Pregunta. Aparte de para perder el tiempo… ¿para qué tienes tus redes sociales? Hace poco más de un año, un querido amigo mío (le llamaremos… Pancracio) estaba teniendo mucha dificultad para encontrar trabajo como creativo y diseñador. A pesar de tener un buen currículo y un buen portafolio, sumaba ya tres entrevistas de trabajo sin lograr contratarse.

"¿Es que estoy diciendo o haciendo algo mal?" – me preguntaba.

Después de pensar en dos o tres posibles problemas, encontramos una causa probable: sus redes sociales.

Su LinkedIn estaba un tanto abandonado, pero nada muy grave. Instagram, muy pobre. Pero el problema verdadero estaba en su perfil de Facebook.

"¡Pero hace años que casi no lo uso!" – precisamente. Su muro estaba plagado de fotos viejas, de fiestas y borracheras, juegos virales e incluso algunos memes y chistes de mal gusto. Parecía el muro de un adolescente… y él estaba buscando chamba de nivel gerencial o directivo.

Era hora de hacer una revisión completa.

Reputación online

Cada vez son más las empresas y empresarios que revisan los perfiles públicos de sus candidatos antes de contratar, o incluso antes de conceder una entrevista. ¡Y tú también deberías hacerlo! En las redes encontramos más información sobre posibles socios de negocios, y observamos el estilo, expertise, intereses y carácter de las personas.

Recuerda que, a fin de cuentas, tus perfiles son públicos y no está prohibido ni limitado para tus empleadores, inversionistas o clientes revisarlos antes de hacer negocios contigo.

La reputación online es el reflejo del prestigio o estima de una persona o marca en Internet.

Aún hay muchas personas que usan las redes simplemente para estar conectados con sus amigos o familia. ¡Tú no puedes darte ese lujo! Para ti, emprendedor o profesional activo, las redes son tu tarjeta de presentación, y debes de gestionarlas y diseñarlas con el mismo cuidado que pones en cualquier otra parte de tu negocio.

Claro, tu página web y tu currículum están muy bonitos… pero recuerda que no puedes bajar la guardia cuando estés en redes.

He leído y acepto las condiciones

La mentira que decimos todos los días: "he leído y acepto las condiciones". Damos click a ese cuadrito sin siquiera pensarlo, y en el proceso entregamos todos nuestros datos, fotos, videos, edad, ubicación, trabajo, conocidos, familiares, gustos, preferencias y mucho, mucho más. En el momento que estamos adentro, nuestros datos pueden ser observados y compartidos no solo por miles de personas, sino por negocios, algoritmos y empresas en todo el mundo.

No estoy aquí para convertirte en un paranoico ermitaño, sino sencillamente para que tengas conciencia de tu concepto de "privacidad".

¿Quieres compartir con tu familia? Háblales, escríbeles o incluso comunícate con Whatsapp, que aún tiene visos de cierta privacidad. Pero las redes has de tratarlas como un escaparate público, aunque tu "setting" sea privado.

¡Espera, no huyas! Al contrario, aprovecha ese escaparate. Puede ser brillante para tu carrera y para tu negocio.

Unidad de vida

La Reputación Online no solo se compone de lo que tú pones (como la publicidad), sino también de lo que otros dicen o piensan de ti. Las redes permiten una gran velocidad, porosidad e interacción; carecen de filtro de verdad (¡ojo con las fake-news!) y tienen un gran alcance de nicho. Todo esto puede ser usado a tu favor.

El primer concepto que tienes que considerar es este: Unidad de Vida. No existe una división entre el tú "real" y el "digital". Ambas personas, la de la calle y la de la computadora, han de ser una misma.

Por eso, no te recomiendo crear una imagen virtual falsa o idealizada de lo que realmente eres. Tampoco se trata de que estés subiendo fotos leyendo o escalando si éstas no son actividades que realizas normalmente. ¡Las personas descubrirán muy pronto tu engaño!

En cambio, procura (es perfectamente ético) mostrar consistentemente aquellas cosas reales sobre tu vida y trabajo que puedan ser positivas y útiles. No se trata de que te vuelvas un "influencer" de mentira, sino que muestres la mejor versión de ti mismo.

¡Recuerda! Lo que otros suben de ti también suma (o resta). Así que lo que haces en el mundo real puede transpirar en tu reputación online. Piensa en todos los "lores" y "ladies", que han cachado haciendo cosas negativas y luego compartido en redes. Eso es reputación negativa al instante.

No hagas, ni en línea ni en la vida real, ninguna cosa que no estarías orgulloso de compartir. Sé de una pieza. Eso es Unidad de Vida.

Los años maravillosos

¿Se acuerdan de mi amigo Procopio? Lo primero que hicimos fue dar un viaje por sus "años maravillosos".

Si pudieras viajar al pasado y borrar algunas de las cosas que has hecho ¿lo harías? La verdad es que puedes hacerlo. Tú tienes control de tus redes y vale la pena invertir un par de horas para limpiar fotos, videos o comentarios que no estén alineados con tu reputación actual; puedes quitar el "like" a algunas páginas o dejar de seguir a algunas personas.

Una vez más: no se trata de mentir, sino de limpiar nuestro perfil público para mejorar nuestra reputación. Todos hemos cometido errores (Hey; no seré yo quien juzgue tu antigua afición por el fan-fiction de He-Man), pero también podemos ser estratégicos y utilizar las redes a nuestro favor. Se vale. Para casos más complejos, incluso la ley prevé "el derecho al olvido" y hasta Google te permite "borrar" cosas por completo a través de un proceso un poco más complejo que veremos aquí.

Ahora dale una peinadita a tus redes. Tu foto de perfil, tu encabezado; tu información personal; actualizada y completa (hasta donde sientas que afecta tu privacidad); tus gustos, aficiones, grupos, etcétera. Pon tus cosas en orden. Ya no tienes trece años.

La mejor defensa es el ataque

Bien. Has limpiado tus redes. Ha sido una experiencia catártica ¿no? Ahora vamos a pensar en positivo para diseñar y construir tu reputación.

Recuerda que las redes sociales son mucho más que una forma de estar en contacto con tus amigos. Más bien, son una red compleja de conexiones humanas y de negocio que puedes –y debes- aprovechar en tu favor.

Contesta esta pregunta ¿cómo quieres que la gente te reconozca? Elije, por ahora, un campo de experiencia y un hobby positivo. Por ejemplo, si eres un diseñador gráfico a quien le gusta el rugby, o un ingeniero electromecánico a quien le gusta tocar guitarra, entonces estos serán los ejes de tu proyección en redes.

De fondo, quieres que la gente:

- No te deje de seguir e interactúe contigo.

- Piense en ti cuando busque un experto en tu campo.

Demasiados temas, demasiados hobbies, puros memes repetidos o posts irrelevantes no permitirán a tus seguidores tener tu perfil en mente: solo tus mejores amigos te seguirán, por cariño, pero serás de nulo interés para alguien más.

Si, en cambio, tienes temas claros y consistentes, más y más personas podrán seguirte y reconocerte como experto en ciertos temas. Comenta, comparte y postea cosas sobre tus temas eje. Hazlo de forma periódica y constante. Poco a poco tus números irán mejorando, y podrás gozar de una reputación online dirigida, de nicho, y alineada con tus verdaderos intereses.

Tu meta no es ser un "influencer" a quien sigan millones –esa es otra historia- sino un influencer de nicho: alguien en quien la gente confía y acompaña en los temas que a ti te interesan.

Ahora, hazte interesante

Te he recomendado que eligieras un tema y un hobby, sencillamente porque las cuentas aburridas son muy pronto abandonadas.

Hay tres "colores" básicos de cuentas constructivas y exitosas: las que dan mucho, las inspiran mucho o las que hacen reír. Decide en cuál de las tres quieres estar.

Dan mucho: entregan cosas que a los seguidores les parecen "regalos" o elementos útiles: consejos, tips, ideas, soluciones, hacks, etcétera. De alguna manera sienten que les estás dando mucho sin pedir nada a cambio. Eres un experto que no cobra. Like.

Inspiran mucho: tocan las emociones de las personas con pensamientos, ideas, frases, imágenes y contenidos que ayudan pensar, soñar, imaginar o cuestionarse fuertemente. Conectan con una causa profunda y trascendente; hacen sentir a las personas que no están solas, que son parte de algo más grande.

Hacen reír: todos necesitamos una buena carcajada de vez en cuando ¿no es así?

Hablo de cuentas constructivas y exitosas, que son las que hay que promover. Hay también cuentas "exitosas" pero destructivas, que no recomiendo en absoluto, como hate speech, material ofensivo, material inmoral, etcétera. Son páginas que, además de destructivas, acabarán por dañar tu reputación.

Como un arbolito

Preguntaron al director de la Universidad de Oxford ¿cómo hacía para tener tan magníficos jardines? "Es muy sencillo" –dijo- "Riegas y podas, riegas y podas… y así por trescientos años".

La reputación no se crea en día, pero sí puede perderse en uno. Una vez que has decidido los temas y el color de tus perfiles, lo que queda es la constancia.

Comparte una mezcla cuidada de contenidos que regale mucho y venda poco. A las personas no nos gusta que nos vendan descaradamente y eventualmente dejamos de seguir a las cuentas que no hacen sino promoverse. Una buena mezcla puede ser:

70% - DA – Da consejos, tips, ideas… regalos sin pedir nada a cambio.

20% - COMPARTE – Sé humano; comparte tu hobby, cuenta un chiste, comparte una buena noticia, felicita a las mamás en su día.

10% - VENDE – Comparte tus logros profesionales o muestra tus productos o servicios a unos seguidores con los que ya has logrado cierta conexión.

En un sistema 100% orgánico, sin push ni publicidad, verás cómo tu reputación aumenta y se fortalece poco a poco. Más pronto de lo que te imaginas, irás convirtiéndote en un influencer de nicho y en un experto reconocido en tu campo.

Mantenlo real y humano. No uses lenguaje ofensivo; mantén una actitud positiva y pon a tu Reputación Online a trabajar para ti, 24/7.

*Francisco García Pimentel es colaborador de Entrepreneur.

Te puede interesar