Ricardo Salinas Pliego, el empresario e inversionista, mostró su optimismo sobre el futuro de Argentina. Según él, las reformas liberales de Javier Milei impulsan nuevos récords de rentabilidad para los inversionistas.
"Se ve prudente regresar a Argentina a invertir, después de todo", escribió el empresario considerado uno de los hombres más ricos de México.
Hoy en día, los inversionistas duplican sus ganancias en acciones y bonos de Argentina, impulsados por sus amplias reformas económicas y medidas de austeridad.
En el último tiempo, el mercado bursátil aumentó un 125%, mientras que los bonos en dólares rindieron un 90%.
Las cifras entusiasmaron a Salina quien festejó los logros de Milei. "Un gobierno que da resultados es lo único que los inversores necesitamos. Me va a dar mucho gusto conocer a Javier Milei y ver qué podemos hacer para generar más prosperidad incluyente", publicó el empresario en la red social X.
El interés de Salinas Pliego contrasta con su descontento hacia el gobierno de México de Claudia Sheinbaum. En un descargo indicó que la administración es ineficiente para abordar problemas críticos.
Además de Salinas, hubo otros inversionistas que observaron mejores tiempos para Argentina. En un foro reciente, un grupo de empresarios consideraron que hay oportunidades para mayores inversiones en el país suramericano.
Sin embargo, el presidente fue criticado por sus allegados. Como por ejemplo, su ex asesor Carlos Rodríguez que, según él, el cálculo de la inflación que hizo Milei fue engañoso.
Rodríguez sugirió que un análisis verdadero debe evaluar la durabilidad de los planes económicos a lo largo del tiempo.
Consideró que las restricciones cambiarias son una adicción que una vez implementada, conduce a un colapso inevitable.
Además, otros liberales criticaron al presidente por distorsionar los principios del liberalismo, lo que generó descontento en el mismo grupo que antes lo apoyaba.
Por otro lado, Antonio Acre, ex asesor de la exmandataria Cristina Fernández, minimizó la herencia inflacionaria. Argumentó que la metodología utilizada por la administración actual podría llevar a interpretaciones erróneas de los datos económicos.