En un contexto de incertidumbre económica constante, más de 150 empresas argentinas han optado por el modelo de gestión japonés.
Este enfoque, basado en sostenibilidad, calidad y mejora continua, ha demostrado ser una herramienta eficaz para afrontar los retos locales, optimizando procesos y fortaleciendo la estabilidad financiera de las organizaciones.
Facundo González, cofundador y director de la consultora TAHO, que organiza programas de formación en management japonés, subraya que esta metodología "implica perseguir un propósito compartido con una clara visión de largo plazo, trabajar fuertemente en los procesos y en el desarrollo de las personas, promoviendo la resolución permanente de los problemas e impulsando así el aprendizaje organizacional continuo".
El management japonés se diferencia en cinco aspectos clave del enfoque occidental, como el estilo de liderazgo popularizado por Elon Musk, basado en la innovación disruptiva y la velocidad.
Mientras que el modelo de Musk se basa en un liderazgo centralizado, el japonés fomenta una gestión participativa y colaborativa. Rosana Cordero, socia gerente de la autopartista Cordero SRL, destaca que tras implementar prácticas japonesas como la inclusión laboral, "se logró una reducción significativa del ausentismo y un ambiente laboral positivo".
La mejora continua y la precisión son pilares del management japonés, contrastando con la disrupción constante. Silvio Scarinci, director comercial de Australtub SA, señala que "el enfoque japonés pone a las personas primero, entendiendo que al retribuir a la sociedad, los resultados empresariales llegan naturalmente".
La metodología Kaizen permite una evaluación constante de los procesos. Alberto Galván, gerente de planta de Citrusvil, explica que, gracias a esta práctica, lograron reducir las paradas de producción en un 50% frente a las cifras de 2022.
Este sistema optimiza el espacio de trabajo y reduce desperdicios. Felipe May, director industrial de Industrias Saladillo, comenta que "la implementación de las 5S mejoró el ambiente laboral, redujo el ausentismo y permitió una operación más eficiente".
El modelo japonés fomenta la colaboración en lugar de la centralización. Esto fortalece el compromiso y la innovación en todos los niveles de la organización, brindando una mayor solidez a las decisiones.
Jorge Anschütz, cofundador de TAHO, concluye que este enfoque "permite optimizar procesos y decisiones, fortaleciendo la cultura organizacional argentina, donde las compañías no tienen margen para enfrentar malas decisiones".
El management japonés ha demostrado ser una solución sostenible y lógica para las empresas locales, permitiéndoles construir un camino hacia el éxito a largo plazo.