores y Monotributistas (Amurem).

Sebastián (20), repartidor de PedidosYa y ajeno a la asociación, expresó a Diario Uno que si bien el trabajo le deja "buena plata", los costos son altos:

Además, el seguro obligatorio de la aplicación —que en PedidosYa cuesta $300 al mes— solo cubre accidentes en horario laboral, dejando sin protección ante robos o enfermedades derivadas de la actividad.

A esto se suma la presión constante de las plataformas, que funcionan con un sistema algorítmico de puntuación. Cuantos más pedidos cumple un repartidor, mejor calificación recibe, lo que los obliga a estar en constante movimiento y aceptar encargos sin descanso. 

En un escenario sin regulación clara, los riesgos y costos siguen recayendo sobre los trabajadores.

¿Qué pretende solucionar Amurem?

Todos estos trabajadores, que hace tiempo sufren las desventajas laborales del sector, decidieron organizarse y formar la Asociación Mutual de Repartidores y Monotributistas (Amurem).

En el corto plazo aseguraron que ofrecerán una amplia gama de servicios y beneficios, entre ellos: descuentos en farmacias para medicamentos, servicios funerarios y distintas ofertas. 

Pero en el largo plazo, se encuentra la idea de poder ofrecer servicios de salud, vivienda y educación a sus asociados.

En este contexto, Alejandro Escudero, presidente de Amurem, resaltó que la mutual representa "una propuesta superadora que traerá muchos beneficios a los asociados y mejorara la calidad de vida de los trabajadores que la integran".

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