La ciudad de Buenos Aires amaneció el 22 de mayo con la noticia de que un hombre había incendiado a dos indigentes en Mataderos. La escena fue filmada por un acompañante, quien luego se encargó de difundir el material: en el video puede verse claramente el rostro del atacante al momento de insultar y agredir a dos hombres que dormían en la calle.
El primer acto reflejo de la policía fue buscar en las cámaras de seguridad a los sospechosos. Semanas atrás, el vicejefe de Buenos Aires y ministro de Seguridad, Diego Santilli, presentaba un moderno sistema de reconocimiento facial que permitiría controlar mejor el crimen en la Ciudad. Las autoridades tardaron tres semanas en capturar a los agresores.
De la mano de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el gobierno de Macri se ocupó de colocar a la seguridad como una de los pilares de campaña durante la carrera presidencial de 2015. Incluso, en la página oficial de Cambiemos aparece como "promesa cumplida" la instalación de 10.000 cámaras en espacios públicos porteños. Es decir, transformó a la Capital Federal en un Gran Hermano urbano.
Esta estrategia se profundizará de cara a las próximas elecciones: Larreta repetirá la fórmula con Santilli en Buenos Aires, donde es el favorito en intención de voto.
"Es un gran paso que estamos dando en la lucha contra el delito. Con este sistema, podemos detectar al instante a los delincuentes con pedido de captura y ponerlos a disposición de la Justicia", se entusiasma Santilli.
Luego añade: "Estamos haciendo exactamente lo que nos piden los vecinos de la Ciudad: tomar más decisiones y hacer más cosas para detener a los delincuentes, a los que no nos dejan vivir en paz" y agregó que ya hubo "689 personas identificadas por este software y solo cinco casos erróneos".
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Larreta apoya este sistema inteligente bajo el lema de "una Ciudad más segura". ¿Cómo funciona? - En esta primera etapa de despliegue, las 300 cámaras inteligentes reconocen prófugos en el ámbito de la CABA- Se generan alertas de detención de personas buscadas exclusivamente por orden judicial (o una llamada "lista negra")- Esas personas forman parte de una base de datos con más de 46.000 registros de la Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (CONARC)
Sin embargo, con el avance de la biometría en las calles las autoridades los funcionarios tocaron fibras muy sensibles, vinculadas con el derecho a la intimidad.
La casa de las polémicas
Al mismo tiempo que se estaba estrenando el sistema de cámaras inteligentes en Buenos Aires, la ciudad de San Francisco –epicentro internacional de la tecnología– prohibía los sistemas de reconocimiento facial en las calles.
Allí, en la meca de la innovación, las autoridades llevaron adelante una campaña para limitar su uso a partir de un falso positivo que devino en el arresto de una ciudadana (Denise Green) en 2014.
En aquellos años, el auto de Green fue identificado erróneamente como un vehículo robado por un lector de placas automatizado. Fue arrestada por la policía, obligada a salir del coche y ponerse de rodillas a punta de pistola por seis oficiales. La ciudad gastó u$s500.000 para resolver demandas relacionadas con su detención. Sumado a otras situaciones similares, este caso fue el detonante para que las organizaciones sociales y las autoridades tomaran cartas en el asunto.
"Es importante analizar lo que es San Francisco y qué significa como ciudad. Hay un porcentaje enorme de personas que se benefician por el desarrollo tecnológico, pero también ahí tienen sus sedes algunas de las organizaciones civiles que protegen los datos de los usuarios", explica a iProUP Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre, ONG dedicada a la defensa de derechos fundamentales en entornos mediados por tecnologías de información y comunicación.
Y agrega: "Si San Francisco, que es la cuna de muchas de las mentes más brillantes del mundo, está haciendo esto, hay que prestar atención. Esta es una demostración de lo abusivas que son estas tecnologías, que por otra parte violan los derechos. Tenemos que aprender a ser cautelosos y observar más de cerca estas medidas".
En Argentina, la regulación que protege la información personal es la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales. Como detalla la firma de ciberseguridad ESET, "establece que las organizaciones que posean información que permita identificar a una persona, deberán implementar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los datos".
"Por ejemplo -añade la normativa- nombre y apellido, documento nacional de identidad, domicilio, teléfono, religión, inclinación política y salud, o inclinación sexual. Estas medidas deberán brindar confidencialidad a los datos, evitando alteración, pérdida o accesos no autorizados".
Consultados por el paralelismo entre la Ciudad de Buenos Aires y la decisión en San Francisco, fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad aseguran que existen diferencias considerables entre los usos y metodologías aplicados en materia de reconocimiento facial en una u otra ciudad.
"Estas diferencias pueden haber llevado a las autoridades a rever su modelo de uso. En primer lugar, en San Francisco no existía ordenanza alguna que regulara el uso de sistemas de videovigilancia, reconocimiento facial y similares. Era un uso discrecional y principalmente privado, aplicándose tecnologías de venta libre, precarias y con alto margen de error", explican.
Además, agregan, las bases de datos estadounidenses no estaban declaradas ni eran accesibles para los ciudadanos –la administraban los proveedores del sistema–, permitiendo usos invasivos y conforme a parámetros étnicos y raciales que podrían ser tildados de discriminatorios, afectando las libertades civiles de los ciudadanos.
Como contrapartida, aseguran que en Ciudad de Buenos Aires el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos tiene como marco de sustento la Ley de Videovigilancia (2602/08) que, a su vez, está regida por la Ley del Sistema Integral de Seguridad Pública (5688/16). Así, está fuertemente regulado en alcances, límites de usos, autoridades de control y auditoría de la base de datos.
Detallan que una representación de la Organización de las Naciones Unidas realizó una evaluación de programa implementado en Ciudad de Buenos Aires y se manifestó satisfecha con las políticas de protección de datos personales y respeto a la privacidad implementados.
Opiniones encontradas
Pero la polémica no termina ahí, ya que los expertos se disputan sobre los límites de la tecnología. "Diversos estudios sociológicos afirman que cuando una persona advierte que hay una cámara modifica su comportamiento", esgrime Leandro Ucciferri, abogado e investigador de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC).
Y añade: "Se le coarta la libertad. A la vigilancia estatal se suma el control sobre el comportamiento en ese espacio. Es simplista decir que los malos van a ser apresados bajo esta forma".
Para, Sebastián Stranieri, CEO de la empresa de seguridad informática VU Security, que también trabaja con Microsoft y el RENAPER para la validación de la identidad digital de las personas, la medida que se tomó en San Francisco tiene un componente estratégico que busca forzar la regulación de este tipo de tecnologías.
"No estamos hablando de filmar a las personas y se publique un LIVE, sino que tiene un fin específico: ubicar a alguien en caso de que esté perdido o por un tema de seguridad. Por lo tanto, estoy de acuerdo con el uso de esta tecnología para esos fines, siempre y cuando se encuentre encriptada y sólo en poder del Gobierno para ubicar a quienes pueden ser peligrosos, como prófugos o violadores", asegura a iProUP.
Ante la consulta sobre si es posible crear un marco y encontrar un punto medio en el que los derechos personalísimos y este tipo de innovaciones puedan convivir, Busaniche argumenta que no es posible, porque "hay un punto en el que el ciudadano es una víctima y va a ver sus derechos vulnerados por los usuarios, que son las fuerzas policiales, por lo menos en los espacios públicos donde todos tienen que transitar".
Para Stranieri, el escenario es distinto: "Hay posibilidad de llevar adelante esta tecnología, pero tiene que haber una regulación clara que limite el uso por parte de los privados del almacenamiento de esta información y que, como en Europa, podamos solicitar que se elimine cualquier registro de uno y se resguarden las inclinaciones sexuales, religiosas y políticas".
Por su parte, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad afirman que la protección de los datos de los usuarios "siempre es posible en la medida en que la tecnología esté regulada por la legislación vigente y respete los artículos de la Constitución y las leyes que defienden la intimidad de las personas".
Enfatizan que el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos se nutre "pura y exclusivamente de datos que conforman la base de datos pública de la CONARC y que la tecnología se aplica a posteriori de los designios de la Justicia, y no antes".
Control todoterreno
Las calles no son los únicos espacios controlados por cámaras de seguridad. Actualmente, todos los ingresos a la Argentina –ya sea por aire, mar o tierra– tienen un control de Migraciones digitalizado, provisto por la tecnológica norteamericana Oracle.
Recientemente, el Gobierno sumó un sistema de control biométrico y automatizado en aeropuertos que funciona bajo las mismas normas de seguridad en aplicación en ventanillas físicas, pero que resuelve el trámite de habilitación de entrada en menos de 30 segundos.
"Gracias a la tecnología, hoy ese proceso puede ser hasta un 50% más rápido y simple con el mismo nivel de seguridad", aseguran desde la firma. La Argentina posee 157 pasos fronterizos con cinco países, donde más de 80 millones de personas transitan cada año y 200.000 ingresan y egresan del país todos los días.
"El desarrollo exponencial de nuevas tecnologías, conjugado a su vez con la disponibilidad inmediata que ofrece la nube, está generando no sólo nuevos modelos de negocios, sino también transformando nuestra vida cotidiana como usuarios, consumidores y ciudadanos", explica a iProUP Néstor Camilo, director de Arquitectura de Oracle para Sector Público.
"En este marco, las posibilidades son infinitas, pero al mismo tiempo aparecen nuevos riesgos y desafíos, sobre todo en relación a cómo lidiar con la innegable explosión de datos", completa. Por otro lado, los estadios también están siendo modernizados con sistemas de identificación biométrica. La mayoría utiliza diferentes sistemas de cámaras que se complementan con el personal de seguridad.
"Las soluciones que aplican a la videovigilancia inteligente pueden implementarse en el gerenciamiento tanto de las actividades que ocurren dentro del estadio como en las inmediaciones. Estos dispositivos comprenden cámaras de reconocimiento facial, con vista panorámica y lectura de patentes. A su vez, pueden incluir equipos de control de accesos", explican desde Hikvision, una empresa china de cámaras de seguridad.
A nivel global, estas medidas tecnológicas fueron utilizándose de manera efectiva en países como Holanda, en el estadio del club de fútbol Ajax; en China, durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín; y en Brasil, en el estadio del club Corinthians. Y en Argentina, Boca Juniors es una de las instituciones que han implementado este sistema de videovigilancia.
En este contexto, Roger De La Hoz, Pre-Sales Engineer de la compañía, explica que la videovigilancia inteligente llegó a la Argentina en el año 2014 de la mano de una resolución gubernamental que establecía nuevas especificaciones técnicas para los sistemas de video vigilancia en las instituciones deportivas.
"A estos dispositivos se les podrá agregar nueva tecnología basada en inteligencia artificial, para realizar análisis inteligentes sobre comportamientos especializados, como por ejemplo reconocimiento facial, conteo de personas, reconocimiento de patentes, entre otros", destaca a iProUP De La Hoz.
Para dejar de lado la polémica sobre la vulneración de derechos, el responsable de Oracle afirma: "Emplear la tecnología de datos biométricos para garantizar la seguridad nacional sin traspasar los límites de los derechos de las personas es uno de los mayores desafíos que encaramos hoy en día".
En su visión, "la tecnología ya está lista para ayudarnos a incorporar justicia en nuestra sociedad, adaptándose a los distintos niveles de maduración y necesidades específicas de cada organización o comunidad. La cuestión principal tiene que ver con poder aprovechar los beneficios sin resignar derechos".
Todas estas experiencias dejan entrever un presente controlado por cámaras cada vez más inteligentes. Sin embargo, el ecosistema de videovigilancia no está exento de polémicas y agita las aguas de ambos bandos. Mientras la discusión se torna cada vez más profunda, estos sistemas ganan terreno en Argentina.