En un mundo donde la tecnología avanza día a día, y los ataques virtuales son cada vez más recurrentes, aparecen todo el tiempo nuevas técnicas de estafas que sorprenden a los usuarios.
Esta vez, las alarmas se encendieron luego de que expertos revelaran que los sofisticados delitos informáticos se estaban realizando en Internet, específicamente través de los navegadores de Chrome y Safari.
Este nuevo método de estafa es denominado "phish and ship" y ya se practica en distintos países de América y Europa. Según expertos en ciberseguridad, esta operación fraudulenta expuso vulnerabilidades en los navegadores web más utilizados, incluidos Chrome, Safari, Edge y Firefox.
En qué consiste la estafa a través de navegadores
Según indicaron las fuentes, el método para actuar por parte de estos ciberdelincuentes es de los más sofisticados de los últimos tiempos.
A través de la dark web, lograron infectar sitios web legítimos con código malicioso. Hecho esto, crean listados de productos falsos que aparecen en los primeros resultados de búsqueda, generando así una sensación de autenticidad y confianza que atrae a los usuarios, más aún cuando ven que se trata de un sitio oficial.
Mediante ofertas muy bajas (en comparación con lo que ofrece el mercado), los delincuentes invitan al usuario a hacer clic y "concretar" la compra. De esta forma, llegan a tiendas en línea paralelas, las cuales imitan a la perfección el diseño y la funcionalidad de plataformas conocidas.
Una vez que el usuario intenta hacer el pago y llevarse el producto a un precio súper bajo, los ciberdelincuentes llevan a cabo la estafa y se adueñan de los datos de su tarjeta. Cuando las víctimas ingresan a la aplicación de su banco, se dan cuenta que su dinero desapareció.
En el contexto de esta nueva estafa, la empresa de ciberseguridad Satori expuso esta red de estafas y admitió que se trata de una técnica sofisticada que invita a otros grupos a multiplicarla, por lo que usuarios deben estar atentos porque perderán todo su dinero.
Es por esto que se recomienda comparar el valor del producto en otras tiendas de Internet y así saber si es un precio muy bajo. En caso que así sea, sospechar porque podría tratarse de una estafa.
Por otro lado, es importante también revisar si el nombre del sitio web coincide con la URL, ya que los estafadores utilizan direcciones web similares a las de sitios legítimos, pero con ligeras variaciones.