Neuralink, la empresa neurotecnológica fundada en 2016 por Elon Musk, recibió la autorización para iniciar un ensayo que permitirá a personas con paraplejía controlar un brazo robótico a través de un implante cerebral.
La nanotecnología avanza a pasos agigantados y Neuralink demuestra cada día estar en la vanguardia de los desarrollos.
El nuevo avance de la compañía apunta a recuperar la movilidad física mediante la interfaz cerebro-computadora (BCI). La innovación transformará la vida de aquellos que enfrentan limitaciones motoras severas.
La herramienta conocida como N1, es una interfaz que conecta el cerebro humano con dispositivos electrónicos. Esto permite que las señales neuronales sean interpretadas por computadoras.
El implante posee el potencial de restituir funciones motoras como mover un brazo robótico a través de los pensamientos.
La innovación abre nuevas posibilidades en el campo de la rehabilitación y la autonomía personal de los pacientes.
Los primeros ensayos con humanos fueron prometedores. En 2023, la compañía logró implantar con éxito su primer chip cerebral en un paciente, algo que permitió a una persona con lesión en la médula espinal controlar distintos dispositivos mediante su mente.
Hoy en día, el brazo robótico se encuentra en su etapa inicial. Sin embargo las expectativas son altas ya que Neuralink trabaja en perfeccionar sus servicios.
Los pequeños avances en la tecnología demuestran el potencial de la compañía y el de sus dispositivos, que prometen cambiar la vida de muchas personas.
Además de los avances en movilidad robótica, Neuralink posee otros proyectos en marcha que podrían ampliar la neurotecnología.
Uno de los más ambiciosos es el dispositivo Blindsight, que busca restaurar la visión a personas ciegas.
Si bien falta la realización de pruebas en humanos, Musk indicó que permitirá a los usuarios ver incluso sin ojos ni nervio óptico a través de tecnologías como visión infrarroja o ultravioleta